Hacemos saber que esa carta no llegó a su destino al ser bloqueada por el departamento de estado, quien la marcó entre muchas recibidas como un antojo prematuro del presidente impuesto por ellos mismos, que últimamente viene "perorando" seguido por la pérdida del poder de su presidente Trump y ha comenzado a orinar fuera del envase, por lo que ha quedado atrapado a lo que el destino le tenga a bien para continuar disfrutando del poder apoyado por quien sea que lo vea con buenos ojos, por lo que aclarado su destino, le damos rienda suelta a lo que un fulano anónimo, la abrió, la leyó y filtró su contenido a sotto voce.
¡Señor presidente electo Biden: soy Juan Guaidó! -el mismo que viste y calza- como su posible servidor suyo en lo adelante que, como está en veremos su elección, la mía también está en picada de bajada, por lo que nada es incierto decirle que desde que se lanzó como candidato de los demócratas y apéndices, creí ver en usted un futuro luchador que a pesar de su edad, no tiene nada que envidiarle a nadie y, menos a ese envidioso de Trump que me saca la piedra cada vez que escribe sus ensartes de necedades por tuíter, que por allí comenzó a guindarse para abajo de ofensa en ofensa cuando no, dejar las cosas en entredicho, muy tierno y bien perjudicial, lo que lo hace infinitamente diferente a usted señor presidente que, lo será en lo adelante hasta que usted y dios lo quieran, seguro estoy de eso y no lo oculto y, además, lo deseo como un edecán más inmediato de los tantos que hay y que habrá y tendrá en el mundo -¡no lo dude, usted!
No se imagina las noches que que he pasado de insomnio tras insomnios pensando cómo enderezar la pronta aceptación que le dé la administración Trump a su elección que, sin dudad ninguna, cada día se hace imposible de alcanzar por los colegios electorales que es la mejor elección que ustedes como imperio inventaron, que no deja duda de ninguna clase, por lo que me conforma espiritualmente su llegada al poder que desde que los grandes medios americanos lo proclamaron ganador y lo elogiaron: me fundí de alegría porque, sé lo que es estar en el poder sin poder, ¿le parece absurdo verdad? Yo también lo creo así, pero acá en Venezuela mandamos dos presidentes que hay tanto que coger que, para uno solo no basta y sepa usted que estoy ansioso por saber qué va a pasar conmigo dentro de su administración, si continúo enchufado o me desenchufo y le doy paso a otro que como yo se autoproclame con todo su apoyo que lo va a necesitar, ¿le parece bien, lo que digo? O sigo como estoy. Usted manda y acá se cumple, quiera o no, el régimen de Maduro que lo más seguro usted habrá oído hablar de él es macabro, creo que macabro es poco, ese es un "dictador" quizás peor que Trump, que me ha hecho la vida imposible y por él no estoy en Miraflores, aunque, si le dijera la verdad, no me quejo ni con su gobierno tampoco. Me aguantan y me seguirán soportando.
Aunque usted no lo crea, pero este Juan Gerardo Guaidó Márquez de carne y hueso y vísceras ha sumado, ha restado, ha dividido y ha multiplicado no el pan, pero sí sus deseos de hacer el bien por el pueblo -aunque esté revueltoo- y todo es posible si me deja seguir en el poder que ganas nunca me faltarán, eso sí con todo su apoyo y los demás países que lo vienen haciendo junto con la UE. ¿Entonces, señor Presidente, cree o no cree que para servir estamos? Y con todo el poder que usted tendrá, todo será posible que así debería ser: Biden presidente y Guaidó a lo que salga, y yo como siempre, atento a cumplir con las órdenes que me den desde la casa blanca y usted será ¡my friend!
Bueno, my friend, que dios lo bendiga y le dé el testigo del mando como se merece con Trump y sin Trump, seremos invencibles, y usted solo, solo tiene que imponer con la ligereza de su consentimiento construiremos juntos una nueva Venezuela, metida en la órbita de su gobierno dentro de la estrategia del departamento de estado y otra cosa, señor presidente Biden, su tutelaje nos hace falta es como nuestra suerte, ni se imagina, y sepa usted que Venezuela ha dejado de ser "un país de maricones" como dijo Bolsonaro de Brasil. Que en ese espejo nos vemos.
Y le digo: ¡Guaidó por su lealtad al grito por la vencida vamos!
¡Mande usted y déjenos mandar!