La oposición no ha aprendido nada en 20 años. Desde allí, y durante ese tiempo, sus líderes han hecho creer a sus seguidores que el gobierno es su enemigo; y es por esta razón que los gobiernos de Chávez y de Maduro se han visto en la obligación de aclararles que han estado y siguen equivocados. Eso incluye llamados al dialogo, del cual la oposición ha hecho una burla y una forma de ganar tiempo que perjudica el avance socioeconómico del país. Sin embargo, a pesar de eso, no ha sido el gobierno el que los mantiene de bajo perfil, ni debilitados, han sido ellos mismos, por sus errores en dejar su destino en manos de gobiernos extranjeros, que utilizan como excusa esa disyuntiva gobierno/oposición para esconder sus verdaderos propósitos de apoderarse de las riquezas del país.
En realidad, ellos creen que el enemigo es el gobierno, o es el chavista, el que expresa sus ideas y su apoyo a la revolución a través de algún medio de comunicación que lo permita; no es posible que a esta altura, la oposición a la deriva, sus líderes, sigan jugando con sus "seguidores", que de paso, son suficientes como para consensuar alrededor de ideas comunes que le permitan asumir el camino democrático que podría conducirlos a ir ganando el terreno que han perdido por los errores de ellos mismos, provocados por sus ¿amigos o enemigos?.
Así como suena, son muchos los enemigos que tiene la oposición, pero no es el gobierno, ni sus instituciones. Sus enemigos son aquellos que han permitido que gobiernos extranjeros manejen y dirijan a sus seguidores. Es decir, son los intermediarios, que los han entregado a las directrices externas, valga decir, los Estados Unidos.
Los enemigos de la oposición, son los que han hecho posible que se aleje del juego democrático, y los han conducido por estrechas veredas, en un camino sin horizonte, en un túnel sin fin; son los que no dejan que la oposición tenga su propio criterio, nacionalista, y en su desesperación solo tratan de manejar las mentes, inyectándoles criterios negativos en contra de Venezuela y sus instituciones.
Enemigo de la oposición, es la OEA, desde la cual su secretario general tomó su dirección y los condujo por camino incierto, sin lograr nada; otro enemigo es cada país que conforma el grupo de Lima, que funciona como apéndice de la OEA.
Enemigos de la oposición son todos aquellos leguleyos que viven interpretando la Constitución a su manera y siguen haciendo soñar al opositor, con un Maduro en fuga. Hasta el día cuando se juramentó el presidente Maduro para su segundo periodo, se puede decir que el tiempo ha pasado sobre la oposición y no se dan cuenta de que han sido engañados por quienes decían ser sus amigos, pero después de este tiempo creo que les llegó la hora de la reflexión e introspección como una forma de reconocer errores, engaños, manipulaciones.
Enemigos de la oposición son todos aquellos violentos que los hicieron soñar con un presidente derrocado por la fuerza; son todos aquellos vivarachos que les pidieron ayuda económica para fortalecer el ataque contra el presidente; son todos aquellos que a través de los medios de comunicación le inyectaron e inyectan odio a sus seguidores; son aquellos que desde Colombia viven fraguando planes en contra del país y su soberanía; son todos aquellos que vive criticando y mal poniendo a la institución electoral, como una forma de echar leña al fuego y hacer ver que la oposición pierde con trampas, alejándolos de la posibilidad de participar en cualquier elección.
La oposición tiene que despertar, algún día, cuando le diga ¡Basta! a quienes les imponen ideas desde el exterior. Cuando ella comience a ser oposición de verdad, identificada con la idiosincrasia del país, respetando a las instituciones sería posible pensar en que han retomado el camino, del cual no debieron salir, ni dejarse desviar. En fin, sacando las cuentas, la oposición debe saber quiénes son sus verdaderos enemigos.
