Con el paso de los días, las cosas se van aclarando cada vez más y más. El tiempo que todo lo va poniendo en su lugar, ha permitido que vayamos asimilando mejor las cosas y ya empieza a vislumbrarse con mucha más claridad qué fue lo que ocurrió el 2-D y porqué ocurrió. Ahora, resulta obvio que por falta de tiempo, de conciencia política y de una verdadera macro-estructura partidista, una porción importante del chavismo terminó auto flagelándose, sucumbiendo en gran medida a los denominados miedos ancestrales. El aparataje comunicacional de la ultra hizo muy bien su trabajo y un número importante de chavistas se abstuvo, inflingiéndose –a sabiendas, o no- un duro golpe contra sí mismos. También, es bastante probable que el malestar de algunos sectores haya sido tan grande, como para impulsarles a practicar una especie de abstención-castigo. En ese caso también, por ignorancia o por falta de conciencia, terminaron causándose un tremendo daño a si mismos. Y es que la propuesta de reforma constitucional estaba orientada fundamentalmente a mejorar la calidad de vida de las masas, confiriéndole rango constitucional a la figura del Poder Popular y suministrando herramientas audaces y de verdadera avanzada contra el burocratismo, el clientelismo, la corrupción y todos los vicios heredados del aparataje estatal cuartorrepublicano. El proceso de maduración de ideas debe continuar; hay que redoblar los esfuerzos por “abrirle los ojos” a la gente que no fue a votar.
Ellos, los más desfavorecidos por el sistema, son los primeros que deben tener más claro que nunca que en esta lucha nos va la vida. Imaginemos sólo por instante que se monta nuevamente la derecha en el Poder, francamente sólo quedaría encomendarse a Dios. Estos tipos de ultra son maquiavélicos en la búsqueda de Poder, pero se transforman en máquinas asesinas una vez que lo detentan. El proyecto de país de esa casta oligárquica esta más que claro, porque -salvo cambios mínimos- ha sido, es y seguirá siendo exactamente lo mismo. Política Social = a represión sangrienta; la misma del caracazo de 1989 y de aquella frase macabra de: “disparen primero, averigüen después”; Política Económica = privatización, privatización y más privatización; entrega de Pdvsa y nuestros principales activos a cambio de conservar y aumentar nuestras deudas; Política de shock y ajuste fiscal, disciplina en el gasto público con recortes significativos en áreas clave como la Educación, la Salud y el Deporte. En fin, sólo se trata de una añoranza obseso compulsiva, por un pasado que no tiene nada de bonito y sí mucho de macabro y nefasto, para los más pobres. Las recientes intervenciones en la escena pública de ese patético personajillo, que ahora conduce las riendas de lo poco que queda de AD, arrojan luces sobre la estrategia que seguirá ahora el oposicionismo y su variopinto liderazgo. Ramos Allup advierte que el año entrante habrá conflicto si se avanza en la propuesta socialista desde el poder Legislativo. La cartilla de la violencia sigue ahí, su plan es de mecha larga o de largo aliento, pero algunos ya están desesperaditos, desde hace rato. En consecuencia no podemos bajar la guardia un instante.
Ahora, es cuando la situación demanda más compromiso y más convicción que nunca. Ante las amenazas del viejo compañerito y sus rabietas nostálgicas conviene seguir con la guardia en alto y la moral más en alto aún. Como dijo Cristóbal, puede volver Capulina, puede volver Tin Tan y hasta el mismo Superman, pero ellos, ellos NUNCA volverán.
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