Si mañana digo que después de tanto tiempo siendo leal al chavismo me cansé, que el 6D votaré por Ramos Allup, que votaré a los opositores en adelante porque ellos cambiarán este país y con ellos en el poder volveremos a tener los anaqueles llenos y volverán los dólares que tienen secuestrados unos pocos ¿qué pasaría?
Estoy seguro que mucha de la gente que ha criticado duramente mi postura ideológica en adelante comenzará a verme con otros ojos, sin dejar de recordarme, de vez en cuando, que soy tan culpable del desastre que vivimos como el mismo Chávez en persona.
Estoy seguro que de "chaburro" convicto y confeso, candidato a la lista de los perseguidos en caso de que caiga el réééégimen, entro al club de la "gente pensante", de los buenos, de los que quieren y amán de verdad al país, de los sensatos, de los verdaderos demócratas, etc.
Seguramente que de los tantos insultos y ofensas que regularmente recibo en el correo, como comentarios, pasaré a recibir, en la misma proporción, elogios, loas, alabanzas de quienes hasta la fecha me han denigrado por mis opiniones políticas.
Dejaré de ser una foca, el enchufado, el jalabolas, el ignorante, el asalariado, del régimen para convertirme en otra víctima del régimen de Maduro, de Diosdado y en fin de quienes tienen secuestrada a Venezuela, con posibilidades de que publiquen mis crónicas en el Nacional, El Universal, etc., o ser entrevistado por el mismo César Miguel para denigrar del régimen mientras él hace silencio.
Aunque en la vida real siga llevando una vida normal, seguramente que el entorno familiar y de amistades, que desde hace tiempo guardan una distancia ideológica prudencial, propiciarán el acercamiento y me lloverán invitaciones al club, a la casa de playa, a los cumpleaños y cualquier otra celebración; lugares donde lo que se practica religiosamente es esa costumbre de hablar mal del gobierno y hacer burlas de Maduro y del régimen.
De chavista detestable, ladrón, corrupto, sinvergüenza (aunque vivo de un modesto sueldo de profesional que apenas me permite cubrir necesidades básicas), me metamorfosearé en ciudadano, venezolano decente, hombre inteligente, demócrata convencido, etc., aunque seguiré siendo el mismo pendejo de siempre.
Por eso ya dije antes y lo reitero nuevamente, para pesar de mis críticos, el 6D votaré nuevamente a los rojos.
Me niego a creer que Ramos Allup, que Leopoldo López, que María Corina Machado y Antonio Ledezma de verdad puedan ofrecer a Venezuela cambios que favorezcan al pueblo. No soy tan viejo pero no es verdad que antes de 1999 Venezuela era ningún paraíso, como intentan hacernos creer.