Yo no me explico por qué prestigiosos analistas nacionales se extrañan y se preguntan las razones por las, que personajes como Ramos Allup, guardan silencio en la coyuntura que vive el país cuando nos enfrentamos al peligro inminente de una agresión armada a nuestro país lo cal se desprende no solo del decreto Obama, sino de los antecedentes cruentos con miles de muertes y destrucción de países enteros, con argumentos parecidos a los que aparecen en la decisión Obama, aun sin que medie un decreto ejecutivo previo como es el caso del que nos ocupa y que debería concitar la solidaridad de todos los venezolanos, sin distingo de credo, raza, tendencia política o cualquier otro elemento que por alguna razón haya servido para que existan dos sectores de la sociedad venezolana en campos diferentes en cuanto al modelo de país que se quiere.
Quienes mencionan al dirigente adeco para afirmar su extrañeza, olvidan que no hace mucho, por las publicaciones de archivos desclasificados publicados por Wikileaks nos pudimos enterar que el eterno y vitalicio secretario general de lo que queda del otrora "partido del pueblo", era y seguramente debe seguir siendo, pero de manera más recatada, asiduo visitante de la Embajada gringa, lo cual da pie para afirmar que este como muchos otros opositores, no solo tiene las manos atadas, sino la lengua inoperativa para que no diga nada, todos ellos tienen sobre sus cabezas una especia de espada de Damocles que les dejaría condenados al basurero, pues como sabemos, para nadie es un secreto que la oposición venezolana es un brazo ejecutor de los planes gringos por recolonizar nuestra Patria.
Por otro lado, ha habido miembros del sector opositor, como es el caso de Ricardo Sánchez, Carlos Vargas y un dirigente estudiantil de la UCV, por ahora, quienes valientemente se han atrevido a dar un paso al frente y oponerse abiertamente a las pretensiones injerencistas del gobierno gringo, lo cual hace más evidente la posición apátrida de muchos de los líderes de los partidos de la llamada MUD, quienes seguramente igual que Ramos Allup, han recibido la vacuna antinacionalista de factura gringa cuyo principal ingrediente es un buen paquete de billetes verdes que obran maravillas en las filas opositoras, para que callen a pesar de que saben que de concretarse la agresión, las bombas que nos lancen aun no han llegado al nivel de sofisticación tecnológica, que solo caigan sobre quienes conformamos la lista de militantes revolucionarios, sino que igualito van a caer sobre las cabezas de quienes hoy, con su actitud niegan la Patria.-