Registran los medios del Táchira la noticia de que un grupo de mujeres de la oposición, seguramente siguiendo instrucciones de algún dirigente de esos a quienes se le ocurren ideas que considera van a crear acciones a favor de una derecha como la que inventó lo de las manitas blancas, lo de soltar un cochino en la anterior Asamblea Nacional, o en el inicio de la guerra económica presentarse con bolsas de tomate, sardinas y otros productos. la de bajarse los pantalones ante las cámaras, la de voltear la bandera, llenarla de sangre, usarla con solo siete estrellas, la de colocar ante un tanque a un supuesto paralitico que después resultó caminando, la de colocar las guayas que mataron inmisericordemente a gente inocente, la de prometer sacar del Poder a Nicolás Maduro antes de los primeros seis meses de gestión de la nueva directiva de la Asamblea pitiyanqui, el garantizarse protagonismo insultando a la Fuerza Armada Bolivariana y al Tribunal Supremo y cientos de etc.
Pues bien lo sucedido con las damas, que al vestirse de blanco, se copian de las ya extintas damas de blanco de Cuba, que pasaron sin pena ni gloria en esa isla revolucionaria, y provenientes de Mérida y Zulia fueron en manada, violando los controles fronterizos para ir a realizar compras de supuestos artículos de primera necesidad en Cúcuta; muy pocas de ellas compraron porque el objetivo era montar otro show para los medios, sobre todo los internacionales pues bien sabido es que los de marca de fábrica del país vecino, por el cambio son más costosos pero que a la par se consiguen los productos venezolanos que aquí escasean, porque quienes se han sumado a esta guerra económica que vivimos, aquí los siguen escondiendo, como ha quedado demostrado en investigaciones que han culminado en el desmantelamiento de algunos centros de acaparamiento, muchos de ellos clandestinos, en lugar de accionar en búsqueda de ellos, e ir contra los delincuentes o por ejemplo organizar boicot contra quienes abusan de los precios, lo que hacen es prestarse para un show mediático más, que es a lo que nos tienen acostumbrados las brillantes mentes de la derecha como ejecutora de las estrategias de esta guerra no convencional que estamos soportando, tanto opositores como chavistas, pues en ella no se diferencia a quién afectar o a quién no.
Todos hacen cola, todos ven cómo su dinero no alcanza y para todos la escases de productos, en gran parte resultado del acaparamiento, es por igual.
Esa acción de estas damas opositoras de la frontera, no hay que descartar, fue aprovechada para bachaquear de allá para acá, pues no es un secreto que, al menso aquí en el Táchira se consiguen en abundancia productos colombianos a precios exorbitantes y quién nos asegura que entre las féminas no iba más de una bachaquera que se hizo su agosto viniendo a vender lo que de allá trajo.
Lo inexplicable es que las autoridades colombianas hayan permitido que las regulaciones que ellos han implementado que son el pasaporte y el pago de 40 dólares para ingresar, a estas féminas se las hayan exceptuado, lo que viene a confirmar lo que ya no es una sospecha y que tiene que ver con la colaboración no ocultada de autoridades de ese país con los desafueros de una oposición venezolana sin un ápice de nacionalismo ni amor por su patria.
Así que estas escuálidas que se prestaron para materializar una de las tantas ideas descabelladas de la sui generis oposición que aquí padecemos, se van a dar cuenta de que lo que hicieron fue como en todo lo que la derecha hace, un soberano ridículo con del que tal vez se exceptúan las pocas que disfrazadas de blanco se mimetizaron entre las activistas improvisadas para aprovechar y practicar, sin ningún temor el bachaqueo de allá para acá.