No creo que se atreva y es que con los gobiernos de la revolución lease Acosta o el jefe de los bandidos Alcaparra el Sur de Valencia sigue olvidado y con casi un 70 por ciento de la población de la ciudad ni un cine, ni un teatro, ni una plaza digna el Norte donde el chavismo llámese Ameliach o Alcaparra es despreciado, mal visto, rechazado.
Desde el Marchica, el Bodegón de Asturias, Casa Valencia los “JEFES” mandan a los cachorros como carne de cañón, mientras tanto el gobierno no acude a quien debería acudir al pueblo protagónico al que decide quién se va y quien se queda el que le dio la espalda a Parra y sus pilluelos por bandidos. Se trata de convencer a los niños ricos de que los pobres no “somos tan malos” y se sigue gobernando para el norte de la ciudad y el Sur de Valencia abatido por la delincuencia, los huecos en la calle, la ineficiencia de los servicios y el olvido.
Vamos viéndonos como habitantes de esa parte de la ciudad que la derecha la quiere apartar como tejido gangrenado y que además nos quieren bautizar con el nombre de Miguel Peña estigmatizar al pueblo humilde con el nombre de traidores.
La revolución en el sur de Valencia la de Venezuela no llega, solo somos el saco grande de votos a donde no llegan los chicos bien o los que se sienten parte de estos sean del PSUV o no aunque su comportamiento con los de abajo sigue siendo igual a los de siempre, no hay diferencias en el ejercicio real del poder en lo que respecta a un espacio con cientos de miles de seres humanos que se suman, se identifican, participan en política.
Somos los olvidados de Buñuel, donde no se acerca la voz de mando del gobierno y donde el olvido es el único recuerdo que tienen hacia el sur. En el sur la gente común y corriente discute de desabastecimiento, represión y matraqueo de las policías municipal y del estado y no se asoma Maduro ni Leopoldo López por ningún lado, se habla del abandono de la escuela y a diferencia de los días del paro petrolero no se menciona al gobierno.
Claro que la gente “midió el agua para las hallacas” Y mientras la gente del norte compraba con locura pendejadas para el día de San Valentín, los enamorados de la vida y del amor, caminaban y celebraban en las calles del sur llenas de huecos y con luminarias improvisadas.
Nada de lo dicho afectara el corazón de los que mandan o gobiernan y de verdad siento que en cualquier momento podrían olvidarse de ameliach y de su partido, sin atención, si trabajo, con una UBV en la zona de la Bocaina abandonada sin vigilancia, sin que le pongan una pinturita.
Un día de estos y en plenas elecciones no se olviden que también se pueden perder de Ameliach continuar con la política de PARRA como guía de sus actos, veremos a hombres ricos y olvidados y despreciados por quienes algún día los hicimos gobierno.
Dignificar a la gente del Sur con espacios culturales, políticos, sociales, académicos, infantiles donde la vida fluya con dignidad debería ser el horizonte de su barco de no ser así olvídese de la tripulación en la próxima tormenta.
