En los estados Miranda y Lara, a ojos vistas y ante la inocultable desidia- de algunos-y la saturación de funciones paralelas -de otros-, el abandono de las responsabilidades directas que constitucionalmente tienen asignadas sus gobernadores electos, sus habitantes han contado con excelentes relevos o "defensores", funcionarios paralelos que en esas entidades regionales han venido realizando unas extraordinarias funciones en medio de las dificultades que supone ejercer un cargo como suplente de funcionarios política y moralmente tan diferentes[1].
El caso es que ese tipo de "suerte" no la corren algunos otros estados, abandonados a su suerte y dicha de Dios. Por ejemplo, el estado cuya capital al parecer sigue siendo "La Madre Patria", en cuando a una población férreamente mantuanizada y enemiga sempiterna de todo lo que huela a ese Simón Bolívar resucitado por el Presidente Chávez y ahora atendido por su sucesor actual. Ya en entregas anteriores vimos cómo algunas instituciones medioevales del siglo XVIII, han estado exhibiendo la bandera de 7 estrellas a manera de confirmación de que aquí en este estado sigue imperando la cultura y los valores contrarios a las ideas y conquistas de El Libertador que fue echado de este mismo estado y país.
Es un hecho de que en este estado, colonizado hasta los huesos, a su relevo asignado no se le ve ni en pintura, y esa desidia por este estado queda evidenciada en la tardanza que manifiesta en materia de los CLAP. No sabemos si esa deficiencia crítica responda a los planes nacionales en materia de prioridades alimentarias o sanitarias, como si el hambre de algunos fuera más apremiante que la de otros. Aquí, es una empresa de comercio, enemiga jurada de la V República, la que suple muy deficientemente y con esporádicos y exiguos combos a precios no regulados, y contentivos de mercancías reguladas con algunos recargos en favor de los comerciantes que fungen de colaboradores de dicha empresa. Inferimos que esos proveedores adquieren por alguna vía irregular mercancías reguladas y con ese precio regulado les revenden a los colaboradores finales quienes obviamente deben encarecerlos al consumidor. Muchos habitantes y clientes desesperados hasta han llegado a creer y divulgar que esas son las bolsas ofrecidas por el gobierno nacional. También la Alcaldía con no menos esporádicas y pobres bazares a cielo abierto, vende algunas mercancías con fines más demagógicos que constitucionales.
Lamentamos que durante la reciente visita del diputado Diosdado Cabello en uno de sus "Mazazos"-pensamos-no haya recibido ninguna valiente queja respecto al estado en se encuentran muchos miles de familias con esta crisis dejada a una lado por los responsables del caso.
Estoy citando algunas Parroquias centrales del municipio Valencia-cuna de los estratos sociales que con mayor fidelidad y respeto admirables siguen representado la decrépita Colonia con cuyos impertérritos valores siguen envueltas. Sus antiguas y lujosas casas las han abandonado ante el empuje demográfico del Sur hacia el Centro. Han preferido dejarlas derrumbarse[2] que cederlas para otros y más nobles fines. Por ejemplo, la mayoría de esas abandonas casas han sido invadidas y otras son un peligro para los transeúntes, peligro agravado con las lluvias, por ejemplo. El colmo de esta conducta colonialista es que sus dueños han sido incapaces o enemigos acérrimos de cedérselas en comodato a la Misión Barrio Adentro.
Con semejantes relevos y criterios, Valencia y algunas parroquias, fuertemente las más rezagadas y cuyos habitantes en su mayoría pacatas y chapadas a los obsoletos valores coloniales, con sus fachadas subliminales, por ejemplo, y que las propias Alcaldías colonialistas han pretendió conservar para que sigan fungiendo de iconos representativos de la "inmortal" Madre y colonial Patria., esas parroquias, decimos, no tienen muchas esperanzas de salir de esta terrible crisis que, si bien es medio tolerable por los familias contrarias por respeto a sus antiguos amos y a una posibilidad-aunque remota-de salir de este "perverso gobierno", no así para la inmensa cantidad de familias afines a esta V República. Valencia necesita, además de su Cesta Básica embolsada, un eficaz "defensor" paralelo.
[1] Casos de Miranda, Lara y Anzoátegui
[2] Quizás con los razonables fines del engorde económico, habida cuenta de que el Centro de Valencia se viene comercializando a velocidad increíble, aunque sin control arquitectónico alguno en cuanto al uso del espacio. El caos urbano, el uso y las invasiones permitidas son notorios.