En realidad nadie puede oponerse a que una persona cualquiera aspire a ser líder, pues de lo que se trata es que esa persona muestre con su conducta que en realidad es una persona que tiene madera para ejercer el liderazgo ante un colectivo.
Como se dice en la calle, ¡Si usted se porta bien, a usted lo tratan bien y lo siguen!, pero si usted como presunto líder actúa de espaldas a la mayoría de la sociedad y del país y muestra capacidad para la mentira, ¿Qué liderazgo aspira que le sea reconocido?
Aquí en Venezuela, la ciudadanía debe estar bien clara respecto a la conducta de mucho militante político que se manifiesta como líder y vienen arrastrando un estilo de conducta bien divorciado de la ética y corriendo parejo junto a la mentira y un modo de actuar violento, como lo ocurrido recientemente en Carabobo, donde los presuntos líderes de la unidad oposicionista se golpearon en una especie de trifulca colectiva.
Pero eso no parece ser suficiente, porque otros presuntos líderes se mienten entre si, descalificándose unos a otros y asomando cada quien un liderazgo que supuestamente está por encima del otro. Entonces, ¿de qué se trata?
Los venezolanos deben recordar, por ejemplo, que una señora que decía liderar súmate y que fue a entrevistarse con el desacreditado magnicida Bush, en declaraciones suministradas a unión radio, expresó que el hecho de que quien fuera presidente de Estados Unidos la recibiera, era “como un reconocimiento al trabajo que los ciudadanos hacemos en defensa de la democracia en Venezuela, y los ciudadanos de SUMATE se sienten honrados por ello”. Pero eso no es todo, también dijo “que sentía que hemos hecho un trabajo serio y defendido la democracia, sus valores y principios, cosa que a los demócratas les interesa”.
La pregunta que uno se hace es ¿Cómo alguien que dice defender la democracia apoya un golpe de Estado como el que encabezó Carmona Estanga? ¿Se puede hablar de un trabajo serio, de defensa de la democracia, de valores y principios, cuando se habla de presunto escamoteo de firmas, que tenían cierta cantidad y de la cual hablaron bastante y al final había menos firmas de las que anunciaron?
Algunos recuerdan todavía la grabación que transmitió Venezolana de Televisión, en marzo del 2004, de una conversación entre Teodoro Petkoff y Alberto Quirós Corradi, relacionadas con los reparos que la golpeada oposición debía realizar para intentar convocar a un referendo revocatorio contra el líder de la revolución bolivariana, Hugo Chávez.
Para aquel entonces, en una conversa que tenía sus groserías, Teodoro Petkoff le refería a Quirós Corradi que “…desde el primer momento siempre se supo que eran 3.1 (firmas), esa creación de una matriz de opinión fue uno de los más graves errores. Eso lo dijo la misma María Corina Machado el primer día son: 3,1 millones de firmas, nunca fueron 3,4 son esas vainas que llevaron al consultivo que llevaron al primer firmazo, ese poco de cobas y mentiras que se le mete a la gente y ese poco de políticas ambiguas, Alberto”.
Hay que tener presente que el gran mal de la oposición es seguir el modelo de la mentira publicitaria, de esencia capitalista, en la creencia de que todo el mundo se lo cree. Por eso, la presunta unidad oposicionista nunca se dará y muchos de los que se creen líderes rodarán en las próximas elecciones legislativas. ¿Si nadie se creyó la mentira de las armas de destrucción masiva, quien va a creer en los mensajes mentirosos de la oposición?
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