Guaidó aconsejado por Pompeo se fue a desestresarse a Europa

Llegó muy cansado a Colombia y Pompeo lo notó en el acto y en el acto se le acercó y le dijo, epa tú presidente Guaidó, qué pasar que tener semblante de jipato y estar como sin freno en Bajada de Tazón, acaso, no comer ni dormir bien, o sufres de atrasos involuntarios dentro del precipicio izquierdo de tu cabeza, o de perturbaciones ligeras a consecuencia por las medidas y actuaciones del dictador que, por dólares no ser, al recibir y tener más de la cuenta en tu poder y no saber administrar, pero esos malos momentos inflamatorios a tu persona pronto acabarse hombre, tener fe en Trump, tenemos plan bien dirigido de acabar muy pronto con Maduro que va a salir como muchacho malcriado consentido, llorando. Nosotros ya tener control de lo que le espera y estar dentro de un cerco bien vigilado, así que ánimos que tu sufrimiento es nuestro sufrimiento, que si tú no duermes bien, nosotros tampoco y si tienes malos sueños, nosotros también, por lo que respirar profundo y coger mucha calma que lo que viene es fiesta en Elorza y, tú bailar en dos patas descalzo como presidente transitorio o, mejor decir, presidente, presidente no con rodilla en tierra, pero sí rodillas en las nubes.

Guaidó lo vio, se sonrió como si lo hubieran desinflamado de una preñez política prematura, y le dio un fuerte abrazo, y en inglés, le dijo, you be my soul friend y, Pompeo en español soltó, lo sé: que tú ser mi amigo del alma, siempre. Deseos y que no empreñan, pero ellos son blancos y se entienden y prensados de amistad siguieron conversando y muy cerca de ellos, Iván Duque, no dejaba de tragárselos con la vista y sonreírles con tantas ganas de formar trío que Pompeo y Guaidó lo abrazaran, pero se quedó con las ganas esperando ese calor, que ni uno ni el otro lo tomaron en cuenta, por lo que Guaidó, le dijo a Pompeo en inglés al oído, i don't trust him, y Pompeo le respondió pensamos igual, que yo tampoco, me confío de él, que lo que quiere son dólares y más dolares y, Colombia cada día peor que no entrar por el aro de nuestra aceptación que la distraemos lo mejor que podemos por la unión con otros países en parecida situación de dame más.

Aconsejado y planificado por Pompeo, Guaidó tuvo que irse a Europa a disfrutar de sus encantos y posiblemente a desestresarse de tantos problemas agobiantes que lo invaden como territorio sin ley ni esperanzas, sin poder descubrir la incógnita de cada uno de ellos que le diera la certeza del poder con dos AN y sin estar en Miraflores templando los destinos del país, lo mantienen en una incertidumbre vacía de poder, poder que lo tiene como si fuera una figura neutral entre Venezuela y Estados Unidos.

Motivado por las palabras de Pompeo, Guaidó llegó a Europa como líder de una democracia invisible que, le preocupa más de la cuenta y con una sinceridad desabrida, pero oportuna fue recibido en Inglaterra como todo un príncipe sin una Meghan humeante de compañera que lo metiera de lleno en el reino inglés que todavía está muy lejos de su alcance, pero como un desahogo que no va al mar, lo tienta el pensar que más vale tarde que nunca, pero tiene muchas actividades políticas por delante que lo entretienen en conferencias e intervenciones públicas de las que saldrá como un líder internacional, lo que en adelante le dará el placer facultativo de decir, veni vidi vici, en Europa, tal cual, Pompeo le aconsejó entre otras peculiaridades, tú dirás allá: vine, vi, venci, que será para tu futuro como líder político, hacer ver que has conquistado a Europa de una buena vez, lo que Maduro jamás podrá hacer, vez que tú sí puedes cargar con tu muerto en vida, le dijo, Pompeo.

Habla sin demostrar nada que tu fuerza está en el hablar que el hacer es de nosotros, buenamente le aconsejó Pompeo a Guaidó que, con obediencia imperial a lo americano, se llenó de satisfacción de vender su buena imagen a los europeos que de la verdad del proceso venezolano están todavía escasos y siguen en la oscuridad de muchas mentiras que las redes y medios les venden y, Guaidó entró por la puerta grande sin tener que jurar como juro Bolívar en el Monte Sacro sin todavía ser libertador cuando, prometió desarrollar el compromiso infinito (sigue siendo) por la causa de la independencia, lo contrario de Guaidó, juro y Bolívar lo juró, que no daría descanso a su brazo, ni reposo a su alma hasta que hubiese roto las cadenas que oprimían por voluntad del poder español.

Y Guaidó como un asalariado agente de los Estados Unidos, podrá decir mucho como no decir nada, pero jurar, a no ser que jure trabajar sin descanso por el patrimonio del bienestar de los Estados Unidos si es que alguna vez le echan manos a Venezuela que, por el dictador que es Maduro según resolución implícita del gobierno de ese país jamás, podrá ser recibido en Europa como lo han hecho con Guaidó y, posible es que, alguien alguna vez haya dicho de ese imperio americano: -¡sálvese el que pueda! Por el que Guaidó está ensartado cuando, se prestó a venderle su alma al diablo por muchos dólares.



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Esteban Rojas


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