"A uno como creyente, como católico, le duele que confundan lo espiritual con lo político. Debemos mantener un equilibrio en eso. Que el arzobispo diga que nadie lo va a callar; estamos en un país libre, con libertad de expresión. Allá él y aquí nosotros. Nosotros vamos por el centro de la construcción de una revolución, de un socialismo que está protegiendo al pueblo" …
(Almirante Carmen Meléndez, Ministra del Poder Popular para la Secretaría de la Presidencia y hoy gobernadora del estado Lara, en "El Diario de Lara", Barquisimeto, 23 de enero de 2017, "Noticia del Día", p. 03).
La cita con la que comenzamos fue hecha en un contexto específico y una coyuntura de tiempo y lugar en el pasado reciente, cuando el arzobispo de la Arquidiócesis de Barquisimeto, Lic. Antonio López Castillo, hacía equipo con el ex alcalde de la ciudad, Alfredo Ramos en eso de las guarimbas; por estos días y a tres años del 23 de enero de 2017 ambos personajes no tienen la misma figuración mediática.
El primero ha tenido que someterse a un largo reposo por enfermedad, (vivirá por Florida, USA, Miami, en oración y "silencio obsequioso", Dios sabrá); y el segundo ha vuelto aparecer en la arena política luego de padecer cárcel, se le ha visto en asambleas de escasa concurrencia en antiguas sedes de AD, o en caravanas de muy pocos acompañantes por el boulevard de la Av. 20 de Barquisimeto gritando "abajo la dictadura de Maduro", pero ningún cuerpo de seguridad lo sigue, detiene ni nada, ¿por qué no se irá para Chile a ver cómo lo tratarían los carabineros de Piñera? .
Ahorita la figura nacional (e internacional) de la oposición a la revolución bolivariana es el llamado "Juanito Alimaña" (con mucha maña), "Encargado" (de que Estados Unidos y sus empresas trasnacionales se apropien de todos los recursos de la nación venezolana), "Auto" … (proclamado porque es un vehículo del imperialismo y demás yerbas); también le dicen "Mantra" y "Aguaito", Presidente de ficción (por ahora de la AN hasta enero de 2020) o hasta se ha oído algunos también le ponen el mote de "Floripondio", esto porque dizque su forma de argumentar carece de floritura, no persuada a nadie; algunos curas siempre más pendientes de la limosna que de la espiritualidad han puesto la institución eclesiástica al servicio de esa entelequia neoliberal que denomina "Plan país"; así quedó evidenciado con las últimas declaraciones del arzobispo José Luis Azuaje Ayala, Presiente de la Conferencia Episcopal Venezolana.
En efecto, según declaraciones que oímos en el noticiero de Radio Minuto 790 am el también arzobispo de Maracaibo, declaró que el acuerdo alcanzado entre el gobierno y la oposición representa un atajo u obstáculo, pues rompía la "unidad", ya que todo debía inscribirse en los pasos que encierra el Mantra, a saber, "Cese a la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres"; como se puede colegir fácilmente José Luis Azuaje y toda la alta jerarquía eclesiástica venezolana, incluido Mons. Mario Moronta (arzobispo de San Cristóbal en el fronterizo estado Táchira y dizque muy progresista y amigo del presidente Hugo Chávez), están alineado con las posturas política-ideológicas de Guaidó y Trump. ¡Qué vergüenza!
Y eso que todos los días comen ostias en misa, rezan el breviario o el rosario y han estudiado filosofía, teología y ciencias sociales. No logran discernir el grano de la paja. Por ejemplo, José Luis Azuaje, según se lee en su currículo colgado en internet, hasta cursó la escolaridad de un doctorado en ciencias humanas, LUZ; pero desde que en 2002 se unió a los militares golpistas la ciencia y el discurso racional no son su fuerte o como se dice perdió los papeles, ¿cómo es eso posible tanta incoherencia?
Pero ya se ve que el tiempo y las múltiples ocupaciones pastorales que atiende le hicieron olvidar los seminarios avanzados de axiología, principalmente aquellos contenidos relacionados con los valores de identidad y pertenencia, donde se señala que plegarse a los intereses de una nación extrajera es traición a la patria, además de confundir la espiritualidad con la política partidista.
Así, contrario a los criterios de tales eclesiásticos, se tiene que el acuerdo alcanzado entre el gobierno y sectores democráticos y moderados de la oposición ha tenido mejores resultados que los diálogos de Oslo y Barbados, pues, ya varios políticos presos han sido liberados y dizque los 6 puntos acordados se van cumpliendo, ¿qué será más cristiano? ¿Es moral aliarse con la política imperialista impulsada por el binomio infernal Trump-Guaidó?
Qué diferencia la de los obispos venezolanos con la Conferencia Episcopal del Ecuador en su mediación en el conflicto de los últimos días en aquel país, al no alinearse con ninguna de las facciones en pugna generó confianza. ¿Cuándo podrá haber un cambio en la actitud política de la jerarquía católica venezolana?
Por cierto, tampoco los obispos de Chile han defendido al pueblo frente a los desmanes de militares o policías de ese largo país austral, están mudos porque su gobierno aliado está prácticamente depuesto por el poder popular, como en el título de un viejo libre se puede decir que "Ni iglesia duerme".