Se ha vuelto célebre y clásico, el llamado de atención que en un asesor del Presidente Bill Clinton le ofreciera cuando éste estaba en una conferencia. Al notar que el candidato Clinton no estaba enfocado en el tema básico de la agenda electoral; el asesor con el uso de la tecnología disponible para el momento, preparó un llamado de atención con la intención de ubicar al candidato en el tema de la campaña. La anécdota trae la información según, el asesor se vio en la obligación de regañar al candidato diciéndole que se enfocara en el tema económico y para ello tuvo que indicarle en el dispositivo la siguiente advertencia: “es la economía estúpido”.
He estado en dos de las reuniones o asambleas convocadas y realizadas en el estado Anzoátegui para tratar el asunto de las Líneas Estratégicas de Acción Política del PSUV. Ambas reuniones han estado muy concurridas y las discusiones dadas en las mesas y las lecturas de las conclusiones nos dicen que el debate viene dándose con interés y existe la esperanza en hacer y ver los cambios para colocar al PSUV en la dirección correcta. En la última que asistí y que se realizó en el club La Colina, oí con atención a la camarada que tuvo la responsabilidad de introducir el tema y aprecié que la compañera –Ingris Cortez- expuso con buenos argumentos ciertas situaciones que marcan el debate ahora. Las 12 mesas instaladas trabajaron y respondieron a las expectativas.
El debate estuvo muy bueno, pero discutir y debatir no es sinónimo de decidir. Se pueden realizar muchas asambleas con debates interesantes y encendidos, pero una decisión tomada en otro lugar y bajo otras lógicas, distinta a la sugerida por la discusión y el debate, convierte una exitosa experiencia de participación en una reunión más y se derrumba todas las expectativas y emociones que cada uno de nosotros se formó.
Me resisto a crear que este esfuerzo se quedará en muchas asambleas realizadas. No me pasa por la mente, que este gran esfuerzo, es una especie de terapia colectiva para que la militancia exprese sus emociones y drenen sus angustias. No creo por ahora, que estas asambleas se conviertan en una reproducción de aquella práctica de la vieja izquierda, que conocimos como asambleísmo, cuya convocatoria era formulada de buena fe, pero que terminaban muy mal. Nada cambiaba y siempre volvíamos a una manera de hacer activismo que no captaba militantes para la causa. Haber asistido a dos de estas asambleas ofrece razones para mantener las esperanzas y la seguridad de no tropezar finalmente con la antiquísima lección que nos dejara Giuseppe Tomas de Lampedusa.
No espero tropezarme con la lección de Giuseppe, porque hay interés y entusiasmó en la militancia por desarrollar felizmente estas asambleas para que le pongan sentido al PSUV-Anzoátegui. A pesar de mantener la esperanza y de estar seguro del interés de la militancia por las líneas y encontrarle remedio a los obstáculos, la conversación que se desarrollo post-asamblea con varios camaradas, dio lugar a una duda y desde ese momento no he dejado de recordarme el llamado de atención que le presentaron Bill Clinton: “Es la economía estúpido”. En este caso y por tener un gran respeto por los camaradas y las camaradas que coordinaron y asistieron a estas reuniones, no recordé el célebre llamado de atención con la idea de poner el énfasis en la estupidez de Bill Clinton de salirse del tema central de la campaña electoral. La anécdota me llegó no por la estupidez de nadie en la asamblea, sino por posibles vivezas de otros.
El anécdota me está retumbando en la mente porque mientras estamos enfrascados y muy animados en las discusiones, hay una dinámica que corre paralela a estas asambleas y que tiene por objeto realizar un acomodo o reacomodo de la Dirección del PSUV en el estado Anzoátegui y hasta donde se sabe, no hay ningún criterio transparente y preciso sobre cómo se seleccionaran los comaradas y las camaradas que formaran parte de ese equipo.
Pueden darse muchas asambleas y miles de conclusiones sobre la discusiones que se ofrecieron en las cientos de mesas que se instalaron, pero si la elección o ajuste de la Dirección del PSUV se ofrece bajo la óptica y lección de Giuseppe Tomasi di Lampeusa; estaremos en presencia de un cambio para que nade cambie y está muy cerquita el 2012. Mi intención con este artículo se enfoca en recordarle a los camaradas y las camaradas, que en todo esto, lo sustantivo es el partido, porque lo que ha pasado es en gran medida su responsabilidad, y lo que pasará dependerá fundamentalmente de lo que el partido pueda realizar, frente a nuestras gestiones de gobierno para que sean más efectivas y del trabajo que haga para organizar a los militantes.
Eugenio27.salazar@gmail.com