La ignorancia extermina

Durante mi duermevela, en mis momentos de reflexión, trato de buscar alguna respuesta a lo que está ocurriendo en el mundo y por lo tanto, también en Venezuela. Si fuera creyente inquiriría en la teología o en La Biblia con la esperanza de hallar una solución. Pero mi ateísmo irreverente me aconseja que ningún Dios ha resuelto nada a los largo de la historia, al final solo quedan sus estatuas olvidadas en algún museo o erguidas en una plaza pública en espera de las deposiciones de las palomas. Entonces si ningún Dios ha resuelto nada, quiere decir que tampoco es responsable de las desgracias que nos han asechado, nos asechan y nos asecharán.

Si Dios no es responsable de nuestro pesares solo me queda una opción, atribuir la mayoría de los males a la gente que habitó y habita en este globo errabundo y que va en vías del ocaso, consecuencia de múltiples y perpetuos maltratos a los cuales lo sometemos.

La mayoría de las desgracias que han asolado y asolan al planeta son secuela de la ignorancia, en un principio por desconocimiento de la raíz del problema y pasado el tiempo, por la ineptitud de muchos individuos que a pesar de existir la fuente de consulta para hallar la solución se empeñan en ignorarla.

Muchas fueron las pestes y epidemias que devastaron, en tiempos primitivos, una gran parte de la Tierra por la ausencia de las mínimas condiciones asepsia: inexistencia de cloacas, falta de higiene personal, carencia de información sobre la manipulación de los alimentos…Luego de estudios científicos se descubrió la raíz del embarazo y se logró la solución mejorando las condiciones de higiene además, con el invento de las vacunas. Mucho fueron los pacientes que perecían en el quirófano por la falta de higiene de los cirujanos, quienes se negaban a lavarse las manos antes de una cirugía y por la inmundicia de las batas sanguinolentas, de las cuales se jactaban como muestra de su ejercicio profesional. Una vez descubierto el origen del inconveniente, los fallecidos después de una intervención quirúrgica disminuyeron en un alto porcentaje. Como ven el desconocimiento, es decir la ignorancia, de los factores que determinan la comprensión de la dificultad puede causar la muerte. Indubitablemente, la ignorancia mata de manera despiadada.

La obesidad es consecuencia, en algunos casos, de la ignorancia, es decir la carencia de información sobre la ingesta de una alimentación sana y balanceada. Este analfabetismo gastronómico está llevando a millones de personas a padecer de sobrepeso y como secuela, los padecimientos derivados del exceso de grasa corporal. Es por eso la importancia que desde la escuela se inicie la educación sobre los beneficios de una alimentación sana y balanceada. El lector debe investigar todo lo relativo en materia alimenticia para él y su familia, porque la ignorancia mata.

Me preocupa lo que está ocurriendo en la esfera terráquea consecuencia de la ignorancia de las personas sobre los tópicos de importancia, que de tener conocimiento preciso mejoraría la calidad de vida de cada uno y como consecuencia, prolongaría el tiempo de vida de nuestro planeta.

Es sorprendente la ignorancia de ciertos políticos en diversas disciplinas en las cuales debería estar forzosamente informado. Por ejemplo, actualmente el presidente de EEUU, el empresario Donald Trump, tiene un palmario desconocimiento del problema ambiental y se empeña de retirarse o de negarse a rubricar algún tratado internacional vinculante con el problema ecológico. Esto no sería una contrariedad si su actuación lo afectara a él solo, lamentablemente esta negativa perjudica a millones y millones de personas constreñidas a respirar un aire contaminado, a regar plantaciones con agua infectada, a padecer los peligros de la desforestación, entre tantos males.

Me sorprenden los requisitos tan elementales y triviales que debe cumplir un aspirante a una alcaldía, a senador, a diputado, a gobernador y a presidente. Los problemas mundiales son sumamente complejos y no bataría que un candidato, por ejemplo a presidente, sea un "empresario de éxito" para regir los destinos de un país. No es posible que un postulante a la presidencia desconozca parte de la historia mundial, la de su país, de la geografía del planeta, de los problemas de la ecología, de las cuestiones financieras que están arrebatando la soberanía de las naciones…La ignorancia de un funcionario de alta magistratura podría acarrear el exterminio de millones de seres humanos. Tal como ocurre en la actualidad.

Los conocedores de la fisionomía y fisiología del cuerpo humano saben que los bíceps, los tríceps, los abdominales, los pectorales…entre tantos músculos que sostienen el organismo están dentro de nosotros. Solo basta una buena alimentación y una buena tanda de ejercicios para ponerlos de manifiesto. De igual manera, el cerebro posee masa gris, pero esa sustancia hay que nutrirla para que de origen a las ideas. De igual modo, las ideas se conforman con palabras, frases y oraciones y para que esta masa gris tenga operatividad debe alimentarse y esto se solo consigue leyendo. Quien no alimente y enriquezca el cerebro con las lecturas será presa de la ignorancia y si esta persona es un dirigente político puede llevar a millares de sus correligionarios y a sus adversarios a una muerte segura.

No tengo animadversión contra ningún dirigente de la oposición de Venezuela, por fortuna no los conozco, pero su comportamiento público me obliga a pensar en ellos de una manera nada halagüeña. Me voy a referir a pocos de ellos, con la certeza que no me abriga nada personal, pero me preocupa su insuficiencia de vocabulario, lo cual me conduce a pensar en su inopia de ideas.

Hay "momentos estelares" del señor Capriles Radonsky" imposible no recordar. El primero, cuando se paró frente a numerosos seguidores para celebrar su nominación presidencial por la MUD. Después de un largo silencio atronador, consecuencia de la ausencia o insuficiencia de palabras, solo se le ocurrió arengar ¡Venezuela, te quiero que jode! Otro episodio similar aconteció en una de sus intervenciones, después de la anunciada pérdida de las elecciones contra su oponente chavista, el otrora candidato, hoy presidente de la república MM. Ante la ira atragantada y la penuria del discurso a CR solo se le ocurrió invitar a sus seguideros a "descargar la arrechera". Una muestra de su falta de ideas que lo conmina a saltar las normas elementales del buen uso del idioma. Pero la actuación estelar de HCR, en una de sus últimas intervenciones, me corrobora su carencia de todo tipo de formación política. En este escenario exhorta a sus seguidores en una alocución que más bien pareciera una bravata en un botiquín de mala estofa. Esto sucedió cuando gritó frente a sus acólitos y a todo pulmón: "Maduro coño de tu madre" (pido disculpa, pero la frase no es mía). Una verdadera vergüenza, una muestra evidente de carencia de léxico y de discurso. Por este motivo tiene que esgrimir frases prosaicas, dado que su cerebro no almacena las oraciones dignas de una oratoria elegante. Pero esto no fue lo más triste para mi, de seguida me sentí más afligido al escuchar a los presentes repetir exaltados, al unísono y en estribillo, aquella frase vulgar como si se tratara un eslogan publicitario. Indudablemente, se merecen a este líder. La ignorancia de HCR ha traído, trae y traerá muy malas consecuencias.

"Consulté con Leopoldo el significado de la constituyente y fue entonces cuando quedé enamorada de una asamblea constituyente". Palabras más palabras menos de la señora Lilian Tintori, vocera de la oposición, quien recorre al mundo hablando mal de nuestro país y de nuestro proceso. La indocta dama, alardeando de su magna ignorancia, no estaba al corriente de la importancia de una Asamblea Constituyente. Un joven cerebro huérfano y vacuo de ideas.

La que es un primor, en eso de la grandilocuencia elegante, es la diputada Gaby Orellana. De esto nos puede dar fe la fiscal Luisa Ortega. La alta funcionaria debe recordar con complacencia la arremetida oral y desconsiderada, mediante epítetos denigrantes, con que esta "representante del pueblo" la descalificó, hoy su aleada y correligionaria.

Es apologética ignorancia de la mayoría de los líderes de la oposición venezolana, además de carecer de elocuencia, desconocen la historia y la geografía del Venezuela, no tienen, conocimiento de los problemas ecológicos, tampoco del negocio petrolero, desconocen la problemática que acarrea la instalación de un gobierno neoliberal, no están al tanto de los conflictos financieros que están llevando al mundo a una futura hambruna…Lamentablemente, en el caso negado de su ascenso al poder por la vía violenta o por elecciones, la crasa ignorancia de sus líderes nos va acarrear graves problemas, inclusive, la muerte de muchos venezolanos. La ignorancia extermina. Lee que algo queda.



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Enoc Sánchez


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