Comienza otra batalla

La muerte anticipada de las primarias y la imposición de la candidatura de Manuel Rosales contribuye a la configuración de un escenario político-electoral que anuncia una confrontación donde se pondrá en juego el futuro de la Patria. No se trata de una simple campaña electoral para elegir el Presidente de la República, el panorama luce mas complicado porque se percibe la confrontación de intereses antagónicos. Comienza otra batalla que pone a prueba la fuerza movilizadota del Poder Popular y la capacidad de los factores políticos comprometidos con la Revolución Bolivariana

La sociedad Venezolana ha permanecido estructuralmente dividida, básicamente, en dos sectores sociales. Por un lado una pequeña elite que ha disfrutado de los bienes y beneficios de la riqueza petrolera, ha usufructuado el poder público para su beneficio particular y por otro lado una inmensa mayoría que durante años permaneció excluida y sin atención a sus derechos humanos y sociales fundamentales. Esa mayoría excluida encontró en el Presidente Chávez el camino para poner en marcha un Proceso de Cambios Políticos y Transformación Social que la convierte en protagonista con su participación activa en los asuntos públicos.

En los últimos años la confrontación entre ambos sectores sociales se profundizó. Así quedó demostrado el 11 de abril con el Golpe Fascista, durante el sabotaje petrolero, en las “guarimbas” y con los enfrentamientos callejeros que se agudizaron en algún momento. Se ha pretendido señalar que esa confrontación es producto del discurso de Chávez y olvidar la fractura social histórica que ha caracterizado la Sociedad Venezolana.

La candidatura de Rosales como estrategia de encuentro para todos los factores sociales y grupos económicos que se resisten a los cambios y sueñan con la restauración del viejo y agotado modelo Puntofijista reanima la confrontación y define las características de la contienda electoral como una autentica batalla política y social.

Esta campaña electoral no se reducirá poner a prueba la simpatía de los candidatos, ni su capacidad para captar votos. El objetivo final va más allá. El discurso de Rosales, su planteamiento y su estrategia de una posible retirada anticipada nos permiten avizorar que estamos ante la confrontación de dos Proyectos Sociales y Políticos totalmente antagónicos.

Rosales representa el pasado, su esencia está en el modelo Puntofjista que niega la Participación Ciudadana y busca restaurar la economía sustentada en la ganancia fácil para una minoría a costa de la al exclusión social de una inmensa mayoría de Venezolanos. Rosales representa la privatización de la salud, la educación, las Empresas Básicas y la Industria Petrolera. Rosales encarna la esencia del Neoliberalismo con la entrega de nuestra Soberanía Nacional. Rosales es el candidato del Gobierno Norteamericano y su presencia en la contienda electoral obedece a una estrategia intervencionista que busca frenar el Proceso de Cambios y Transformación Social.

La reelección de Chávez representa el camino para profundizar los cambios, corregir los errores y darle continuidad a un Proyecto de País esbozado en la Constitución Bolivariana. La reelección de Chávez le cierra el paso a cualquier intención que pretenda poner en venta pura y simple los Activos de la Nación, a cualquier intención privatizadora. Abre el rumbo hacía una Economía Social sustentada en nuevas formas asociativas y de producción que niegan la explotación y la ganancia fácil como objetivo de la Acumulación de Capital.

La reelección de Chávez garantiza la continuidad de las Misiones y Programas Sociales. Garantiza la consolidación de la Democracia Participativa y Protagónica y abre paso a la construcción de un nuevo Poder Popular como fundamento político de un Socialismo para el Siglo XXI.

Desde esta perspectiva podemos afirmar que estamos ante una nueva batalla. La batalla por 10 millones de conciencias. Nos corresponde entonces, superar las pequeñas contradicciones políticas, dejar a un lado las pretensiones hegemónicas y reivindicar nuestra convicción de Militantes de la Unidad para derrotar a los enemigos de la Patria agrupados alrededor de una candidatura que nació bajo el signo de una derrota anticipada.



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Darío Morandy


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