A María Corina le molesta D'lsa Jennifer Solórzano Bernal. Pero OJO, María C. no es ninguna teutona… Véanlo aquí…

  1. Qué cosa más seria es para doña María Corina el tratar de morigerar las costumbres de los de abajo, y en eso se la pasa: "Así no, D’lsa…", "-Por favor, las manos D’lsa…", "- No alces la voz, D’lsa…", "-Más despacio, deja el apuro que eso es falta de clase, de estética…", "-No abuses de los coloretes D´lsa…"

  2. D'lsa Jennifer Solórzano Bernal hace esfuerzos indecibles para ser aceptada en los ambientes de la alta burguesía, ella que viene de abajo, de un padre que le salió comunista. No sabe cómo comer cuando la sientan al lado de doña María Corina, ella acostumbrada como está a usar la servilleta colgada del pecho, y entonces recibe esa mirada ardorosa y fiera de su jefa: "Cuidado D’lsa que eso no se sorbe… chúpelo pero que nadie la oiga, … la cucharilla no va ahí D’lsa, cuántas veces…". Si algo le reclama la oligarquía con furia a doña María Corina es que D'lsa Jennifer Solórzano Bernal se le ande metiendo en todos los guisos de Vente Venezuela. "- ¿Y qué puedo hacer yo, si ella es así de elemental, sin educación, ramplona y entrometida?", es lo que le responde a los de su clase, la teutona a juro de doña María Corina.

  3. "-Dios mío, pero con qué bichaje se ve una obligada a hacer esta campaña electoral" –agrega la dama de alta alcurnia, descendiente de los Machado Zuluaga, de aquel canciller y escritor Eduardo Blanco (que se espantó cuando Cipriano Castro casi le declara la guerra a Colombia, y… renunció a la cancillería) y del propio Antonio Leocadio Guzmán, padre de Antonio Guzmán Blanco. Aquí nadie se salva de tener de indio y de negro. Antonio Leocadio sufrió mucho al ser señalado con desprecio, por ser hijo natural, fruto del amancebamiento de su padre con la mulata Josefa Agueda García Mujica, a quien por unas manchas en la cara la llamaban La Tiñosa.

  4. Claro, que chasco para doña María Corina, dama de abolengo tan distinguido, el verse rodeada de esa chusma del Cacique Taparita Andrés Velázquez, de los metiches o cotillas de tan baja estofa como William Dávila Barrios y César Pérez Vivas, la degradan, y hasta la empavan. "-Lo que daña esta campaña –ha estado sosteniendo doña María Corina ante los suyos de más confianza- es la burda canalla que me rodea en todas partes… Aquí en este país no hay espacio ni condiciones para gente como los que estuvieron al lado de Guzmán Blanco, de los Tovar y Tovar, de los Manuel Antonio Matos, por ejemplo. Y suspira: "¿Qué fue de aquellos últimos personajes de la Gran Venezuela, los Tinoco y Arturo Sosa, los Mendoza, los Gustavo Gómez López, José Bauza, José Álvarez Sterling…, verdadera gente de caché, caramba?"

  5. Esto es bueno que lo sepa D’lsa: Los primeros grandes apellidos de Venezuela, aparecen, y comienzan a tomar fuerza y forma, a finales del siglo XIX, todos, una horda de ladrones: los Herrera, los Palacios, Vegas, Tovar, Toro, Mijares, Ponte, Rivas, Guzmán, Blanco… Apoyados, insistimos, por el imperio francés. Estos acomplejados venezolanos, blancos de quinta categoría, querían y aún quieren que sus hijos mejoren su raza, que se casen con algún ilustre sifilítico, herederos de la moribunda corte napoleónica.

  6. El viejo Leocadio Guzmán, por ejemplo D’lsa, le pidió a su hijo Antonio (todavía siendo un adolescente, y capitán de montoneras) que se dejara crecer la barba como un emperador, porque el viejo Leocadio lo avizora dueño de Venezuela, y enlazado con las "casas nobles" de Francia y Austria. No olvidemos que el viejo Leocadio fue con una misión especial a Guayaquil (1826), la de proponerle al Libertador que se coronase rey (algo previamente acordado con Páez). Ese siempre fue una aspiración y un enorme complejo, muy acendrado y profundo que se incubó entre los ladrones de la clase adinerada de Venezuela y la Nueva Granada, la de formar una corte, con todos los restos godos que quedaron de la guerra de Independencia.

  7. El viejo Leocadio Guzmán le da una educación del "altura" a su hijo, haciéndole que domine muy bien el inglés y el francés, y aprendiese algo de contaduría. Que estudiase sobre todo la historia de nuestros empréstitos y los traumas de nuestras deudas para ver cómo quitarle una buena tajada. Ya lo estaba preparando para que aprendiese a entenderse con banqueros europeos.

  8. En 1863, convertido Antonio Guzmán (pariente doña María Corina) en presidente provisional de Venezuela (por una de las sucesivas ausencias temporales, más de once, del presidente Juan Crisóstomo Falcón), Antonio Guzmán Blanco comienza a destacarse entre los más adinerados de Venezuela, a la par de Páez y de los Tovar. Ser rico entonces era en Venezuela (y lo será por siglo y medio más) sinónimo de poderoso políticamente. Lo que más deseaba Antonio Guzmán Blanco era "arreglar" nuestras finanzas y problemas fiscales (es decir, arruinar aún más al país). Su gran ilusión se hace realidad, cuando siendo vicepresidente y ministro de Hacienda, se le asignan 25.000 pesos para que viaje a Londres y contrate un nuevo empréstito, el cual logra en 1864, por un millón y medio de libras esterlinas. Ni que decir que, entre él y el viejo taimado de Falcón, mediante vales contra el Tesoro Nacional evaporaron el fulano empréstito.

  9. Los gringos y los europeos han adorado a todos nuestros petulantes oligarcas, los que han querido "mejorar la raza", y se desviven por entregarle lo propio y lo ajeno con tal de ser aceptados…. Porque doña María Corina tiene algunas perlas oscuras en su sangre, eso es innegable, véase bien sus ojos, sus labios, su nariz, su porte todo. Sus rasgos no son "finos" un carajo, y con visos tan negroides como los de D'lsa Jennifer Solórzano Bernal. Aquí ningún venezolano puede decir que desciende directo de don Rodrigo Díaz de Vivar. Hay en todos nosotros muchos indios y negros atravesados, a Dios gracias.

  10. Al catire Páez, los ingleses trataron de mejorarle la raza haciéndole que abandonara a su esposa Dominga Ortiz, vernácula (de Barinas), y metiéndole por los ojos a Barbarita Rivas, una mujer buenamoza, que fumaba y mascaba chimó. Los franceses por su parte adoptaron a la dinastía de los Monagas, haciendo también lo imposible por mejorarles la raza pro a quien sí escogieron como a un de los suyos, fue a don Antonio Guzmán Blanco.

  11. En ese proceso de procurar parecerse a los europeos, nuestros políticos de partidos, se sintieron profundamente acomplejados. Creían que copiándose sus modelos de ultrajes y perversiones llegarían algún día a ser blancos de ojos azules. Avizoraban que esa grandeza les llegaría cuando comenzasen a invadir pueblos indefensos, para luego dedicarse a explotarlos y a envilecerlos.

  12. El presidente Antonio Guzmán Blanco (hijo de Leocadio Guzmán) fue la máxima representación de los que en el siglo XIX pudieron mejorar su raza. Para buscar ese progreso, Guzmán Blanco empezó como hace doña María Corina, por mirar con harto desprecio a sus propios connaturales. Guzmán Blanco tenía la pigmentación de un godo y se pavoneaba en este "asqueroso gallinero" poblado de mestizos tapándose la nariz (como hoy hace doña María Corina cada vez que anda con D’lsa y compañía). En su ridiculez decía que como militar ni los mismos mariscales europeos "me dan por las patas". Por eso él mismo se encasquetó un uniforme de mariscal francés. En el "gallinero de mierda" que era para él (como lo es para doña María Corina) Venezuela en sus viajes Plenipotenciarios se auto-asignaba viáticos millonarios, con los que se llegó a comprar títulos de nobleza y mansiones en Francia, y varias islas del Caribe.

  13. A este mestizo (tatatarabuelo de doña María Corina) con alguna pigmentación goda, lo agasajó en París el Presidente de la República francesa (así como a ella la agasajó George Bush). El rey de los belgas lo encontraba espantosamente esbelto, bello. Vivía aquel pariente de doña María Corina como en un cuento de hadas, entre oros y sedas, bajo la luz cegadora de las arañas. …Llegó a alojarse en Francia, en la mansión donde residiera antes el Emperador del Brasil y cuyo arrendamiento costaba cinco mil francos diarios. "Venezuela—había escrito en aquella oportunidad un periodista francés —es un país de millonarios que se ha propuesto hacerse célebre por sus Plenipotenciarios en Francia. Actualmente nos ha enviado una especie de Buckingham que resplandece por sus diamantes como el penacho del Sha de Persia."

  14. Éste señor Guzmán Blanco, mezcla de mono roedor con loro, una mortal bestia del pantano, se le llamará en Europa "ARCHIDUQUE AMERICANO"; entonces se conducía en una carroza imperial, tirada por vigoroso caballos blancos y seguida por una escolta de jinetes uniformados.

  15. Rubén Darío que estaba tocado también por los complejos de los adoradores de las cortes europeas, dirá de él: "Caballero de soberbio porte, por sus aires un emperador de Oriente; por su pecho lleno de condecoraciones y su vistoso y raro uniforme, un museo andante de numismática."

  16. El Ilustre Americano –como le llamaban sus jalabolas- es un ardoroso pavo real que se mueve esponjado como una mocetona con frondoso y apretado coliflor. "Ha arrojado el oro a manos llenas para festejar al sobrino de su camarada en Teherán. Se hincha, sonríe satisfecho y al ser saludado por títulos y grandezas, dice para su coleto: soy feliz". Más lo será cuando llegue a entroncar con la nobleza napoleónica por el matrimonio de su hija Carlota con el Duque de Morny y el de su hija Mercedes con el Marques de Noé". Colorín colorado de en mierda en mierda hemos andado… Y que D’lsa, por Dios, se cuide…



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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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