Cuesta abajo en la rodada, (caída evidente en la popularidad de la MUD) las ilusiones pasadas ya no las puedo arrancar, sueño con el pasado que añoro, (la IV Republica) el tiempo viejo que lloro y que nunca volverá, (del 58 al 98 del siglo pasado) por seguir tras de las huellas (adeco—copeyanos) yo bebí incansablemente en la copa del dolor (del chavismo para ellos); dice una estrofa de un bello tango interpretado por el inolvidable cantante argentino Carlos Gardel, cuya letra recuerda al drama que vive la MUD desde hace algún tiempo para acá, concretamente desde el 6—D (cuando vivió su cuarto de hora de gloria) donde obtuvo 112 Diputados, 2/3, de los integrantes de la AN, hasta el presente momento, la MUD ha venido experimentando una especie de cuesta abajo en la rodada, al extremo de perder casi 10 puntos de popularidad en tan solo un año, es lugar común decir que no supo administrar aquel rotundo triunfo, así como decir que el fantasma de la división apareció y fragmento la unidad, unidad que por cierto solo se apoya en el anti chavismo, lo cual se disimula con consignas vagas, como aquella de apoyar un “capitalismo con rostro humano” o del “capitalismo popular”, cuyas contradicciones nunca supieron explicarla, y es que la teoría que la sustenta es de naturaleza metafísica, corresponde a un orden distinto a la racionalidad y al pensamiento cartesiano.
La MUD la integran decenas de Partidos y minipartidos, grupos de electores y personalidades que constituyen una especie de archipiélagos, con historias paralelas y sin puntos de encuentro en la mayoría de los casos, fenómeno pocas veces visto en la historia moderna donde predominan corrientes del pensamiento político definidas, vinculadas al Socialismo, a la socialdemocracia, y al fascismo, ocurre que en la MUD conviven tantos grupos formando una especie de mezcolanza carente de identidad, lo más parecido a la Torre de Babel, mencionada en las sagradas escrituras judeocristianas, aquella la formaba una edificación de 7 pisos habitada por seres humanos con carencias de comunicación, e identidad de propósitos, haciendo un símil con la MUD creemos que dicha mescolanza constituye su mayor debilidad, obviamente que ello no hace posible que puedan presentar ante el pueblo venezolano ni programa, ni liderazgos, ni una plataforma política en común.
La caracterización de la MUD que hemos hecho ayuda efectivamente a mantener en pie a un gobierno tan errático como el que preside Nicolas Maduro con su equipo de gestión, lo coloca al pueblo venezolano en la disyuntiva a escoger entre un mal Gobierno y una peor oposición.
En Venezuela hoy más que nunca necesitamos una oposición sería, coherente, propositiva, dialogante, no importa que sea socialdemócrata de centro o de Derecha, pero lo que sí es importante es que sea nacionalista y patriótica, así como también necesitamos a una izquierda unidad, socialista y revolucionaria; donde ambos factores se reconozcan y acepten lo diverso de su pensamiento, capaz de llegar a acuerdos que favorezcan al pueblo por encima de sus intereses partidistas particulares, nos referimos a acuerdos nacionales o locales, no cúpulares, y en donde se exprese nuestra democracia participativa y protagónica, multietnica y pluricultural, lo cual constituye el camino que deba ser construido por la sociedad venezolana de nuestro tiempo. El proyecto socialista bolivariano que dejó el comandante Chávez es una referencia muy importante para echar a andar los cambios que conduzcan a crear un sistema de bienestar social basado en el desarrollo de una economía social-productiva, de la conservación- regeneración de la naturaleza y de la formación del venezolano con una visión ética.
Mariano Crespo. @dialogoambiente
