El que dice una MENTIRA
no sabe qué tarea ha asumido,
porque estará obligado a inventar veinte más
para sostener la certeza de esta primera.
Alexander Pope
Un amigo, locutor con muchos años en la radio; muy concentrado en su vida familiar, me hizo un comentario sobre algunos papelitos, el cual han venido apareciendo en las calles de las ciudades gemelas (Acarigua-Araure). Una de esas hojitas se la vi a un señor, mientras se tomaba un cafecito callejero, en el banco de una plazoleta; al percatarme que lo había terminado de leer, me acerqué para hacerle la siguiente pregunta: ¿Qué piensa de lo que acaba de leer? La respuesta del señor, se dejó escuchar en medio de una risa: "Ese cuento me lo sé de memoria; lo vengo escuchando, desde el mismo momento de asomar la cara el comandante Chávez, en las elecciones del 99".
En medio de la improvisada, e inesperada conversación, el señor, empezó a leer nuevamente en voz alta la hojita, para que otros curiosos escucharan, dando a conocer un vulgar panfleto contra la constituyente; con mucha seriedad, y con la voz muy clara, y haciendo mucho énfasis al pronunciar, fue repasando el mensaje: "¡venezolano, amigo ¿Estás consciente de que nos queda solamente 1 mes? En un mes, de aprobarse la constituyente, podríamos dejar de ser dueños de nuestra casa, nuestro carro, nuestro negocio y hasta de nuestro sueldo. ¿has tomado consciencia de esto? En 1 mes podríamos perder hasta el país. Ocúpate hoy de lo realmente importante y urgente: VENEZUELA." No había terminado de leer, cuando se levantó, como impulsado por un resorte, largo el papel, y doy por finalizada la reunión con las siguientes palabras: ¡Hasta luego, no sigo leyendo, porque todo esto es pura basura, de la tanta que sale todos los días contra el gobierno!
La intervención del señor, se semejó al locutor, quien dos días atrás, antes de entregarme el mensaje en la puerta de su hogar, me lo había leído a través del hilo telefónico, como si estaba en un programa de la oposición, de los tantos que aparecen y desaparecen, en épocas de elecciones, como la lluvia en tiempos de invierno, para que conociera unas de las "genialidades" de la oposición, en un camuflaje con el nombre "sociedad civil organizada".
Si esto es pura paja, qué podría pensar esta persona, al leer la opinión de un periodista, electo gobernador, cuando estuvo coqueteando con la izquierda, quien sin ningún reparo se atrevió a cuestionar la constituyente con algo que en estos momentos suena a un verdadero adefesio sin pie, ni cabeza, al decir, que hasta lo niños pueden perder la potestad de sus padres, porque –según él– es al mismo estilo cubano, lo que ha presentado el gobierno.
Todos estos disparates escuchados todos los días contra la constituyente para atacar al presidente Nicolás Maduro, nos permite ver las actividades de la oposición venezolana en una sola dirección: la violencia, para terminar a la larga encerrada en su propia trampa, y seleccionando el veneno para "suicidarse". Tienen varios frentes abiertos a la vista de todo el mundo; en uno, como es el vandalismo, han ocasionado un número muy próximo al centenar de muertos, una cifra considerable de heridos, y una cantidad incalculable de pérdidas materiales para el estado venezolano. Ahora contra la constituyente, han iniciado una verdadera guerra comunicacional–los panfletos– la misma de años atrás, dejando al descubierto la poca creatividad de la MUD, y sus dirigentes, quienes en cada declaración terminan justificando, y aprobando la violencia al no tener nada que decir. ¿Quién puede creer en tamañas mentiras? Nadie en su sano juicio, al pensar en la monumental carga del estado venezolano, puede tragarse ese anzuelo.
