Guaidó sigue siendo diputado y el gobierno ni se atreve a meterlo preso, el peo sería peor con el loco del Norte y sus allegados que, lo van a seguir apoyando, y no dejarán, ni aceptarán que otro diputado sea el presidente de la AN. ¡Caliente, caliente!
Así que, nada por aquí, nada por allá. Y Guaidó está suelto y el que lo toca se electrizará. Lo más seguro que seguiremos de bochorno en bochorno y, hasta la razón se perderá, unos a favor y otros en contra. Y algunas mentirillas de lado y lado, y quién sufre es el pueblo, ellos, prestos a confrontar, aunque sea de lejos y, Trump muy bien dijo, con mi gallo no se metan y, azul, pintado de azul.
Pero la verdad, si nos atenemos a ella, con calor o sin calor, el espectáculo, en verdad, valió la pena, y mire usted, que los mirones no son de palos, y hay imágenes, que el que tenga ojos que vea.
Ahora bien, quién cantará victoria. Hay dos parlamentos de uno sólo, pero, María y José, quién tira la primera piedra, será posible, y el cielo azul y, las nubes esperando que las jurunguen para llorar.
Maduro aseguró en La Guaira que no las tenía bien puestas y a la hora de las chiquitas, quién las tiene, siempre hay un por ahora, tenemos experiencia en eso y la baraja fue picada en dos montones, uno más abultado que el otro, pero quién se atreve a dar la mano.
En sí qué se ganó el domingo, y quién ganó, acaso Venezuela ganó, quién se salió con la suya. Acaso no hubo un retruque. O es verdad que perro que ladra no muerde. La imprudencia no es buena consejera.
Hubo traición, pero de quiénes hablamos, pero la carta que jugó Guaidó a última hora, estuvo acaso bien jugada al solicitar su libertad de VP, que inmediatamente lo dejaron libre, y libre anda. Aunque, allí hay mucha tela que cortar, ellos son blancos y se entienden, pero sino no son blancos, quién es más zorro entre Guaidó y Leopoldo López, quién ha sacado la mejor parte de la presidencia de Guaidó, acaso Trump, parece más bien el gran perdedor, a no ser qué ..., o tenga su blanco en Caracas.
La paciencia hace al hombre como ser humano prudente, ahora bien, quién sabe, en ese caso que es, ser prudente, porque la razón perdió el camino y se perdió, pero todavía no se sabe quién es el perdedor, si es que hubo perdedor. Dará Guaidó su brazo a torcer, pero, ése es el mismo Guaidó que engañó a Diosdado, no lo haré -le aseguró- y lo hizo.
Los gringos de la Casa Blanca deben estar aterrados y ahora más, Maduro se valió de la rabo e cochino de Chávez que dejó a Guaidó con el madero en el hombro y, después el corrió las bases, pero él tampoco esperaba la reacción de Guaidó desde El Nacional cuando gritó, soy el presidente, y toma lo tuyo, que lo mío está asegurado. ¿Acaso esa orden vino del Norte? Sea como sea. ¿Quién desempatará?
De esa jugada como una tragedia política de tú y yo, quién será el que se salga con la suya. ¿Quién perderá más? Allí paso. Que todo monte no es orégano. Y a lo mejor viene la orden sellada: ¡Quite usted allá ..., quite usted allá! O no valdrá la pena, porque están escuchimizados.