Sorpresivamente dentro de la agenda de la desestabilización: un puñado
de sinvergüenzas de oposición que estuvieron frente a la OEA y con
coro desafinado le cantaron a Almagro: ¡Venezuela te ama! ¡Qué
repugnancia nos corre por las venas! -dijo un taxista puertoriqueño
con asco cuando frenó su taxi para taparse los oídos por la ignominia
que oía.
Y, Almagro con su cara de -perro uruguayo traidor- les enseñó los
dientes de su entrega y soltó un ladrido de lástima por él y por los
presentes que estaban rebajando un país que no les pertenece ni les
viene a ninguno de ellos en su estatura moral y, como seres flotantes
en los EEUU cubren sus amarguras anárquicas empeñando su conciencia
que, como apátridas más nada les queda cuando, se arrodillan a un
extraño buscando su auxilio de injerencista.
Y, en Venezuela -Julio Borges- atascado de felicidad prematura bien
fortalecido en su consabida posición de entreguista como inmoral
pretencioso: se frotaba las manos de alegría por la reunión de
cancilleres en la OEA donde iban a malponer internacionalmente a
Venezuela sin imaginar el fracaso final que dejaría la reunión de
cancilleres en la OEA y, que él en horas antes de la mañana había
llamado al lacayo de Almagro para felicitarlo y, con palabras
patéticas de emoción le puso a las órdenes las llaves del este y
atascado por su comprensión le ofreció nombrarlo hijo valeroso de la
MUD y sin vacilar por el daño que se infrigía personalmente como
político de baja estatura dejó que se le enfriara el guarapo que había
comenzado a tomar y sin un peldaño de seriedad -le dijo a Ramos Allup,
yo amo a Almagro por lo que hace por nosotros y, Ramos Allup, arrugó
la cara de fastidio y ¿qué no pensaría...?
Y en la OEA en carreras de malas intenciones a Almagro sólo le quedó
decir con la nariz tapada: "Venezuela sigue en la agenda de la OEA" y,
el presidente Maduro a través de la canciller sin caer la bola fría de
las malas intenciones de Almagro: le mandaron un trancazo a su
secretaría: "Venezuela participará en Asamblea General de la OEA en
México" con lo que Almagro se resteó al tuitear, Venezuela me
quiere... y, con consideración de causa pensó -la recibiré con
mariachis en Cancún y con Lucerito de esperanza que se queden.
Y, como Almagro no tiene mucho que decir del Gobierno de Venezuela a
no ser repetir siempre lo mismo: que sí es que sigue que va a caer y,
en eso vive con el yoyo enredado y Julio Borges lo acosa de noche
dormido con una carraspera de muchas pendejadas -en Cancún se les van
inflar los cojones de rabia- cuando la canciller de Venezuela lo tire
al piso de tanta trompada que va a llevar con un verbo congruente de
ética estirado de paciencia que tape tantas mentiras juntas y, le
demuestre lo tramposo que es y en lo que ha caído al entregarse a una
oposición que tiene el rumbo político perdido y, a él nadando sin
salvavida al creer la pendejada que le gritaron en la OEA, -"Almagro,
amigo, Venezuela está contigo". ¡Yo te aviso! ¡Cómo no! Sigue soñando.
Por lo que Julio Borges, carga un ratón de arrechera porque la OEA le
quedó grande y, cada vez se quedan más solos en el mundo.