La falacia de una supuesta transición en paz

El anzuelo, para pescar ingenuos, del "llamado a un acuerdo de transición" es la supuesta paz de la temeraria propuesta. No es una mentira más de la oposición sino la mentira de las mentiras. En esta ocasión la falsedad está concebida con el ingenio táctico de una perversa maniobra política. El problema no reside en creer o no creer en la intención pacifica de los golpistas sino la dificultad para demostrar el engaño antes de haberse consumado la siniestra confabulación.

En otras palabras habrá que esperar que los golpistas toquen la partitura, compuesta por Obama, Uribe y compañía, para dejar al descubierto las verdaderas intenciones violentas de la supuesta transición pacífica. Tomen en cuenta que en ninguna parte del documento de marras, el mismo de Carmona, hablan de transición democrática y mucho menos de transición electoral. Claro, no pueden hablar de transición democrática ni de transición electoral porque estarían condenando, de antemano, la acción planificada por los militares traidores, comprometidos con el golpe de estado, para hacer posible lo que la oposición llama transición pacífica.

La oposición tiene el plomo de la mentira en sus alas que no les permite levantar vuelo. Por eso su credibilidad está en el suelo. La cabra de una transición pacífica se la creerán los que quieran tragársela pero quienes mediten sobre la tamaña truculencia verán con claridad la cruda realidad de la verdad que cabe esperar. Los facinerosos saben muy bien que el Presidente Maduro no va a renunciar a diferencia que sí lo hizo Vicente Emparan el 19 de abril de 1810 cuando se marcó el inicio de la lucha por la independencia del dominio español en Venezuela. Hay que recalcar, aunque sea una perogrullada, que la gesta de 1810 fue impecablemente patriótica e independentista mientras que esta intentona golpista de la transición es contra la soberanía nacional y profundamente imperialista. Históricamente el 19 de abril fue un hecho cumplido en paz pero también significó el preludio de la guerra de independencia.

El golpe develado en días recientes y las últimas informaciones reveladas dejan sobre las mesa pruebas contundentes de la violencia planificada por la transición en paz. La veracidad de la hipótesis de la violencia por desatar quedó ya demostrada, pero quienes quieran hechos más concretos les basta recordar que los tres responsables del acuerdo para la transición, Ledezma, Machado y López, fueron los protagonistas de todos los destrozos materiales y asesinatos perpetrados durante el 2014, antecedente sangriento, del acuerdo para la transición.

Están desenmascarados los sediciosos, matándose ellos mismos como chucumbele, al respaldar el predicamento golpista contenido en el acuerdo para la transición, a confesión de parte relevo de pruebas. Qué harán los confabulados si los tribunales de justicia determinan que el acuerdo para la traición es equivalente a una declaración de guerra contra la Constitución y las Leyes y aplican sanciones a sus autores por su fechoría política.

Me pregunto si podrán ser candidatos a cargos de elección popular, en tal caso, quienes atentaron contra el Estado de Derecho en pleno desconocimiento de la Constitución y las Leyes.

Me da la impresión que la oposición y el imperialismo están volviendo a cometer el mismo error de subestimar al chavismo como lo hicieron con Chávez en el 2002 y salieron con las tablas en la cabeza. ¡Perro que come manteca mete su lengua en tapara!

NI GOLPE DE ESTADO IMPERIALISTA NI REFORMISMO: REVOLUCIÓN!!!



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Sergio Briceño García

Profesor Universitario de Filosofía de la Educación Jubilado de la UPEL. Autor del Poemario "Porque me da la gana" y de la obra educativa "Utopía Pedagógica del Tercer Milenio". Ex Director Ejecutivo de la Casa de Nuestra América José Martí.

 sergiobricenog@yahoo.com

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