Los párrafos que siguen son tomados del libro de Simón Rodríguez “El Libertador del Mediodía de América y sus compañeros de armas, defendidos por un Amigo de la Causa Social”, escrito por el insigne maestro cuando, al viajar al Perú, se encontró con toda una señora campaña mediática anti-Bolívar y anti-Gran Colombia. Salió publicado en enero de 1830 (el Libertador no llegó a saber de él). Cualquier parecido con personajes o circunstancias actuales es pura coincidencia:
“En tres partes dividen los enemigos del Libertador (o léase los “amigos” de la Libertad) la acusación que presentan al público: atacan su carácter, delatan su conducta y denuncian sus intenciones. Carácter del Libertador: ¡es un tirano! Su conducta: es una serie de inconsecuencias, de actos de arbitrariedad, de violencia, de venganza, de despotismo y de crueldad, probados por “millares” de injusticias y de atentados. Sus intenciones son: esclavizar a los pueblos y coronarse.
“Pruebas generales:
1° - Que su popularidad y su liberalismo son aparentes;
2° - Que finge renunciar al poder para asegurarse mejor en él;
3° - Que protestando no querer mandar, hace cuanto puede para perpetuarse en el mando;
4° - Que se han descubierto sus maniobras, y la mejor de todas:
5° - Que las sospechas son razones, en política.”
“Se lee en los papeles impresos (contra Bolívar): Que es un monstruo. Y sigue: Ladrón, loco, tigre, ignorante, grosero, bajo, villano, cobarde; violento, insolente, atrevido, desvergonzado, déspota, tirano; altivo, imperioso, vano, presuntuoso, pedante, orgulloso, ambicioso; cabalista, aspirante, astucioso, intrigante, entremetido, intruso, aventurero, usurpador, inmoral, seductor indecente, obsceno, libertino, impío, francmasón, hereje, ateo, rencoroso, vengativo, cruel, sanguinario, asesino, exterminador, destructor, azote, plaga, verdugo, inconsecuente, falso, hipócrita, embustero, pérfido, traidor, perverso, depravado, calumniador, impostor, descarado, inicuo, abominable, execrable, criminal, reo, delincuente. Total, 67: ¡qué colección! … ¡Qué honor, para América, haber producido el malvado más ilustre, y los más eminentes moralistas!...”
¿Cómo les quedó el ojo? Es alucinante, ¿verdad? Fue cuando, a punto de fracturarse la Gran Colombia, la oligarquía de las cinco naciones recién nacidas, enemigas del sueño integracionista del Padre de la Patria, atacó mediáticamente al héroe y se dedicó a exponerlo a la opinión pública como una mezcla de Rasputín y Gengis Khan… Usando EXACTAMENTE las fétidas tácticas de GoebbelsTerror y compañía presentando al Comandante Chávez como Hitler y Mussolini. No se trata de que el comandante Hugo Rafael Chávez Frías pretenda emular a Simón Bolívar. De lo que se trata es que LA HISTORIA HABLA POR SÍ SOLA, y para quien se resista a creerlo, no tiene más que leer todo aquello que, en su “Defensa de Bolívar”, escribió el maestro Simón Rodríguez hace 176 años, con ocasión de los ataques periodísticos de que era objeto el Libertador.
Pero es claro que existe una tremenda diferencia. En aquel entonces, los oligarcas vendepatria no dependían mayormente de la voluntad popular (carente de soberanía), y así, no les costó demasiado atacar y defenestrar la Gran Colombia, magno proyecto bolivariano gracias al cual, de no haber sido destruido, hoy en día seríamos una superpotencia. Ahora, en los albores del XXI y a casi doscientos años de distancia, los enemigos del integracionismo siguen siendo los mismos, así como también lo son sus sucias y vomitivas tácticas de manipulación mediática, FALSEANDO LA REALIDAD. Quisieron enlodar la imagen de Bolívar, y no lo lograron: la Historia preservó su brillo imperecedero de prócer Libertador de cinco naciones. Del mismo modo, tienen casi un decenio tratando de enlodar la imagen del comandante Hugo Rafael Chávez Frías para torpedear el nuevo sueño integracionista… y tampoco lo han logrado. El vertiginoso cambio de rumbo hacia la República Bolivariana de Venezuela y el Socialismo del Siglo XXI, son circunstancias históricas ciclópeas, demasiado grandes y apabullantes como para que los enemigos de la Patria y del Pueblo puedan desviarlas o detenerlas a punta de veneno mediático. ¿En qué consiste la diferencia? En que, en 1830, fueron pocos los que salieron a defender al Padre de la Patria… pero ahora, en el año 2006, somos MILLONES los que, con la misma energía del maestro Rodríguez, estamos dispuestos a salir a defender a nuestro presidente, comandante Hugo Rafael Chávez Frías, y a la Revolución Bolivariana. Lo demostramos en abril de 2002. Y el próximo 3 de diciembre lo vamos a demostrar de nuevo en forma tan aplastante –una vez más- que no va a quedar ninguna duda al respecto.-
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