Un particular o ciudadano sin formación puede ser tomado por incauto, presa de prejuicios políticos e ideológicos a los que nos tiene acostumbrados los medios del diversionismo mediático, aquellos al servicio de la burguesía y del imperialismo de la información al mirar la realidad venezolana, la coyuntura por la cual atraviesa, podemos deducir de la realidad, la apariencia de que es "Política de Estado", de modo deliberado un empobrecimiento progresivo de la población venezolana, que en Venezuela existe una "dictadura de estado", y por tanto que el proyecto chavista, es "un fracaso" que nos ha llevado hacia la hambruna en pleno siglo XXI. Tales juicios erráticos, prejuiciados no son casuales, responden a una realidad aparente, empírica, de que la realidad es tal como es, a cierta formulación empírico analítica de quien analiza dicha realidad.
Veamos; "A inicios de noviembre de 2017 el sueldo mínimo mensual, fijado por decreto presidencial, subió de de 136.543,40 a 177.507 bolívares. Al sueldo formal se suma obligatoriamente un bono de alimentación, incrementado en el mismo decreto a 189.000 a 279.000 bolívares; así el llamado salario mínimo "integral" quedó en 456.507 bolívares. A ese incremento salarial del 30 % –quinto y último del 2017– siguió un incremento de precios que lo duplicó en 30 días". (el subrayado es mio)¿Que estaba pasando?, sencillamente, que mientras el gobierno de Nicolás Maduro pretendía ajustar los salarios en la medida de lo posible con relación al aumento de precios, la empresa privada respondía, sin dar tregua alguna de recuperación al trabajador. La respuesta de la burguesía, del comercio y sus canales distribuidores fue despiadada, aumento de precios que mas que "duplicó" al aumento de los salarios, politica criminal sostenida de modo deliberado.
Aquí puede verse claramente una política de empobrecimiento social y no del Estado, sino de una clase social que pretende el control de la economía, aunque diga lo contrario, que el Estado pretenda regular la economía, quiere decir que de acuerdo con fuentes como "CEDICE nos indica que el 30 de diciembre de 2017 el precio de la cesta de 61 bienes y servicios en modesto consumo promedio de una familia de 3 personas, había escalado hasta poco más de 8.751.000 bolívares". Y bueno, que empresario está dispuesto a pagar esa cesta de alimentos, ninguno, menos la capacidad de pagos del gobierno, quiere decir que el aumento desmedido de precios presiona el aumento continuo de sueldos y salarios y estos presionan al alza de la demanda de dinero, presiona al gobierno para generar dinero inorgánico, para luego encubrirse con el argumento de la hiperinflación y el déficit publico contra el gobierno, aparte de ser absorbidos por mafias especuladoras de dinero.
Fijémonos que "La inflación de precios del mes de diciembre fue del 105,69 % –133,35 % en alimentos, 123,73 % en alimentos servidos, 3,54 % en servicios, 55 % en recreación, 86,18 % en productos de higiene personal y 71,74 % en transporte–. Gran parte de esa variación concentrada en la primera quincena; 62,36 % en apenas 15 días", ¿porque la burguesía concentra el peso de los aumentos de precios en los alimentos?, sencillamente es un medio de control social y político, un arma política para chantajear gobiernos, un instrumento probado por el imperialismo para someter países. Para llegar hasta aquí, con la hambruna social, la empresa privada, algunas de ellas sobre todo vinculadas al imperialismo procura hacer improductiva la economía, fracasar la producción y el abastecimiento, concentrarse en las importaciones para inducir endeudamientos externos, las importaciones., haciendo creer que el fracaso es propio del chavismo, y no de su impericia para ser mas productiva, mas soberana y mas independiente.
¿Que hacer ante tal realidad?, ciertamente la burguesía no tiene la capacidad de liderar un proyecto nacional de desarrollo, ella sigue siendo una clase colonial, dependiente y parasitaria, razón por la cual solo una revolución puede y debe transformar el aparato productivo, crear nuevas empresas sociales, asociativas, comprometidas con la producción social, el mejor antídoto contra la inflación, producir alimentos para el pueblo, para toda la sociedad, sin exclusión social, tenemos que crear nuevos canales de distribución de alimentos, redes populares, los claps serviría a tales fines, siendo controlados mediante los controles de pagos, el carnet de la patria ayudarla en ello, hay que ir hacia la digitalización de la economía, de sus medios de pagos. La inflación debe y puede ser derrotada mediante la economía alternativa, la economía emergente de orientación socialista.
Para romper esa infernal agresión del dólar, debemos crear una nueva moneda, un medio de circulación nacional, acompasado con el Petro, o equivalente del mismo, pueda ser un nuevo sistema de compensación monetaria soportado por las riquezas minerales del país, cuyo valor sea superior al bolívar actual y el dólar paralelo, con ello desdolarizamos la economía, doblemente sacamos de circulación al dólar sobrevaluado y al bolívar devaluado, un nuevo signo monetario para enfrentar las transacciones del mercado, mientras el Petro nos ayuda con las transacciones externas, los pagos externos, el nuevo signo monetario nos permitirla absorber todo el papel moneda fugado del país, estableciendo una caja de conversión.
Todos sabemos que conspiran contra la economía, determinados focos de bachaqueros, comerciantes, guardias fronterizos y policías, a ellos debiera las autoridades hacerles seguimiento, son los responsables de la fuga de alimentos, acaparamiento, especulación, no solo materialmente sino también del dinero, resulta que si antes era el bachaqueo y trafico de alimentos, ahora pasó a la especulación con el dinero, el canje de billetes, el trafico de los mismos a Colombia y sus Casas de Cambios, la intención es secar de dinero circulante la economía, entorpecer la circulación de dinero y bienes, de allí que en mercados populares procuren los comerciantes vender mas barato, mientras que los supermercados mas caros, empobreciendo al pueblo, esta si es una política de empobrecimiento sostenida y deliberada, ellos si que son genocidas, su complicidad llega acusar al Estado de política criminal cuando son ellos con su política de precios y su aspiradora de dinero quienes declaran en estado de hambruna al pueblo venezolano.
Fuente consultada:
,-Rodrigues González, "La pobreza como política de estado Venezuela, Panam Post, ene/20/2018