¿Paquetazo? La MUD y Fedecámaras sí que lo son

El Plan de Recuperación, Crecimiento y Prosperidad ha arrancado con un 72 por ciento de aprobación popular. No existe antecedente alguno, en la historia republicana venezolana, de tales niveles de aprobación, y nos atrevemos a afirmar, que en el planeta tierra tampoco lo hay; desde el punto de vista del capitalismo salvaje, tal cual hoy lo conocemos. Los planes de ajuste económico, por lo general, al menos desde las décadas de los 70-80 en adelante, fueron liderados por los organismos financieros internacionales, en particular: el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM). En su libro: "El malestar en la globalización", el Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, ex economista en Jefe del BM, además de denunciar las prácticas lesivas a las soberanías nacionales de los países objetos de planes de ajustes de parte del FMI y el BM, destaca el nexo entre ambas instituciones financieras multilaterales con el gobierno de EEUU, quien ejerce el derecho a veto habida cuenta de corresponder al gobierno de los EEUU el mayor aporte para el funcionamiento burocrático de ambas instituciones, lo que le otorga la potestad –no escrita- de máximo poder de decisión a la hora de la designación de la presidencia de ambas instituciones, la cual ejerce a plenitud, garantizándose por esa vía que ambas instituciones respondan a las preferencias político-económicas de la burguesía y gobierno de los EEUU. Por lo general, EEUU, se reserva la presidencia del BM y deja que sean sus socios de Europa, quienes designen la presidencia del FMI.

Los llamados "paquetazos" o planes de ajuste estructural de la economía, ejecutados por el FMI, se orientan a resguardar los intereses del capital trasnacional, en particular, el de EEUU. Desarmar, desestructurar y desmontar el Contrato Social erigido bajo el esquema del Estado de Bienestar y su correspondiente modelo económico. Un ejemplo reciente, pone en evidencia lo afirmado antes. Ecuador, cuyo presidente -Lenin Moreno- se ha propuesto acudir al FMI para obtener el llamado dinero "fresco" de parte del organismo financiero, y así oxigenar su maltrecha economía dolarizada. Una evidencia, cuando hablamos del FMI y sus condicionantes, que no solo se restringen al ámbito económico sino que trasciende a lo político, es lo que ocurre actualmente con Ecuador. Apenas trasciende a la luz pública esa posibilidad, el gobierno de Moreno anuncia que Julián Assange debe abandonar la embajada ecuatoriana en el Reino Unido, lo que representa ni más ni menos, que entregarse a la justicia inglesa, que viene a ser lo mismo que entregarse al gobierno de los EEUU quien lo solicita por el escándalo de Wikileaks. Pero, los condicionantes políticos no terminan allí pues Ecuador, que venía formando parte de la UNASUR y el Alba-TCP, organismos regionales alternativos progresistas, anuncia su retiro y, con ello, un giro en su política exterior de no injerencia y respeto a la autodeterminación de los pueblos, con relación a Venezuela y Nicaragua, países ambos, objeto de la agresión imperialista del gobierno de EEUU. Valga decir, Ecuador declina su soberanía que queda a potestad de los técnicos del FMI, que viene a ser lo mismo que a potestad del gobierno de EEUU. Ello explica, el giro a la derecha que ha dado el gobierno surgido con los votos de la Revolución Ciudadana, del Hno. Rafael Correa, hoy objeto de persecución judicial por ese gobiernillo o lawfare.

Stiglitz, quien conoce ambos monstruos desde dentro, es enfático al describir las políticas de ajuste o "paquetazos": "Las políticas de ajuste estructural del FMI (...) produjeron más hambres y disturbios (...) los beneficios se repartieron desproporcionadamente a favor de los más pudientes, mientras que los más pobres en ocasiones se hundían aún más en la miseria. Pero lo que más me asombraba era que dichas políticas no fueran puestas en cuestión por los que mandaban en el FMI". Por eso, concluye: "Hay que acabar con el FMI". Los llamados paquetazos, además de constituir todo un entramado de políticas económicas tendientes a orientar a los países objetos de su regencia por los caminos del libre mercado; también deben esos países, someterse a los lineamientos de políticas emanadas desde la cúpula imperialista de poder global que ejerce EEUU, como lo evidencia Ecuador y su alineamiento con la derecha regional.

Los paquetazos, por emanar de las directrices de los organismos financieros del poder global, priorizan los intereses del factor Capital por sobre el factor Trabajo, quien se ve sometido a restricciones brutales con la finalidad de maximizar las tasas de ganancias del Capital; reducir el mal llamado "gasto público" o inversión social, como le denominamos en la terminología bolivariana del Estado Social de Derecho y de Justicia que proclama y encarna la Constitución Bolivariana de 1999. Por ello, las pensiones y la seguridad social en general, se convierten en las primeras víctimas de todo paquetazo o plan de ajuste, ejecutado bajo la regencia del FMI o el BM. Después de lo cual, el factor Trabajo será sometido a una desregulación o más bien, desprotección legal, propiciando desempleo masivo y reducción de ingresos para la clase trabajadora. Para lograr la liberalización del mercado, el FMI y el BM, impulsan como política la minimización del Estado, imponiéndole verdaderas "camisas de fuerza" a su actuación; como ocurrió en el Brasil de la dictadura de Temer, en que mediante ley -aprobada por el legislativo de dicho país- se vedó por 20 años toda posibilidad de incrementar el mal llamado "gasto social", que no es otra cosa que limitar toda inversión en educación, viviendas, salud o servicios públicos.

Todo paquetazo prioriza al factor Capital, reduciéndole impuestos por sobre el factor Trabajo al cual, en sentido contrario, como ocurrió en la Nueva Granada, el gobierno de Duque, le incrementa los impuestos al trabajador o trabajadora, al pueblo en general, bajo el falso supuesto según palabras de Duque: "Colombia necesita formalización laboral y ¿quién formaliza?, las empresas, pero éstas están asfixiadas con tanta carga tributaria. Debemos bajar impuestos para que puedan generar más y mejor empleo y puedan aumentar el salario de los trabajadores". Una vez electo presidente, efectivamente, Duque le cumplió a la oligarquía bogotana reduciéndole tributos, más no a la llamada clase media, que desde 2019 comenzará a pagar ISLR al bajar la tasa imponible e incrementar el IVA a 19 puntos. Con lo cual, a fin de cuentas, lo que dejan de pagar los empresarios, lo hará la clase media y todo el pueblo en general, por la vía del IVA e ISLR.

En el imaginario colectivo continental, la idea del paquetazo está relacionada con el FMI, con el poder global hegemónico imperialista de los EEUU. Somos pueblos con arraigada raíz antiimperialista, pues somos herederos de heroicas luchas anticolonialistas libertadoras. En el caso específico de la Venezuela Bolivariana, quienes pretendan engañarnos con esa perorata de calificar al Plan de Recuperación, Crecimiento y Prosperidad Económica con el falso positivo de "paquetazo", no queda más, sino pronosticarles un nuevo fracaso. Uno más, de los muchos que llevan sobre sus hombros ya cansados de tantas derrotas que les ha venido propinando el pueblo de las dificultades desde 2016, en adelante.

Si de paquetazo se trata, sí es pertinente precisar que al dolarizar los precios de bienes y servicios, desvalorizar el valor de la moneda nacional (el BsF), mediante continuas devaluaciones propiciadas desde Cúcuta y Miami por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de EEUU, y sus bandas paramilitares de cambistas, articuladas a lo interno del país con Fedecámaras-Consecomercio-Cendas-la MUD y medios de comunicación privados, pulverizándoles los ingresos a todos los venezolanos y venezolanas, indistintamente sean sus simpatías políticas. Eso, sí fue un verdadero paquetazo. El cual aspiran, los venezolanos y venezolanos, dejar atrás. Así, como hoy dejaron atrás, en el olvido, a sus líderes negativos, quienes simpatizaban con la derecha fascista.

Es por ello, que una vez puesta en ejecución el Plan de Recuperación, Crecimiento y Prosperidad Económica, que coloca en el centro de su atención al ser humano y no al mercado, el pueblo venezolano lo ha recibido con algarabía, esperanza de un futuro mejor y vuelta a la patria de muchos de los engañados de Julio Borges y su banda de estafadores de la política nacional. A diferencia de Argentina, que una vez que Macri anuncio la vuelta del FMI a regir los destinos de esa nación, se lanzaron a las calles a protestar y tomar el parlamento para expresarle su rechazo. O, como en Haití, en que las protestas se extendieron por varios días y se tornaron violentas, lo que obligó al Ejecutivo de esa nación a retroceder en su intento de incrementos exagerados en los precios de la gasolina. La Venezuela Bolivariana, prosigue su marcha a contrapelo del libre mercado. El Estado Bolivariano, incrementa su acción benefactora sobre el conjunto de la sociedad, a complacencia y agrado del pueblo todo. La Prosperidad, ya es una concresión que el Plan de Recuperación ha hecho tangible, y ello ha motivado al Hno. Presidente Maduro a presentarle al pueblo venezolano, un Plan de Ahorros en Oro, dirigido a trabajadores y trabajadoras, pensionados y pensionadas, inédito en todo este planeta llamado Tierra. El factor Trabajo, reivindicado y honrado, en justo precio atado al Petro, teniendo como base mínima: ½ Petro. El Plan, avanza a pasos de vencedores, sustentado en la esperanza de todo un pueblo de que no hay posibilidad alguna de derrota, y que necesario será vencer a los enemigos históricos del pueblo venezolano: Fedecámaras-la MUD-la CEV y detrás de ellos, moviéndoles los hilos conductores, tal marionetas: el gobierno de EEUU y la oligarquía bogotana…



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Henry Escalante


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