Realizar una aproximación personal a dos obras de art pop, tipo ready made, de Marcel Duchamp (1887-1968) (Rueda de bicicleta sobre un taburete y el Secador de botellas) a partir de la hermenéutica fenomenológica viene a ser el propósito de este texto breve, pero permitiéndonos una comparación con el proyecto de la oposición política a la Revolución Bolivariana, dado que Ramos Allup y sus adláteres más parecen unos artistas vanguardistas que se inventan cualquier cosa y creen que son unos artistas, cuando no son sino unos auténticos fraudes.
Eso representa todo un reto, dado que las vanguardias estéticas modernas como "Arte retiniano" son indefinibles, como la oposición. Pues, la experiencia evanescente o efímera de lo cinético, de la realidad en movimiento es inenarrable, algo que debe ser vivido; agréguese a ello que la dimensión ontológica de lo actual, como realidad cambiante, por lo que describir y comprender el contexto en que se mueve esa oposición no es más una quimera. No es auténtica sino un aparato que lo mueven desde el exterior.
Por tanto, el conocimiento racional, sistemático, científico o metódico que dice tener sobre lo real dado físico y social, en tanto que aprehensión (inteligibilidad) del acaecimiento empírico, es una cuestión inestable, quimérica. Opiniones sueltas y molientes, moldeadas por el ambiente, cual el canto rodado de las corrientes del pensamiento humano. Así, si Timoteo Zambrano dijo lo que dijo, muy acertadamente; luego se le niega y expulsa. Ya que igualmente en ese ready made la axiología o teoría de los valores morales y juicios estéticos, no son sino opiniones subjetivas.
Por lo que de corolario, desprendido de las premisas anteriores, se tiene que el arte moderno y los postulados de la oposición constituyenuna especie de policromía, consecuencia de ciertas operaciones conducentes a realizar reducciones esenciales de algunos aspectos o dimensiones de los objetos y cosas. O de la realidad cotidiana, cual artista del art pop, como el dadaísmo, no realiza propiamente mediante habilidades manuales y técnicas pictóricas o escultóricas llevadas al extremo del virtuosismo, sino que sencillamente escoge o elige a voluntad con fines experimentales, a modo de una crítica mordaz a la institucionalidad representante del orden social establecido, y en particular de las bellas artes, donde la obra de arte no es más que un fetiche de la mercancía, a tenor de la teoría crítica derivada de la economía política marxista.
En este sentido, el arte moderno se nos presenta como un atelier crítico de los elementos fundantes de la sociedad occidental y sus representaciones graves de la belleza, bello-sublime y lo bueno, según la tradición aristotélica, agustiniana y tomista. Entonces el ready made se presenta como un "divertimento"; de hecho, la "Rueda de Bicicleta sobre un Taburete" (Duchamp, 1913, 1951) comenta su creador que la escogió como representación (primera obra de arte cinético del siglo XX) porque le pareció "agradable de observar cómo desaparecían los radios al girar la rueda"; cosa similar fue al tener la "intención de la secadora de botellas", no tanto por recurrir a su "valor de uso" (Marx, dixit), normal en toda familia francesa de la época, sino como "escultura ya hecha"; esto es, la transgresión de hacer obras de arte que no son obras de arte, sino que son elementos que se combinan como juegos simbólicos representantes del imaginario social moderno-industrial. Finalmente, hay que decir que ambas obras referenciadas, en tanto que constructos irreverentes son una exploración en cuanto a volumen, textura, movimiento y espacio finitos de la materia, donde el artista ofrece posibilidades de acercarse a experiencias estéticas en que la obra de arte tridimensional produce efectos en el espectador, pero no son dables de definiciones estereotipadas.