Carta al Gobernador Arias Cárdenas: días de luces

Estamos en la octava de navidad, días de enorme simbología para la cristiandad, días de luces, de esperanzas...En ese ánimo lo saludo respetuosamente, considerándolo un creyente y militante que apuesta a la construcción de una sociedad mejor.

Por ello me dirijo a usted, y por reconocerlo como uno de los principales referentes del proyecto bolivariano en la región; es difícil hablar de Chávez y del cuatro de febrero sin aludirlo. Con lo cual tengo la certeza de que estas reflexiones pertinentes en la coyuntura que atravesamos, correrán con la suerte de llegar a su destino, cual botellas arrojadas a la mar según el relato de García Márquez.

A usted le ha tocado gobernar una época donde la volatilidad del tiempo y la supremacía de los valores de lo efímero se han posesionado de tal manera que perecen haber alterado los esquemas de comprensión entre los humanos. El capitalismo se ha entronizado direccionando la producción tecnológica, las finanzas y el comercio planetario, y de él estamos embebidos. Somos parte de esa realidad y por ello, también corresponsables por lo que hemos hecho mal o dejado de hacer para detener la voracidad que nos ha diezmado, cuya expresión concreta actual es una sociedad maltratada por una crisis económica que se ve ondear inmarcesible y presagia el fin de las utopías, entre ellas la de hacer posible el socialismo.

Los signos sobresalientes de esta crisis son evidentes: la salvajización de las relaciones humanas, así como la asunción conductas esquizofrénicas colectivas de parte de un vasto sector de la población que no les permite pisar su realidad, consustanciarse con sus semejantes, ser solidarios, justos, así como tampoco avizorar los retos que les demanda el futuro inmediato.

Comandante Arias, usted es nuestro gobernador. Con usted a la cabeza el chavismo ha ostentado el poder político del estado durante estos últimos años, por lo cual es oportuno revisar para avanzar, y bien pudiéramos preguntarnos inicialmente: ¿Cuánto se hizo por minimizar los efectos perversos de la cultura del capital desde las instituciones que regenta la gobernación? Basta con una sola pregunta generadora para interpelar a todos los funcionarios en su misión de servidores públicos cuanto menos, y cuanto más, en la misión de contribuir con la construcción de una mejor sociedad.

También sería muy oportuno que su equipo evalúe los esfuerzos hechos para lograr la inclusión social de los indígenas de la Sierra de Perijá que aun piden en los semáforos y deambulan por el centro de Maracaibo, así como también que revisen los planes de adecentamiento del centro de la ciudad, de las pulgas, el terminal…Indagar sobre quienes están detrás de los buhoneros que a viva voz anuncian la venta-compra de pesos, dólares, oro. En ese submundo, las relaciones humanas mínimas desaparecieron, no existe noción de ciudadanía, ciudadanía necesaria construir como una "sensibilidad colectiva" tal como propugna García Linera, Vice-Presidente de Bolivia.

¿Qué hacer camarada Gobernador? Porque hay que ganar las elecciones para acometer cambios sustantivo, de lo contrario seguiremos retrogradando.

Es imperativo redimensionar las direcciones encapsuladas en sus gestiones burocráticas, que en muchos casos están a cargo de jefes con buen "discurso revolucionario", pero alejados de la realidad del de a pie. Deben ir a las pulgas, al terminal, a las escuelas, al barrio, a los consejos comunales y acompañarlos en su organización y formación permanente, deben bajarse de las camionetotas para hacer la revolución verdadera.

Hay que dar un salto cuali-cuantitativo en el acto de la participación popular en la que se debe creer radicalmente, pues pareciera a veces un cliché. Esto lo digo con fundadas razones. En la ocasión de solicitar al Secretario de Cultura, 2013 (en el marco de la reunión con el movimiento afrodescendiente) el apoyo logístico para crear una red de bibliotecas populares que imbricaría lo cultura-deportivo con la organización del barrio, la respuesta que obtuvieron los voceros del colectivo gestionaste de parte de tal Secretario fue lapidaria: él creía en grades proyectos de bibliotecas por lo cual esa propuesta no era viable. Cuanto asombro señor Gobernador que la arrogancia hubiese soslayado esa imperiosa necesidad de participación popular en la formación de la gente del barrio que hoy hace tanta falta.

Finalmente camarada Gobernador, usted bien sabe que en sus hombros recae parte del peso histórico de la orientación y fortalecimiento del Zulia, y del tributo que pueda hacer a la nación para salir de la crisis en la está sumida, lo cual muchos estamos seguros que sabiamente hará amparado en estos días de luces.

 

¡Hasta la victoria siempre…!

 

Aquileo Narváez Martínez



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Aquileo Narvaez Martínez


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