Demasiado seguido este personaje -correveidile- ha ido cayendo en
tropelías que en nada lo realzan, se guinda de todo, ataca y
contrataca, aburre y persiste, es hasta desvergonzado con escrúpulos
tardíos, como que no hubiera aprendido de su superiores adecos nada,
absolutamente nada, de las tácticas políticas y habilidades que lo
acerquen a las bellaquerías romulianas de quien se copió hasta el modo
de caminar y, parece más bien un Orgón sin haber caído bajo la
influencia de tartufo y, su rumbo cada día es más perorata que lo
infla de impúdico desmedido.

A Venezuela la tiene a su antojo como si fuera un pan relleno de jamón
y queso que entre más le mete mordiscos más pierde su sabor y, mete la
pata bien seguido, se hunde de pasión que a la misma oposición
irrespeta y, tiene que salir don Chúo Torrealba como su alcahuete
conciliador de malas ganas a tapar la inmoralidad que lo sujeta a él
como compañeros de las mismas ruindades de su cambio por verse.

La importancia de Ramos Allup consiste en hacerse el “pendejo” no el
avispado no, que, por cierto, no lo oculta y con un cinismo de
picardía sin precaución después de salir de una reunión con sus
colegas de la MUD dispara por tuiter: “Aclaración: cuando deba pedir
excusas por algo mal hecho lo haré personalmente. Mientras no lo haga
es porque no tengo por qué pedirlas”-¡qué bello! Una quieta Magdalena
sin lágrimas de sustento y, un arcoíris de fetidez pasiva como aureola
de conveniencia. Y la oposición lo alaba como si él fuera su Nerón al
dente. Y la CEV, lo baña en agua bendita y hasta pensarán en un nuevo
santo que los ponga donde hay como adecos hambrientos de poder con una
cruz acuesta que los oxida de odio sin el bautismo de un Padre Nuestro
que jamás los acerque al pueblo al bravo pueblo, aunque se rompan el
pecho golpe tras golpe de sandeces.

El tiempo corre y la AN se desinfla, se tiñe de sutilezas mal paridas
en un dos por tres después que, su coloquial y excelentísimo
presidente, él mismo que mando al carajo con risas los cuadros de
Bolívar y Chávez en una reacción sibilina que lo mal puso como un
dictadorcito de las efemérides sin cojones, tal cual, oligarcas que no
le corren por las venas, sino que de ellos recibe órdenes expresas,
incluidos los Granier, concesiones y compañías de, dales duro donde
les duele y vacía tu arrechera como un Capriles inquieto con
atenuantes y sin principios -oirá el torpe viciado de ideales
escuetos- en vez de enmendar que la “unión” debería ser parte de su
cambio con que durmieron a sus seguidores y a algunos “chavistas” que,
ya casi no se acuerdan de ellos sin lograr lo que anhelan de por sí...

Lo cierto es que tanto desplante junto y seguido aburre que, no realza
en nada la Patria de la que se burlan con unas pretensiones dañinas
que los consume sin arder.

Bolívar les estorba y les cansa, pues jamás lo entenderán y más un,
Ramos Allup. de reflejos tardíos que se cree que vive en Bariloche de
los atardeceres pendientes detrás de Macri en vez de adaptarse a las
ojeras del saber de Pepe Mujica.

Y, a Chávez jamás lo quiso, lo odia, le repulsa y es de recordar que
una vez fue a Miraflores a una reunión con el presidente Chávez y
perdió la voz no por afónico, no, sino que se enculilló de envidia al
ver un hombre del pueblo dando lecciones de hegemonía íntegra de como
querer a nuestro país y no despreciar a los pobres que necesitan de
muchas atenciones con franqueza y al darse cuenta de su incapacidad
mental frente a él enmudeció y, fue incapaz de soltar, aunque fuera un
estornudo de simpatía o, por lo menos, tratar de ponerse al día de
corregir lo que lo embarra de embrollador y altanero que hasta en eso
se ha vuelto opaco. Y con botar el retrato de Chávez de la AN es una
muestra de miedo a su figura que le estorba en su peregrinar de
figurín adeco no como gomoso o lechuguino, sino como un payaso de
minorías.