Santo Padre:
Inquietudes me mueven a escribirle estas líneas en tono epistolar que, a decir verdad, no creo alcance a leer. Pues, entiendo que no distrae su atención en algún apresurado examen de la sección de opinión de una web de la izquierda crítica como esta donde sus dueños y administradores, personas de buena voluntad y preocupados por el bien común, me permiten expresar mis pareceres sobre aspectos varios de aquello que se tiene delante, también en el plano que se pudiera llamar eclesiología y pastoral, cuestiones estas últimas que, contrario a lo que muchos creen, no es exclusiva de eclesiásticos o canónicos catedralicios.
Como fuere, padre Bergoglio, el asunto es que si por cierta intervención de persona humana, ente institucional o espiritual, incluso, con perdón, llegare a enterarse de la narrativa que por estas palabras se ofrecen, le participo de la formación de cierto consenso intersubjetivo, por así decir, en la ciudad de Barquisimeto; que pudiera ser corroborado mediante conocidos recursos de las ciencias sociales (cuestionarios estructurados o abiertos para desarrollar encuestas, grupos focales, entre otros), acerca del amplio rechazo de la conducta del Arzobispo de Barquisimeto Antonio López Castillo; a quien no obstante siempre encomendamos a Dios en misa, a fin de que aplique sana doctrina en su grey, desvinculándose del activismo político que ahora le agobia y contamina a todos.
Pero resulta que, a todas luces este Sr. Arzobispo, hace un buen tiempo desde una perspectiva reduccionista, está empeñado en instrumentalizar políticamente la devoción del pueblo larense a la Virgen Divina Pastora, que es parte del imaginario religioso general, torciéndola hacia una opción política; porque aquí es un hecho notorio, público y comunicacional la adherencia de Mons. López Castillo hacia una parcialidad que en la arena política se bate por el poder, conocida como Mesa de la Unidad Democrática; varios de cuyos factores como son los partidos: Primero Justicia y Voluntad Popular son quienes organizan y dirigen la violencia que, en los últimos dos meses, ha regado de sangre literalmente las calles de Venezuela, pero en forma aviesa atribuyen exclusivamente a la fuerzas del orden público.
Este Arzobispo y por extensión se supone que un círculo inmediato de asesores eclesiásticos y civiles o laicos, sometidos a su voluntad, parece creer que participa de una épica cruzada contra el comunismo, cual san Juan Pablo II en su Polonia natal; y de manera acrítica acusa al Gobierno Nacional de toda acción violenta en las protestas, perdiendo así toda ecuanimidad. Uno de los aspectos de su narrativa que comparte con su Vicario General el padre Araque y algunos otros sacerdotes como el párroco de la Parroquia Santa Cruz es que Venezuela en la actualidad al igual que el pueblo de Israel en Egipto padece la violencia del sometimiento de una tiranía y entonces ellos unos profetas que anuncian su liberación y los jóvenes que encapuchados destruyen bienes públicos y agreden policías y guardias nacionales, son unos guerreros por eso él como Arzobispo de Barquisimeto y tal como se pudo ver este jueves los bendice con mano extendida y brazo poderoso, no se podrá negar entonces que bajo ese imaginario religioso y político se puede esperar cualquier cosa de esta nueva guerra de los cristeros, exaltados también recientemente por la Vicerrectora Académica de la Ucla, en PORMAR TV.
De hecho en la tradicional procesión anual de la imagen de la Divina Pastora cada 14 de enero que se efectúa en la ciudad de Barquisimeto, Centro Occidente de Venezuela, ha querido hacer de ésta una romería política, celebrando el triunfo de la oposición ante la Asamblea Nacional; pero nunca ha acotado por ejemplo que al menos algunos programas sociales como Las Misiones: educativas, salud y vivienda son un conjunto de iniciativas óptimas con fines de lograr la promoción humana y social de buena parte de todos nosotros, como parte de los sectores socialmente vulnerables.
Bueno es que, en tanto que "Pastor" eclesiástico ejerza la crítica social, sin embargo bien parece que otra cosa es que siempre aparezca al lado de los poderosos: empresarios, comerciantes, ONGs, el gobernador, el alcalde y demás figuras política-partidistas, que son una fracción política opositora al Gobierno Nacional. Y así, bajo tal opción va formando también a los seminaristas, según hemos observado; de tal suerte que es un asunto preocupante, ya que además decepciona a muchas almas sencillas y hasta esa actitud politizada de Mons. Antonio López Castillo les parece escandalosa.
En fin, si alguien ha logrado leer hasta aquí, es de destacar que entre personas cercanas, todas personas de a pié, creemos que la Arquidiócesis de Barquisimeto debe contar con otro Arzobispo, ecuánime y evangélico; éste esperpento y tarambana maracucho de medio pelo debe ser trasladado a otra zona porque por aquí hace más mal que bien, nos parece. Aunque tal vez sea mejor que se acoja a la jubilación y se vaya a alguna Cartuja a pulgar sus pecados evidentes, y en especial su pasión dominante: la plata y el servilismo a los poderosos. O también puede pedir dispensa y dedicarse a la lucha política de manera más honesta.
Lo último es que en comandita con el alcalde y gobernador ha inventado una nueva visita de la imagen de la Divina Pastora este 15 de junio para "Rezar por Venezuela", cuando en verdad lo que hace es acompañar la protesta callejera y hasta manda a los alumnos , jóvenes adolescentes, del Colegio Diocesano a protestar, por lo que se ha visto que estos jóvenes cerrando el paso de automóviles, ahí, frente a la sede de la gobernación del estado Lara, carrera 19 con calle 23; de donde se tiene que ha entrado en desesperación al igual que todos los sectores de la oposición venezolana, de la que ha llegado a ser una denodado agente, de tal suerte que todo esto lo debe inhabilitar para seguir con su función de Maestro de la fe, porque no lo ha sido, sino que lo que hace es irrespetar el símbolo que es la Virgen Divina Pastora.
Bien, Señor Obispo de Roma, dado que suponemos que Ud., no habrá de leer estas líneas no vamos a perderle que nos eche la bendición, aunque sí rezamos por su persona y el éxito en su "Ministerio Petrino", que solía decir su antecesor el Dr. Ratzinger.