Tal como con el vocablo seguridad, también con el vocablo educación el condal candidato, Manuel Rosales, ha venido abusando de su explicable simpleza. Pero resulta tan condal en esta área también, que su oponente en el campo de la unidad de la oposición, y en privado, seguro debe llamarlo, y de manera muy sonora: don Manolo Froebel Montesori.
Hablar de educación, es hablar quizá de lo más humano que se pueda hallar. Pienso que, para acercarse a eso, a lo humano (concebido como el dejar atrás la mera animalidad que también es inmanente en nosotros) es necesario primero tomar conciencia de lo meramente instintivo para canalizarlo; lo cual, sólo es posible, a través de la educación, que muchas veces hay que inculcarla aun contra la voluntad de los educandos y, más grave aún, contra la voluntad de los propios progenitores de los educandos que debieran, a la vez, ser sus formadores, y para lo cual se necesitan maestros verdaderos, no burócratas, con estímulos de gran valor que, por falta de fortuna de la raza humana, no se encuentran a la vuelta de la esquina en este perro mundo.
Pero rebajando el vocablo educación a lo electoral, don Manolo Froebel Montesori no ha mucho tiempo había anunciado que, si ganaba (supuesto negado), extendería el programa de becas a todo el país, para que no se quedara ningún bachiller en las calles por falta de cupo. ¿Habráse visto? Eso es como ofrecer extender la entrega de gasolina, a todo el mundo, para que no haya nadie que se quede sin carro. Así observo la lógica de este augusto sujeto electoral: don Manolo Froebel Montesori, alias “El de Unidad”…
Pero es que, luego se pone aún más protocolario desde el punto de vista conceptual, y lanza (para atender la educación preescolar, básica, media y universitaria) el siguiente cuarteto luminotécnico: implementar planes de entrega de útiles escolares y alimentación; la atención inmediata a todo lo que significa la infraestructura de preescolares y escuelas básicas a nivel nacional; que todas las escuelas y preescolares contarán con dos programas: uno de entrega gratuita de textos y útiles escolares, basado en el método que han utilizado en el estado Zulia (donde presumo que habrá contado con la colaboración del fino maestro López Cisco), y otro de alimentación escolar; y que, para el bachillerato, atacará la dotación, que es el primer problema (presumo también que acompañado del fino maestro López Cisco), pues habría una emergencia en la infraestructura. En cuanto a las universidades, planteó un fortalecimiento de la autonomía, con su debido presupuesto, y con el respaldo del gobierno. (Bueno, con él… seguro que continuará siendo con el respaldo de la oposición).
Si esto sigue por el camino que va, vislumbro que los observadores internacionales que hayan permanecido aquí llegarán seguro muy diluidos electoralmente al 3 de diciembre, y además saturados de frescos conocimientos luego de haber oído las tesis educativas de este tronco e` candidato: don Manolo Froebel Montesori. Porque habrán observado que, todas esas ingeniosas ofertas que hace, son justamente programas ya muy avanzados del Chávez que él pretende derrotar de forma tan quimérica.
Pero a propósito del reciente lanzamiento de la revista Play Boy Venezuela, con la que don Manolo seguro colaborará en extenso para tratar de hacer más felices a los muchachos beneficiarios de su plan educativo, debiera, para ese momento culminante de su campaña, dejarse de pendejadas y hacer lo propio; es decir, editar también una revista que bien pudiera llamarse Ma-Nuel-Voy, e ilustrar su primer y único número con dos desnudos suyos de cuerpo entero: uno de frente, y otro de perfil, a ver carajo si alcanzamos verle por fin algo que resulte interesante. Porque, con las exposiciones tan brillantes que hace en ese campo, ese muy querido negro Aristóbulo, vemos que no se hace necesario en él desnudo alguno para notárselo.
Y es que hablar de educación, don Manolo, y con propiedad, no es para “estafadores de perdices” como usted.