Guaidó, el Gafo del Año

Es frecuente que al final del año o al principio del que se inicia, se reúnan en algún hotel capitalino representantes de la prensa nacional y corresponsales internacionales para elegir el hombre del año, aquel que hizo méritos o adquirió relevancia en un accionar público o privado. Este año, paralelamente a este acontecimiento social, en el salón de conferencias de otro hotel se reunieron varios periodistas nacionales e internacionales para elegir el Gafo del Año. Evidentemente, no por su actuación laudable, sino por los desaguisados y su desacreditado comportamiento, que al reunirlos le valiera el título para asignar el galardón para lo cual se reunieron los periodistas.

Indudablemente, sobre el primer evento no voy a referirme, dado que ese caso son muchos los fablistanes comprados para votar por algún u otro candidato, el que tenga más dinero, quien de seguro saldrá colmado con los laureles del premio. Por este motivo voy a presentar el segundo caso, es decir, a la competencia por el premio del Gafo del Año. En toda premiación de este tipo siempre es factible la propuesta de varios aspirantes, según la inclinación de cada sufragante. En este acontecimiento, pareciera que los representantes de la prensa nacional e internacional se pusieron de acuerdo antes de la votación. Para mi asombro, puesto que estaba presente en el evento, sin voz ni voto, me sorprendí cuando el jefe del jurado iba nombrado cada uno de los aspirantes. Escuché boquiabierto: "mi candidato para el premio del gafo del año es Juan Guaidó". Este nombre estaba dentro de mi consideración, pero lo que no estaba fue lo que continuó. Cada vez que el árbitro habría un sobre, miraba estupefacto la tarjeta y enunciaba: Guaidó, repitió Guaidó, continuó Guaidó, Juan Guaidó, mi voto es por Guaidó…es decir, ninguno de los electores consideraron otro candidato. Por unanimidad, Juan Guaidó salió electo con el premio del Gafo del Año 2019.

Como buen entremetido y sorprendido por el resultado, no por el galardonado, sino por la unanimidad de los asistentes en la escogencia. Una vez terminado el escrutinio intenté conversar con algunos de los representantes de la prensa para obtener una explicación o la razón del voto que derivó en el triunfo indiscutible del postulante. La gafura de Guaidó fue irrefutable. Veamos algunas de las opiniones:

Un representante de la prensa del interior de la república me refirió que había que ser bien gafo para pararse en una avenida de Caracas, autoproclamarse presidente de la república y creer que en verdad iba a gobernar.

Escuché a un "influencer", quien también ejerce como periodista en un semanario local, quien le refirió a un colega: Guaidó es el presidente la Asamblea Nacional en desacato y se autonombró presidente interino y estos dos cargos no hizo absolutamente nada, sino hablar pura tonterías y mentir descaradamente.

Hay que ser bien pajúo, pasar un año gritando en escuálidas concentraciones y frente a los micrófonos: cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres y a un año de su autoproclamación seguir repitiendo las mismas estupideces. Fue el comentario que le escuché a uno de los asistentes.

Juan Guaidó es tan gafo que se reúne con otro gafo como él, el chiflado Leopoldo López, para intentar un golpe de estado con dos racimos de plátano. Expuso un reportero que de vez en cuando aparece por televisión.

Guaidó merece el premio del Gafo del Año 2019. Yo no he visto un político más idiota e inepto que él, para lo único que sirve es para lamerle las botas a Donald Trump. De su cabeza no brota ni una sola idea, ni mala ni buena. Le explicaba un periodista de farándula a otro que se desempeña en actividades deportivas, quien de inmediato ripostó:

Qué idea puede brotar de la cabeza vacía de Juan Guaidó, a este lo pusieron en la "presidencia interina" para que los gringos pudieran robarse los activos y el dinero depositados en el extranjero. Ese hombre es una nulidad, es un perfecto idiota. Un tercer periodista que estaba cerca de los otros dos intervino para justificar el voto.

Yo voté por Juan Guaidó como el Gafo del Año. Se necesita ser bien estúpido para estar pidiendo sanciones durante todo los meses para joder, amargándoles la vida a los venezolanos y las venezolanas para luego, ahora en diciembre, se aparece en la tv y en las redes sociales al lado de la mujer, deseando feliz navidad y próspero año nuevo.

Yo sabía, desde un principio, que Guaidó iba salir electo como Gafo del Año. Se la pasó todo el año anunciando el fin de la dictadura en enero, en abril, en julio, en agosto, en noviembre y recién, en diciembre. Sin embargo el presidente Maduro continúa consolidado en Miraflores, mandando tal como se espera de un gobierno elegido en unas elecciones democráticas. Fue la opinión de joven recién graduado de Comunicador Social en la Universidad Católica.

Guaidó es el Gafo del Año, no en el ámbito nacional sino la esfera internacional. Este hombre, sin disimulo, ha puesto la cagada y para su desgracia, para vergüenza ajena, la prensa mundial las divulga. Sus infaustas actuaciones son difundidas por la prensa internacional, por ejemplo, sobre su complicidad sobre el robo de la ayuda humanitaria internacional, su confabulación evidente con los rastrojos, su complot con otros iguales a él para robar el patrimonio de la nación, entre tanto desmanes. Todas estas son muestras de sus desmesuras, a pesar de su voz engolada y de la cara de pendejo que pone frente a los micrófonos. Fueron las palabras de una periodista quien por televisión anima uno de los cientos concursos para elegir miss cualquier vaina.

Da la impresión que para el año veinte veinte, Donald Trump y la UE están preparando a Guaidó para que gane nuevamente el título del Gafo de Año del 2020. Están enviando la línea, mejor dicho la orden, para que toda la oposición lo apoye en la reelección como presiente de la AN en desacato, y como consecuencia, renovará sus votos como "presidente interino". De esta manera el gafo hará lo mismo que hizo en el 2019, es decir, nada. Juan Guaidó, junto con sus conmilitones de la misma mafia partidista navegarán en la nadería perfecta, en la futilidad de unos individuos que se unieron para robar y no para hacer política con P mayúscula. Esto se lo escuché a un analista que aparece siempre en los programas de entrevistas en un canal privado.

Juan Gaidó es tan pendejo que buscó aliados en lo peor de la política nacional como AD, Fedecámras, la Conferencia Episcopal y los nefastos de la internacional como Donald Trump, el ex presidente Macri, Duque, Lenin Moreno, Piñera para seguir el mal ejemplo de los presidentes más rechazados por sus pueblos. Fue la opinión de una operadora de las redes sociales.

Escuché muchas y diversas razones por las que los periodistas votaron por Juan Guaidó para nominarlo el Gafo del Año 2019. Intenté discutir algunas de estas, pero la convicción con la que emitían sus opiniones me hizo dudar sobre mis reflexiones. Preferí entonces aceptar con rigurosidad las veredictos de aquellos profesionales que en ocasiones acompañaron al elegido.

Soy respetuoso de mis semejantes, me merecen consideración los locos, los borrachos, los ignorantes, las prostitutas, los estafadores, entre tantos seres que andan por la vida y se comportan de manera poco ortodoxa. Pero los tontos que aprovechan la cara de gafo para joder al prójimo no merecen mi estima. Quizás por esto expresó Françoise de la Rochefoucauld, escritor y filósofo francés (1613-1680) quien expresó: "pocas cosas son necesarias para hacer un feliz a un hombre sabio, pero nada satisface al tonto; esta es la razón de que la gran parte de la humanidad sea miserable". Y Guaidó es uno de estos. Lee que algo queda.



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Enoc Sánchez


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