Quiénes somos, hacia dónde vamos, qué queremos

Como país, somos la punta de lanza, el gran sostén de los cambios en favor de los pueblos, de los desposeídos, somos la voz solidaria de América Latina y el mundo, a través de este proceso, de esta revolución, aunque la llamen pacifica, nunca ha sido pacífica, eso sí, llena de protagonismo por parte de su pueblo, quien representa una luz de esperanza para el mundo, a pesar de lo complejo que pueda resultar este proceso, es el más grande proyecto de país que ha podido pasar por esta tierra grande, este pueblo grande tiene la gran virtud de tolerar, incluso a quienes adversa al gobierno, demostrando a el mundo que en Venezuela existe la democracia más sólida a nivel mundial. Tenemos la firme convicción, que los cambio que se están dando en Venezuela están enmarcados con circunstancias objetivas, que van en beneficio de su pueblo.

El balance de estos diez (10) años en Venezuela, en política, en lo social, en lo económico y en lo cultural, pese a las terribles vicisitudes heredadas de los otrora gobernante, nos ha dado una base como piso sólido, para construir nuestras propias condiciones, y así aspirar a tener un verdadero desarrollo que beneficie al pueblo venezolano.

Ahora Venezuela marcha sobre la seguridad social activa, contra la corrupción heredada precisamente de esos señores y no descansaremos en el continuar del trabajo diario para conseguir el país que tú quieres, que yo quiero y que todos queremos, la patria grande que nuestro libertador soñó.

Es cierto lo que explanó el camarada Rafael Ramírez Carreño, ministro del poder popular para Energía y Petróleo de Venezuela y presidente de PDVSA, en entrevista aparecida en Revista "Punto Final" - julio 2008‏ "En el pasado reciente, el Estado venezolano era un Estado capitalista que orientaba el usufructo de la renta petrolera a fortalecer a la oligarquía nacional y a los intereses transnacionales. Hoy, tenemos un Estado revolucionario y nuestro trabajo es hacer que esta renta petrolera, en primera instancia, tienda a lo social -porque tenemos una deuda gigantesca con nuestro pueblo-; pero también que ayude a crear la estructura económica y productiva capaz de darle un piso firme a la construcción del socialismo.

Por eso estamos empeñados en que el Estado vaya asumiendo el control de importantes áreas de la producción. Ya tenemos el control del petróleo, eso era lo más importante. También controlamos la renta petrolera: el 96% de los ingresos del petróleo ahora se quedan en el país. Hemos hecho cuantiosas inversiones sociales: la gente no sabía leer ni escribir y se moría de pobre. Todavía faltan muchísimas cosas por hacer en el plano social pero estamos avanzando muy firme.  
Ahora estamos empeñados en ampliar nuestras capacidades productivas: creemos que actividades fundamentales para el desarrollo económico de Venezuela, como las industrias básicas, los complejos industriales, la petroquímica, las industrias capaces de crear y reproducir la actividad económica, etc., deben estar en manos del Estado, para tener la posibilidad real de comenzar a construir el socialismo. Hasta ahora ni siquiera teníamos esa posibilidad, porque los medios de producción estaban bajo control privado. ¿Pero esto significa que nosotros queremos controlar toda la cadena de la economía? ¡No! Hay una actividad periférica y de servicios que no nos interesan. Nuestro objetivo es hacer hegemónica la presencia del Estado en las grandes industrias básicas del país, para poder planificar la economía. Teniendo ese control podríamos decidir que ciertos productos y ciertos bienes se destinen a un objetivo específico, que es garantizar que serán atendidas las necesidades elementales de nuestra población".

Camarada Rafael Ramírez Carreño, repito, es cierto lo que usted dice; más sin embargo para hablar de socialismo, primero deben estar en manos de los obreros, en manos de las clases trabajadoras, los medios de producción, para tener la posibilidad real de comenzar a construir el socialismo.

Los revolucionarios, sobre todo, los que dicen llamarse “dirigentes” deben cambiar, para bien. La revolución se fundamenta en cambios, en romper con las prácticas cuartarepublicanas, que nos consumió por muchas décadas, pero, que a estas alturas, son ejecutadas por “dirigentes” que les importa un pepino su pueblo. Solo cambiando, podemos fortalecer la revolución, pero, este cambio no debe ser superficial, debemos cambiar por dentro y por fuera, que estos cambios se hagan con conciencia revolucionaria, que esta conciencia lleve un alto porcentaje de amor a su pueblo y a su tierra que lo parió, que lleve un alto porcentaje de humanismo, que lleve un alto porcentaje de responsabilidad en la tarea encomendada, para hacer llegar a su pueblo los logros y beneficios de esta revolución, y que estos logros y beneficios sean una realidad para todos.

Patria Socialismo o Muerte Venceremos.    
 
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José Antonio Velásquez Montaño.


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