La plaza de la Tacarigua de Margarita es un espejo donde se refleja el sol y suelta sus destellos a los ojos de la bella imagen del Corazón de Jesús que está en el lugar, y de ahí alumbra a todo el pueblo.
Más allá, pero cerca, una hilera de tobos hace fila para recoger el agua en el viejo estanque perezjimenista por la escasez del vital líquido en el poblado que a esta fecha cuenta 40 días. El periodista observando el hecho, piensa: "Eso es retroceder y volver al siglo pasado, donde las personas acudían con tobos y perolas a buscar un poco de agua. Y decir que día a día el problema se agrava y no hay quién dé respuesta sobre el asunto".
Mientras tanto la perra Cegueta que jugueteaba con sus amigos, se acercó con éllos al periodista y preguntó:
- ¿Amigo qué noticias nos tiene sobre el precio de la perrarina?
El periodista vio con tristeza a los canes y trató de callar, pero se decidió a responder: "Las noticias que les tengo no son muy buenas, pues hoy mismo pregunté sobre ello y un saco de 20 kilos, de la más barata, cuesta más de 4 millones de bolívares y eso que aquí no se paga IVA".
- Pero no puede ser que la ANC no haya respondido cuando ustedes le dieron toda la confianza para que se manifestara, comentó muy segura Cegueta.
- Por lo que yo he visto y leído, aún no hay nada preciso sobre la nueva Constitución y por tanto nada sobre los perros. A mí me han reclamado ciertos "revolucionarios", que yo si tengo cojones que en vez de pedir comida para la gente estoy pidiendo perrarina para los perros.
- ¿Y qué has respondido tú, amigo?
- Les he contestado que lo hago por amor a los animales y porque me parece que son más fieles que las personas, quienes se pueden defender mejor ante esta crisis que nos ahorca, que los pobres perros que deambulan de un lado a otro sin conseguir ni comida ni agua. Igual sufren los que tienen dueños, al éstos no conseguirles alimentos a precios accesibles para ellos.
La perra Cegueta movió la trompa como señal de estar de acuerdo y corrió con sus amigos al encuentro de su dueño, quien venía llegando de su conuco.
