"A correr piojo que llegó el peine, este dicho popular, bastante ocurrente y gracioso, da cuenta de la inminente llegada de alguna figura de autoridad o nuevo orden, próximo a instaurarse en un espacio determinado... Por ejemplo, cuando los habitantes de un país están en pleno desastre económico, podría perfectamente utilizarse esta expresión para dar cuenta de que pronto llegará un presidente con un equipo a poner orden en medio del desastre de su economía". Fin de la moraleja.
En Venezuela ya se está utilizando la jocosa expresión: "mamadera de gallo" para referirse a la tomadera de pelo, con el que tratan de adormecer al pueblo, el burocratismo estalinista del Estado mediante el uso indiscriminado de temas carentes de interés ciudadano en aras de alimentar a los fanáticos de un pequeño gran circo romano de firmar a favor del Referéndum en contra de una hipotética invasión norteamericana. Tardé unos días en reaccionar. Ya que una cosa es ser molusco, y otra es ser marisco, y reaccionar con innatural dad.
Nunca he estado marcado por el estigma de lo apolítico, ni de izquierdas ni de derechas. Simplemente, hoy en el limbo ciudadano por esta grave crisis económica que vive mi país.
No sé de donde proviene esta iniciativa de estos mamadores de gallo politiqueros. Quizá el origen sea genético, como lo de la familia cuadrúpeda de Turquía.
El sujeto político es de una pasta especial, como la del empleado que se encarga de cerrar el contrato de la funeraria con el muerto en cuerpo presente. Hay que saber nadar, como pez en el agua, en esta gran mamadera de gallo nacional de los dos presidentes, como quien fue primero, legal o ilegal en el 2019: ¿Cómo lo es, lo del huevo o la gallina?
Me considero una persona política por formación y convicción, aunque el término esté hoy tan devaluado. No por las intrigas partidistas de baja estofa que se traen entre manos los politiqueros ni porque me etiqueten de izquierdas o de derechas, sino porque me interesan cosas de la vida diaria del pueblo venezolano como: cuándo controlaran la hiperinflación, la especulación, la falta de agua, electricidad, gas domestico, los derechos constitucionales como ciudadano, si tengo derecho a reclamar cuando me estafa el comerciante de la nacionalidad que sea, si tengo libertad para leer informaciones no censuradas .. etc. etc. Por eso jamás no entiendo a la gente que dice que la política no le interesa cuando por culpa de la mala política ha perdido su calidad de vida. En mi modesta opinión la política en Venezuela está montada de tal manera que sólo las cúpulas de los grandes partidos son los que manejen el poder. El precio de los alimentos, medicinas y vestidos es un tema tan apasionante como las elecciones generales con un nuevo cne, pero como ciudadanos, ¿cómo participamos en la toma de decisiones? ¿Podemos inscribir a nuestros representantes limpiamente a la presidencia, y la asamblea nacional?
Creo en la reflexión. Solo quiero matizar que lo que yo entiendo por política en realidad es casi todo lo que tiene que ver con nuestra vida cotidiana y no con las intrigas del Fouché criollo. Hoy el peloteo es recíproco gobierno y oposición. De todas formas, cuando nos damos cuenta de que los asuntos de la republica y la política son importantes es cuando nos estalla en la cara con algo personal. Por unas decisiones constituyentes inconstitucionales que entra en conflicto directo con nuestros intereses de ciudadanos. Ahí, nos ponemos a clamar en el desierto o a buscar la unión con otros desgraciados, agredidos por el sistema. ¿Queremos seguir con una Venezuela insolidaria en vez de la Venezuela donde naci y mejorable? ¿O queremos desintegrar nuestra Venezuela con la emigración? ¿Queremos matar bien 'matado' a Montesquieu en nuestra querida Venezuela?
Venezuela es más que un concepto, y está en mayor peligro de extinción que el Lince. Y hay que releer la Carta que Albert Camus dirigió a su amigo alemán, ese amigo que pensaba que Europa era un concepto.
Creo que existe un serio problema de hipertensión política en este país. No creo que "Venezuela se acaba" culturalmente hablando porque gobierno y oposición hagan o deshagan con sus posiciones. La política no se crea ni se destruye, sino que se transforma, como la energía.... aunque Venezuela se parta en 100 mil pedacitos. Por cierto, ¿quién hace más daño a esta Venezuela que tanto nos duele: el radicalismo ridículo del totalitarismo cubano, o el musiú norteamericano, constructor de la infraestructura petrolera venezolana?
Hoy la política venezolana tiene que ser de altos vuelos y mirada vasta que trascienda más allá de los linderos de un estrecho 'provincialismo' o nacionalismo; por lo menos es lo que interpreto, en esta coctelera de ideas muchos 'conceptos' distintos, y me pregunto que tiene que ver la velocidad con el chicharrón, o sea, las necedades de que el sol nace en el esequibo con la partición de Venezuela. Las revoluciones, a estas alturas del siglo XXI, son nefastas 'aquí, y en la quebrada de agua sucia'. Los egoísmos también, y los que miran para otro lado mientras algunos nos joden por todas partes, vamos, quizás 'el no va más' en ceguera intelectual. El debate nacional entre quien es el presidente de Venezuela, Jhon o Nicolás, se ha desvirtuado. Por la Mamadera de Gallo porque me asustan los mecanismo de la política de baja estofa, y además, me espantan. He de puntualizar que en otros artículos anteriores he dejado bien claro mi posición anti totalitaria, ya sea cubana, norcoreana o iraní etc. El socialismo estalinista comunistoide es un mal absolutamente cavernícola. Y digo cavernícola en un sentido antropológico: esta es mi cueva, esta es mi tribu, tú no eres de mi tribu, está claro, tienes taparrabo diferente... vete de mi terreno escuálido podrió...
El futuro de las nuevas generaciones está plagado de trampas, de un lado y del otro y del otro. Y sí, pienso que aquellos que mal enarbolan la bandera de la revolución sectariamente están acabando con Venezuela, y si no hay patria, no hay nada, ni Venezuela, ni socialismo, ni chicharrones... La Mamadera de Gallo es eso para mí: centrarse en que Venezuela debe o no ondear las banderas del comunismo real del siglo XX mientras esa Venezuela que sí me importa desaparece y se convierte en un gran mar de la felicidad cubana... Lo siento, pero esto es lo que más me importa. Porque en el socialismo de la ex URSS, lo que germinó y se diseminó pavorosamente fue el cáncer dela corrupción estalinista. ¡O que si Guaidó viene a decretar el indulto o sobreseimiento de la causa de Leopoldo López es por lo que hoy
dejo el pelero y nos vemos en la próximas acciones que dirán si esto en realidad es o no es una mamadera de gallo!