La oposición venezolana en esta última contienda electoral quedó desarmada. La estrategia revolucionaria está vez estuvo centrada en la ofensiva y no en la defensiva como sucedió en las consultas anteriores.
Hacemos esta valoración porque era una debilidad que observábamos y la cual desde nuestra óptica comunicacional tenía que enmendarse por cuanto daba la sensación de que los rojitos estaban siempre en desventaja, a pesar de tener miles de fundamentos para atacar al oponente y desarmarlo.
En las contiendas anteriores como la del 23N Y el referendo sobre el socialismo en Venezuela, los adversarios al presidente Chávez afincaron su campaña en mostrar un país en el cual el estado pretendía arrebatarle a los ciudadanos sus hijos y sus bienes materiales.
El chavismo en este contexto tomó la delantera y exhibió a los opositores como los únicos capaces de despojar al pueblo, a lo cual contribuyeron los propios gobernadores y alcaldes escuálidos al arremeter contra las misiones socialistas y programas gubernamentales como efectivamente sucedió con los infocentros.
Otras estrategias que me parecieron acertadas fueron las de desenmascararlos públicamente con pruebas en manos, lo de pillarlos en el aeropuerto llegando de Puerto Rico fue un golpe maestro, que no solo cayó mal al común del electorado sino también a sus más fieles seguidores, porque develó cuan torpes pueden ser.
Tácticas como las de descalificar e insistir en el fraude igualmente fueron derrotadas. ¿Como acusar al gobierno y a la directiva del CNE de conchupancia cuando se les sorprende en una reunión muy fraterna con un rector del organismo electoral identificado con la oposición? El susto que se llevó este rector fue tal que su rostro palideció, el tic se le disparó y cuando por fin logró hablar la voz se le tornó temblorosa.
Los sifrinitos que mediáticamente generalizan como “los estudiantes”, una forma de obviar a los que están en el otro bando, y que fueran utilizados como las puntas de lanza en las elecciones anteriores contra el gobierno, esta vez fueron neutralizados con sus propias guarimbas calificadas como lo que realmente son “acciones criminales” y no protestas estudiantiles.
La última que los dejó sin aire, se las lanzó el presidente Chávez y les tumbó los discursitos del odio entre hermanos propiciado según ellos por los chavistas y de la supuesta unidad que siempre existió entre los venezolanos y bla, bla. Antes de que pudieran respirar, el primer mandatario cual Cupido llanero disparó flechas impregnadas de boleros y la declaración de una semana del amor. Y digame usted ¿quien no se desarma con un beso ó una caricia? Felicitaciones al equipo de estrategas que trabajó para posesionar el SI.
*Periodista CNP 6,778
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