Los seres humanos actuamos sobre representaciones de la realidad, ya que ésta existe para cada quien de manera distinta. Otra cosa muy distinta es ponerse deliberadamente a imaginar una realidad y luego comenzar a actuar sobre ella como un todo, luego de ponerle todos los aditamentos que eventualmente pudieran caracterizarla.
En mi opinión fue precisamente esto lo que la oposición venezolana construyó sobre el gobierno de Hugo Chávez apenas pisó Miraflores y si una cosa hay que reconocerle es que ha sido muy consecuente en su tratamiento, aunque, como dicen en investigación, quien parte de premisas erradas, llega a conclusiones erradas.
Así, lo primero que hizo la oposición fue calificar al gobierno de Chávez como una dictadura. A partir de allí continuó el discurso opositor vistiendo a la dictadura con todo su ropaje. Seguiría, entonces, identificándola como un Régimen, pero con triple erre, para que suene más elocuente, creíble y hasta sabrosona la expresión. Pero como todo régimen dictatorial tiene un dictador entonces a éste además de dictador se le dio en llamar también tirano, autócrata, gendarme, etc. Ah, pero a la usanza de las dictaduras latinoamericanas, que en su mayoría fueron dirigidas por militares, entonces a este dictador le dieron por llamar también teniente-coronel; aunque unos más pudorosos lo señalaban con un despectivo “ el señor ese”.
Entonces, como a todas las dictaduras hay que tumbarlas, pues ésta no podía ser la excepción, así que conspiraron y repitieron tanto que esta era una dictadura que terminaron convenciendo a unos cuantos, entre ellos a la inconfesable sociedad civil y a las fuerzas vivas, las que en sinergia con los rebeldes civiles y militares, dieron al traste con la dictadura.
Apresaron al dictador ( se dice que hay quienes querían presentarlo a la prensa en shores, al puro estilo Noriega ) y acto seguido comenzó la búsqueda de los esbirros del régimen; a algunos los encontraron y los presentaron al mundo para que escarmentaran y a los que no consiguieron, pues, fijaron carteles y ofrecieron recompensas por sus cabezas.
A la mañana siguiente había que echar el cuento de cómo habían logrado tumbar la dictadura, era necesario vanagloriarse para que el pueblo conociera a sus nuevos héroes, los que lo habían librado de la feroz represión desatada por el régimen autocrático del teniente-coronel. Y eso hicieron y hasta un moderador de televisión nos despertó con la buena noticia “buenos días, tenemos nuevo presidente”.
Pero algo insólito sucedería a continuación y fue que el dictador volvió al poder a las 47 horas de su derrocamiento.
–Epa, qué pasa aquí, si esto es una dictadura y dictador no vuelve y este volvió, volvió, volvió.
Esto rompía con el formato conocido.
Repuesto en su cargo el sátrapa, era necesario insistir con el mismo guión, el cual había costado tanto construir y hasta exitoso había sido, así que prosiguió el sambenito clamando por democracia, porque en esta dictadura se carecía de ella. Complacidos con más democracia y ante resultados electorales adversos era necesario cantar fraude ante cada nuevo atropello del régimen, ya que dictador que no haga fraude no es dictador y había que ser coherente con el muñeco que se estaba creando.
Pero como en toda dictadura se violan los Derechos Humanos, pues hay que ungir a la OEA para que constate su violación en Venezuela. Ah pero como en las dictaduras se viola la Propiedad Privada entonces hay que rescatar el derecho a la propiedad y organizar marchas para que se respete.
De esta manera, como ya de lejos se veía que nuevamente sucedería lo de Abril de 2002, comenzaron a hacer los preparativos, ya que había que prepararse para la transición y hasta compusieron un pegajoso y mediático jingle:
- “ y va a caer, y va a caer, este gobierno va a caer”
Ajá, también es cierto que en los regímenes totalitarios se violan las libertades y también hay presos, pues entonces hay que rescatar la Libertad, no juegue!. Y a todas estas violaciones se suma la de la Libertad de Expresión y qué buena la coyuntura ofrecida con el cierre de RCTV para que salieran periodistas y artistas cantando “cuando un amigo se va”!. Excelente! Sólo falta que salgan los estudiantes a protestar y salieron los estudiantes de los colegios y universidades privadas, gimiendo por: Libertad de Expresión, Libertad, Mi prima Ciela, Derechos Civiles y de una vez para el gobierno de transición le enarbolan la bandera de la reconciliación; ah y como manera de llamar al auxilio a los cascos azules de la ONU, enarbolan también la bandera al revés.
- Wow esto es un tiro al suelo, gorrrdo – se convencen entre ellos.
Ah, pero como los estudiantes necesitan un mártir y éste nada que aparece entre los que marchan, entonces tomaron a uno que tenían escondido bajo la manga de la Nunciatura Apostólica: el doctor en Bachillerato Don Nixon Moreno, el cual se encuentra privado de su libertad luego de ser acusado, en una acusación amañadamente sórdida, como todas las que hacen las dictaduras, por intento de violación y de homicidio frustrado.
Sólo faltaban dos cosas en esta última etapa: un cantante y una canción y allí mismo se hizo presente la trovadora Soledad Bravo y al propio Nixon Moreno le dedica la “Canción del Elegido”, éxito que tarareaban los revolucionarios de ayer a partir del ´69 bajo la hechura de Silvio Rodríguez.
Perdón, por allá arriba se me olvidó reportar la incorporación de los humoristas a la lucha por las libertades y los derechos civiles, al igual que lo hicieron sus antecesores, Aquiles Nazoa, Job Pim, Leoncio Martínez Leo y otros más desde los tiempos de Gómez hasta la era Democrática; pero resulta que ahora, los de nuevo cuño desde la Plaza de la Meritocracia, se proclaman como la mejor generación de humoristas (sic) que jamás haya habido en Venezuela.
Y a todas estas, cuáles son los efectos de tantos ejercicios anti dictadura? Pues, en el dictador, ninguno, ya que sigue duro y curvero y campante profundiza los cambios que le ha prometido a la República.
Pero . . y en la oposición? Bueno allí sí es verdad que la cosa está grave, ya que lo que abunda es desconcierto, traumatismos fuerte generalizado, tristeza, frustraciones, desesperación, ya que al actuar sobre una realidad superpuesta, le ha generado, además, una especie de enfermedad que algunos llaman disociación psicótica.
Para finalizar, quiero enfatizar que la alusión a la locura que hago en el título obedece a que me acordé de cómo uno que no es psicólogo, como lo es Albert Einstein, define locura. Dice él que “locura es hacer siempre lo mismo y esperar resultados distintos” … es decir, … o sea … cómo te explico …..
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