“Uno no ve nada en la Asamblea Nacional, por parte de la oposición, que beneficie al pueblo, ahí en los opositores no se encuentra una propuesta que vaya a favor de la gran mayoría. Ellos están en contra de la Patria y a favor del imperialismo… Por otra parte la oposición tiene una campaña macabra, en contra del turismo en Margarita, de ahí es que llaman a que no vengan a visitar a nuestras islas en semana santa. Es una actitud mezquina…”
Pedro Cuartilla, oyó estas palabras del Gobernador Carlos Mata Figueroa en su programa “Llegó la Hora” que transmite su emisora favorita Mundial Margarita (1020AM, 92.9FM y www.radiomundial.com.ve) todos los miércoles a las 10 de la mañana, junto a José Gregorio Rodríguez, en el cual analizan la situación política y desmontan unas mentiras absurdas que la gente de la MUD, cada día inventa y crear matrices de opinión para que el pueblo, le dé la espalda a la revolución, pero que no cala en la conciencia de una mayoría que ha entendido que el proceso revolucionario es el camino ideal para incluir en las políticas del gobierno a la población sin distingos de clase ni ideología.
El reportero andaba por las calles de Porlamar y al ver aquel basurero, pensó: “El Alcalde de aquí debería decretar el estado de emergencia con respecto a la basura, aunque no se entiende cómo un municipio que está entre los más ricos de Venezuela, por sus ingresos propios, está inundado de tantos desperdicios”.
En esas reflexiones estaba cuando recibió una llamada de Pedro Cachamay, quien después de los saludos, comentó lo siguiente: “Viste, Cuartilla, el discurso del Jefe de la Asamblea Nacional en la reunión (porque aquello no se puede llamar marcha) que hicieron para pedir la renuncia del Presidente Maduro. Eso parecía un discurso de aquellos, y yo creo que hasta peor, que daban los borrachitos en el bar Tropical de Tacarigua.
Por otra parte este personaje periclitado y obsoleto, debe vivir atormentado, pues el tiempo pasa y no logra como cumplirle a sus amos y de paso no logra aglutinar a sus compañeros y menos al pueblo, y de paso, me imagino, que debe soñar que está en el 2021 y ve campante a Maduro como Presidente, se despierta y se levanta, dando gritos: ¡Dios mío y el pueblo, échenme una ayudaíta¡
