Los muertos de Cj Borges

Los criminólogos, los policías y los jueces se pusieron de acuerdo en tipificar a los responsables de los asesinatos, es por eso que la prensa los refiere como autores intelectuales y autores materiales, es decir, asesino intelectual y asesino material, respectivamente. El primero, es quien escoge la víctima y paga la comisión del delito, además induce, instiga, incita e impulsa a otros a cometer el homicidio por un motivo personal y el segundo, es quien selecciona el arma, planifica el asesinato, lo perpetra y cobra por el crimen, es el llamado sicario.

Existe también el criminal de guerra, es decir aquel que comete un crimen de guerra, cuando se prueba que el culpable ha violado las protecciones establecidas por las leyes y costumbre de la guerra, integradas por las infracciones graves del Derecho Internacional Humanitario. Tales contravenciones son cometidas en un conflicto armado y por las violaciones del derecho internacional. Por lo general estos delitos son juzgados en tribunales, como la Corte Internacional de la Haya, definidos en el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional.

Entre los crímenes de guerra se encuentra el genocidio, referido a la matanza, en especial, de un grupo nacional étnico, racial o religioso y los crímenes de lesa humanidad, cuando incluye un ataque generalizado o sistemático contra una población civil que incluye asesinato, exterminio, esclavitud y deportación o trasladado forzoso de población.

Ciertamente, parece ser que la imputación de los criminales de guerra depende del perdedor de la conflagración, así mismo, está en manos de la objetividad o subjetividad de los jueces seleccionados por los vencedores. Después de finalizada la Segunda Guerra Mundial, los aliados determinaron y sancionaron las responsabilidades de ocho dirigentes, funcionarios y colaboradores del régimen nacionalsocialista de Hitler. Entre los delitos por los que los acusaron de destacan: crímenes contra la paz, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. Estos procesos se llevaron a cabo en la ciudad Alemana de Núremberg.

Imposible negar que aquellos nazis cometieran los delitos que les fueron imputados. También es importante destacar que ningún juez levantó su mano para acusar a ciertos militares aliados por los crímenes de guerra, cometidos contra la población civil de varias poblaciones alemanes donde murieron hombres, mujeres y niños. Ciudadanos que no tenían nada que ver con los pertrechos militares, como por ejemplo, los habitantes de Colonia, destruida en un 65 %, Dortmud en un 54 % y Dresde en un 59 %. Sobre esta última se lanzaron 4000 toneladas de bomba explosivas, además de los dispositivos incendiarios. La mortandad en esta ciudad se sitúa entre 25.000 a 40.000 muertes. Tampoco se le declaró criminal de guerra al presidente Harry Truman, quien ordenó el bombardeo contra Hiroshima y Nagasaki donde murieron más de 300.000 japoneses y la parcial destrucción de estas ciudades.

Si de criminales de guerra se trata es imposible dejar de mencionar a los Bush (padre e hijo), Obama, Toni Blair, Asnar, Nicolás Sarkozy, Donald Trump y Benjamín Netanyahu, incursos en los delitos de genocidio con ataques generalizados y sistemáticos contra los pueblos del oriente medio y contra el pueblo palestino. Evidentemente, no existió, ni existe ni existirá un juez valiente que se ocupe de juzgar a aquellos infames seres cuyo único propósito fue y es apoderarse de las riquezas energéticas ajenas, en detrimento de la vida de sus pobladores. Cosas de la guerra.

Modernamente hay nuevos crímenes que no están contemplados en las cartas de la Naciones Unidas, ni en los artículos de la Corte Internacional Penal y en ningún documento que apunte al resguardo los derechos humanos de la población. Yo los llamaría los crímenes de la diplomacia, donde no se utilizan armas de ningún tipo, solamente la voluntad de algunos sujetos siniestros, cuyo único propósito es hacer "lobby" o mejor dicho "jalar bola".

La diplomacia moderna nos explica que hay individuos especialista en "hacer lobby", es decir aquellos grupos dedicados a presionar a un gobierno o a una empresa, especialmente en lo relativo a decisiones de tipo político y económico; por lo general. Tales decisiones coincidirán con los intereses de la caterva que los está financiado, que de seguro son las multinacionales, cuya pretensión es influir en las decisiones de los gobiernos nacionales, estatales y regionales.

Indudablemente una fallo que beneficie al grupo de presión, como secuela deberá perjudicar a otro y sobre todo, si la solicitud de estos "lobby" involucre aspectos políticos y económicos. Es aquí donde aparece Cj Borges.

El diputado Cj Borges acaudilla un grupo de "lobistas" recorriendo el mundo solicitando sanciones económicas y políticas contra el gobierno del presidente MM. Sin pensar que tales puniciones afectan a millones de venezolanos que no tienen nada que ver con los intereses que él representa. Estos son los mismos que los de las empresas trasnacionales radicadas en Norteamérica y en la UE. Este lobista despreciable de PJ y su grupo de canallas le están ofreciendo a dichos consorcios, a precio de saldo, las riquezas que están fuera y dentro de las entrañas de nuestra tierra.

Pareciera que tales sanciones no pasaran de frases y oraciones, pero lamentablemente aquellas prohibiciones se hicieron efectivas y el pueblo de Venezuela está sufriendo los embestidas acarreadas por los aciagos correctivos puesto en práctica por Donald Trump, sus aliados de UE y algunos presidentes lacayos de Centro y Suramérica en atención de Cj Borges.

Las consecuencias de las sanciones económicas impuestas, a solicitud del diputado de PJ, la estamos padeciendo la mayoría de los venezolanos, quienes responsabilizamos al malhadado Cj Borges de todo lo que sucede y sucederá en la patria de Bolívar. Por culpa de ese infeliz no se consiguen medicinas para el tratamiento de diversas enfermedades. Esto le acarreará la defunción de algunos enfermos por no conseguir los medicamentos, dado que los laboratorios radicados en el norte cumplen con el mandato del presidente de los EEUU: no comerciar con Venezuela. Estos serán los muertos de Cj Borges. Así mismo, en caso de que se adquieran las medicinas, el precio es sumamente elevado, dado que los laboratorios y las farmacias que la venden, como malvados comerciantes, la despachan al precio de dólar negro, con el infeliz resultado que muy pocas enfermos podrán adquirir estos medicamentos y en algunos casos el paciente morirá. Muertos de Cj Borges. Actuadamente numerosos pacientes deben ser sometidos a una intervención quirúrgica por algún padecimiento, pero los precios de las medicinas y todo lo vinculado en este acto médico es tan oneroso, que el paciente no podrá ser intervenido. Resultado de esto, el fallecimiento del paciente. Otro muerto de Cj Borges.

La inflación, el Dólar Today, el bachaqueo, el acaparamiento y el alza desmesurada de los precios de los alimentos es culpa de las sanciones económicas y políticas impuestas por Donald Trump a la súplica de Cj Borges, que hace imposible que las personas de bajos recursos dispongan de una alimentación balaceada que le asegure una buena salud. Las consecuencias que de esta deplorable acción se deriven es responsabilidad de Cj Borges.

Lastimosamente no existe una corte internacional que juzgue y castigue a los lobista quienes, como Cj Borges, puedan ser responsables de la muerte de cientos de ciudadanos, por la única razón de custodiar sus intereses, los mismos que los de usureras corporaciones financieras, energéticas e industriales globalizadas. Es bueno recordar una frase del escritor argentino J.L Borges, que por fortuna no tiene nada que ver con Cj, quien expresó: "ni la venganza, ni el perdón, ni las cárceles, ni siquiera el olvido pueden modificar el invulnerable pasado" Lee que algo queda.



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Enoc Sánchez


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