Ha muerto la paz en Caracas y, como dolientes afines del bienestar de sus ciudadanos, sin temor ninguno y con mucha fuerza de razón con energía súbita y con un resoplo de vivencia Patria, la Conferencia Episcopal Venezolana, sin esconder una mano en el corazón y la otra en la oligarquía esquelética de sus pensamientos: alerta, en un manifiesto a vox populi que Caracas, la de los techos rojos, está en extremaunción por los fervientes enfrentamientos de noche como de día, menos en el Country Club -a quienes Dios los salve, demuestra el fracaso de un modelo social y productivo que Trump ni en pintura quería, que si a ver vamos, pudiera ser el modelo socialista-chavista-madurista-psuvista que, es el modelo que todavía late en ese trajinar de años contados y por contar, por lo que ellos como pobres al fin, muy pobres quizás, pero de ideas y valores mutuos que nos engrandezca a su consideración, elevan cada día sus plegarias al cielo y, a veces a José Gregorio Hernández, para que nos vea con ojos de piedad sin sentimentalismo ninguno a que, los rutinarios enfrentamientos en Caracas no pasen a más de eso, y sus ciudadanos vuelvan a vivir nuevamente en paz con los brazos abiertos como era mucho antes del actual régimen.
Pero no solo eso y para mayor vigor sin voz sumisa ni abrigo de resentimiento manifiesta, como comisión, permanente de lo que es y de lo que no debe ser, de la Conferencia Episcopal Venezolana que ellos "alzan la voz" sin carraspeo alguno, ante la violencia suscitada los últimos días en la ciudad de Caracas, así como en otros lugares del país. Lo que debe considerarse alarmante de toda consideración de alarma que, los pondrá con el telescopio visual de esa entidad, en vigilia permanente hasta tanto no se siembre una nueva paz, más gorda y más solidaria.
Por lo que ellos dicen que: "entristece evidenciar cómo el miedo, la barbarie, el atropello, el odio, se apoderan de las calles de nuestro país", por lo que aseveran también que: "este estallido es además la demostración más evidente del fracaso de un modelo social productivo. Es además un fracaso del Estado como garante de la seguridad y la paz". Aplauso y más aplauso para la (CEV), bien medidas sus palabras de aliento para el pueblo y, de leña de la buena para el gobierno de Maduro, ¿y por qué no exigirían sin pelos en la lengua eso de: "Maduro ya es hora"? Su lenguaje es aleccionador y crocante de mucha paz, pero querrán ellos guerra o qué, por lo menos no dicen que debe hacer el Estado en tal caso, fracasado o cómo sea. Porque ellos son duros cuando utilizan a su Dios y a nadie más. Lo cierto es que como educadores están raspados convictos y confesos.
Afirman en uno de sus párrafos que como pastores por supuesto de Dios, exigen es, a respetar primeramente la vida -nada con la muerte- para agregar después que:"para todos resulta obvio (hablan por todo el mundo y sino es así, lo más seguro que Dios no nos perdonará) que pocos miembros de los cuerpos de seguridad han dejado han dejado de ser garantes de la seguridad y convivencia pacífica, y en muchos casos han abandonado por completo vastas regiones del país, especialmente las zonas rurales y populares". Lo más seguro que ellos están en comunicación permanente con Bachelet y convencido están que nuestros cuerpos de seguridad no son confiables y además no sirven para una mierda.
Y lo más humanitario y pedagógico además que como comisión consciente además de católicos aman al pueblo, pero al gobierno no -ni por justo, ni por pecador- al decir que, Por último, elevan sus oraciones por los ciudadanos afectados por los enfrentamientos en Caracas y, oran hasta el cansancio que le dé la fe, la razón y quizás la esperanza de que:
«Nuestras oraciones están con todos nuestros hermanos afectados por esta situación, a los que tienen miedo, a los que se ven obligados a desplazarse, los que se encuentran atrapados entre el enfrentamiento. Es momento de solidaridad con los que sufren», concluyen. Amén rotundo por la preocupación y comedidas palabras de aliento para Venezuela, menos para el gobierno, que ellos saben que son comunistas disfrazados de socialistas, por lo que no pasan el modelo como sistema de gobierno, y ya.