Dicen por allí que, mientras Maduro exista habrá Guaidó como presidente interino para rato, y como para darle un buen palo a la piñata de la envidia, él designó a Julio Borges como uno de sus representantes en la OEA, lo que a Maduro no le permiten hacer por ser un "dictador" de los que conscientemente los gobiernos de los Estados Unidos no quieren ni aprueban a que siga mandando, y es tanta la obstinación por salir de él que han sido lanzados tantos golpes, no como golpes bajos que, le han tirado que hasta el mismísimo Julio Borges metió su pensamiento de guerrerista en un dron con toda su mala acción que, salió de Colombia bien cargado de explosivos y dirigido acabar con la vida de Maduro y de todos los presentes en el acto que se celebró el mismo día que, la suerte lo acompañó a que salieran ilesos hasta el sol de hoy que, todavía es presidente que el que no lo quiera ver como lo que es, lo ve a su manera y hasta lo goza y, vaya gozo con mucha ironía rabiosa por demás y, otros se han hecho famosos por su fuerte ambición de obsesión contra el madurismo que si no paran en locos, lo mismo les da.
Y Julio Borges con su buche de ofensas dilatadas con que salpicó al presidente de Venezuela en la OEA que, para él no hay otro sino Guaidó, el más democrático por supuesto no del mundo sino de Latinoamérica, y que para los Estados Unidos ella siempre ha sido su patio trasero con una OEA que maneja a su parecer como el ministerio de sus colonias serviles que como dijo alguien por allí, no sé si nos cree colonia todavía o, más bien piensa como muchos países de Europa que, nos ven en presente como lo que no somos su colonia, lo que no ofende, pero distrae los tantos malos ratos pasados y por pasar por directas y camufladas políticas intervencionistas.
Por lo que Julio Borges con su escamoteo verbal bien distributivo que empleó para atacar a Maduro que hasta lo comparó con una llaga infecciosa muy peligrosa para la América que además, del coronavirus que late fuerte como un castigo que jode al mundo así como jode también los Estados Unidos con su implantación de medidas económicas que maltratan a tantos pueblos del mundo como al nuestro para su deleite con obtusas cargas de sufrimiento que nos mantiene al borde del subsistir para sufrir de su barbarie y, que en la OEA celebran desde su secretario hasta el más furioso ofensivo de los países que lo acompañan como lo es Canadá que, ahora se han esforzado por demoler a Nicaragua a como quieran, que lo mismo les da, si ya Cuba y Venezuela han corrido con la misma suerte que a ellos mejor les parezca con tal de someterlos, lo que les place sin remordimientos ninguno y, quien mejor que Julio Borges para manchar la reputación de Venezuela como un dócil pendejo de vivir de lo que no es de él, a no ser el premio de sus favores a enterrarse en la esclavitud de lo que a bien le impongan y revire a su antojo sobre naciones que no son de su competencia, tal como lo expresó, la representante del país que más produce drogas en el mundo como lo es la complaciente Colombia y, ella drogada por sus instintos de cómplice de su aflicción desbordante de ver todos los días los cadávares que pasan al olvido por la injusticia que opera en su país que, encierra tantas muertes como pájaros desplumados sin dolor y sin consuelo que los salve, porque los derechos humanos se esfumaron por obra fantástica de Uribe y ahora de Iván Duque.
Julio Borges en vez de orinarse en sus pantalones como el lacayo que es aguantó las ganas y no pudo decirle al mundo con resequedad que, ellos quebraron a Monómeros de tanto sacarle dólares que hasta la mamá de Leopoldo López por asesoría comunicacional se engrosó con la peculiar suma de 70.000 dólares que, cayeron en poder de la compañía española donde trafica con el cargo importante que desempeña en el directorio, lo ayudó a colaborar con su hijo para que pague el piso que regenta por 12.000 euros mensuales por su afán de sobrevivir como líder absoluto de ratero convencional de VP.
Menos mal que la reunión de la OEA era para hablar sobre Nicaragua y el coronavirus, pero siempre Venezuela está de por medio que los asusta tanto como el peligro que es para los Estados Unidos desde el gobierno del presidente Obama además, pasando por todos los gobiernos que se han sucedido y todavía su gobierno, primero el de Chávez y ahora el de Maduro que sigue vivito y coleando hasta que el pueblo de Venezuela lo decida y nadie más, ni Colombia, ni Estados Unidos, ni Canadá entre otros, no tienen nada que inmiscuirse en nuestros asuntos y que se vayan todos como nos piensan a la mierda que de algo han de vivir, por más que Julio Borges y los demás representantes de Guaidó tengan voz en la OEA que, no es la de Venezuela que dejó de usar esa poceta de quejas afrentosas, retirándose como está de ella desde años atrás.
Por lo que decimos sin retórica ninguna es que: Biden y Almagro se vayan a lavar ese paltó.