Realmente ha sido una proeza increíble para que una belleza negra se haya convertido en la modelo Nº 1 de mundo. Cuando la silueta felina de Naomi se desplaza por las mas acreditadas pasarelas internacionales, despertando los mas desmedidos elogios, transportando a sus seguidores y admiradores a niveles estratosféricos de adoración y despertando sensaciones que ninguna otra lo ha podido hacer, algunos de nuestros escuálidos sienten que debería haber alguna “esperanza blanca” que la pueda sustituir.
Sin embargo, ninguna de las súper-modelos de la actualidad como Kate Moss, Claudia Schiffer, Cindy Crawford, Linda Evangelista, Karen Mulder, Christy Turlington, Yasmeen Ghauri, Valeria Mazza o Laetitia Kasta, blancas y bonitas ellas, no se acercan a los niveles en los que se encuentra Naomi. Naomi Campbell quien nació en Londres, pero de ascendencia jamaiquina, ha sido famosa tanto en la pasarela de modelaje como en la publicidad impresa. Fue la primera mujer negra que apareció en la portada de la revista “Vogue”. No fue un reconocimiento, sino una demostración de los niveles de exclusión que encuentran los afrodescendientes en este mundo globalizado por el capitalismo neoliberal. Racismo puro.
Además de modelo, Naomi ha sido una cantante exitosa, si es que acaso el éxito se mide por las ventas, porque de su álbum “Baby Woman” se vendieron más de un millón de discos. En 1991, Naomi Campbell fue seleccionada por la revista “People” como una de las 50 personas más bellas del mundo. Tiempo después publicó un libro de fotografías titulado “Naomi”.
Ese es el mundo del espectáculo al que son tan aficionados nuestros escuálidos, y por esas razones se le tenía en cierta consideración, al punto que olvidaban o hacían pasar como “excentricidades” algunos rasgos negativos de su personalidad, así como los excesos en que solía incurrir. Nada de eso contaba sino que eran sólo simples anécdotas de la farándula, que eran comentadas en tono condescendiente. Como Naomi se encuentra pues en la más alta cumbre de las llamadas “top models”, nuestros medios impresos y audiovisuales no tenían más remedio que tragar grueso cada vez que la mencionaban, por el reconcomio que sienten hacia los afrodescendientes, porque salvo algunas excepciones, en su gran mayoría acompañan en Venezuela el proceso de cambios revolucionarios que estamos viviendo.
En fin, Naomi era Naomi, hasta el día en que se le ocurrió la extravagancia de venir a Venezuela para visitar y conversar con el presidente Chávez. Nuestra canalla empezó a vomitar todos los resentimientos que tenían guardados contra ella y no vacilaron en enfilar la artillería pesada, sin consideraciones de ninguna naturaleza. Ahora Naomi es calificada con los peores adjetivos: borracha, drogadicta, lesbiana, arrogante, egoísta, loca, malcriada, pendenciera y pare de contar.
Naomi es ahora lo peor, el calificativo mas trajinado es el de que ahora es simplemente una “piazo ’e negra” [*], sólo porque tuvo la ocurrencia, como Danny Glover, Sean Penn y Kevin Spacey, de venir a Venezuela, a enterarse personalmente de lo que está pasando en este país, a ver de cerca a nuestro Presidente; también para constatar si es cierto que estamos en un proceso revolucionario; que este gobierno ha hecho cosas para la gente, etc.
No es de extrañar que cada vez que viene alguien conocido o famoso a Venezuela armen tan grande alboroto, porque en el fondo eso es lo que temen: que vean la realidad y constaten que la desinformación y la tergiversación de las noticias, aupadas por los medios serviles al Imperio, mienten descaradamente sobre el país. Basta una sola noche y una mañana para que cualquiera que venga a Venezuela se sienta horrorizado por los excesos en que incurre esta oposición descocada como instrumento que es de los medios de comunicación, cuya misión es la de mentir, mentir, mentir…
Naomi tendrá que acostumbrarse y prepararse para lo peor, que todavía no lo han anunciado, pero que con seguridad vendrá. Como embajadora de la Fundación Nelson Mandela y como enviada de una revista para la que colabora, se le ocurrió preguntar a Chávez: ¿Cuándo caerá el Imperio estadounidense? La respuesta a la pregunta la sabremos pronto, pero las consecuencias de esta pregunta inocente en apariencia, estoy seguro, que tardarán un poco más en hacerse sentir. El Imperio no perdona ni olvida.
NOTA:
[*] “Piazo”: Aféresis de pedazo. Como se sabe, la aféresis es la supresión de algún sonido al principio de una palabra. En cuanto a pedazo, si bien en algunos casos se usa en tono cariñoso y en diminutivo (pedazo –pedacito- de mi alma), en Venezuela generalmente se usa en tono muy despectivo, porque este vocablo sólo designa la parte de un todo, es algo disminuido, de poco valor.
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