Hay un aforismo que dice que: "quien hace siempre lo mismo, obtiene siempre los mismos resultados" y esto se aplica al análisis de la situación actual: Si el gobierno "madurista" continua en su terca idea de aplicar la "Ley de Precios Justos", partiendo del falso supuesto de la existencia de un empresariado justo y nacionalista y además creyendo que en el régimen económico capitalista puedan coexistir Equidad y Justicia; y los empresarios "mudistas" sigan actuando según las las leyes del mercado y trabajando por la obtención de la máxima ganancia en las transacciones comerciales, es por demás ingenuo pensar, que por tener una mayoría parlamentaria en la Asamblea Nacional, se puedan cambiar las cosas y así favorecer al sector más empobrecido del pueblo; cuando es sabido que los dos en su accionar cotidiano contribuyen a mantener a esa población en ese estado.
La historia reciente nos demostró que, cuando los chavistas tenían el 100% de los parlamentarios a su favor, tuvo el Comandante Chávez que solicitar Leyes habilitantes para poder dictar algunos decretos que favorecieran al Pueblo Organizado y poder transferirle algunas facultades. El mismo Presidente Maduro, con más de la mitad de los diputados que le obedecen ciegamente ha podido hacer alguna poca legislación que beneficie a los más pobres en sus penalidades económicas, menos para transferirle facultades que le otorguen el derecho a la autogestión económica contemplada en las Leyes del Poder Popular que dejó aprobadas el Comandante antes de ausentarse de nosotros.
Si en la oferta política que, hasta ahora han ofrecido los dos sectores en pugna al electorado, hubiera algo que nos sembrara la esperanza de la proximidad de un cambio, social, politico, económico o cultural, y que votando por algunos candidatos de uno u otro bando van a cambiar las condiciones actuales, entonces todo lo que hasta ahora he planteado en este escrito no tendría ningún valor.
Pienso que para lograr obtener una alta participación del electorado en los próximos comicios, deben los dos sectores explicar con lujo de detalles, cuales son las acciones legales, económicas, educativas y políticas que realizaran en caso de llegar a tener una mayoría absoluta en la próxima Asamblea Nacional. Por ejemplo el gobierno debe decir si continuará o nó aplicando su ya "famosa" Ley de Precios Justo, Si en verdad va transferir poder al pueblo y como va hacerlo. No basta lo que está escrito en el Plan de la Patria 2013-2019. "El papel aguanta todo" . ¿Qué es eso de Comuna o nada?.
La oposición, representada por sus empresarios, burguesía local y sus financistas internacionales, debe decidirse a manifestar al electorado, si van continuar con la política de tumbar al gobierno legítimo a como dé a lugar, o van a aceptar los resultados electorales y someterse al imperio de la Ley.
Si ambos sectores en pugna, continúan haciendo lo mismo que hoy están haciendo y no cambian en nada sus prácticas, entonces el pueblo pobre, el de salario mínimo, el que siempre sale a la calle a defender al gobierno; ese pueblo noble y con ideales de igualdad, pueda perder las esperanzas de un mundo mejor y es muy probable que hasta pierda las ganas de vivir y se lance a conseguir por la fuerza lo que durante los últimos 15 años pensó que podría lograrlo por la vía pacífica electoral. ¡Es bueno cilantro, pero no tanto!.
Mientras el gobierno y la oposición mantengan las condiciones actuales, que han generado la grave crisis económica que estamos viviendo, es imposible que por tener alguno de los dos, una mayoría circunstancial parlamentaria, el pueblo pudiera obtener alguna mejoría.
Como nadie es dueño absoluto de la verdad y la certeza es ridícula, prefiero vivir en la duda incómoda, que por lo menos no me hace perder las esperanzas en las posibilidades de estar participando en la construcción de un mundo mejor. Por eso mi voto será a favor de los que por lo menos se definen como defensores del legado dejado por El Comandante. Si fracasan tendré argumentos para reclamarles su traición, en cambios a los otros no habría forma de pedirles cuentas, pues ya sé de antemano que yo mismo me estaría haciendo el Harakiri.