la respuesta que Lacava le arrojó a la ciudadana que le reclamaba por el servició del agua potable en su comunidad, es la típica respuesta de quien se siente más jugando en un patio de bolas y no al frente de una institución de servicio público, como la gobernación del Estado Carabobo. Lacava es la expresión más acabada de la decadencia política del madurísmo. Este personaje con características bufonas ha permitido con su inoperancia que Carabobo se convierta en una geografía invivible. Ahora entendemos porque Chávez en aquel controvertido mítin de la zona sur de Valencia agarró tremendo arrecherón y prefirió levantarle la mano, con todo el rechazo que tenía y lo malo que era también, a Francísco Ameliach. Porque igual hay que decirlo, entre ámbos acabaron con Carabobo.
Ahora bien, la solución política en la región es igual a la que debe darse también a nivel nacional.Pero dando ya como supuesto comprobado de que a este bufón lo sacaremos de la gobernación, junto a sus marionetas las que colocó en distintas alcaldías, tenemos la obligación de ir imaginándonos como vamos a reconstruir al Estado Carabobo.
Porque reconstruir Carabobo pasa necesariamente por retomar el camino de la transición socialista, el de meterle vida a la "Comuna o Nada de Chávez",pero sin el ministerio de las comunas.Pasa obligatoriamente por desalojar del poder al vampirirismo como variante ideológica del capitalismo dominante en Carabobo. Reconstruir Carabobo pasa porque haya un liderazgo nuevo, verdaderamente revolucionario que convoque a todo el pueblo a impulsar la producción de los bienes y servicios para satisfacer las necesidades básicas de la población.Debe ser un liderazgo que impulse la investigación cientifica, la innovación tecnológica, la creatividad artística, el deporte en las comunidades, que atienda las necesidades de la educación y la salud, que agarre el Plan de la patria original de Chávez y lo traduzca en la práctica en Carabobo.
Debe ser un liderazgo que surja del seno del liderazgo popular y no impuesto desde la cupula de PSUV y del madurismo. Un liderazgo con la suficiente ética revolucionaria, suficientemente serio y responsanble; un liderazgo que no se haya enriquecido con la revolución, un liderazgo con estusiasmo para el trabajo que se coloque de primero en la ejecución de las tareas para reconstruir el estado. Debe ser un liderazgo que abandone cualquier comportamiento soberbio, que sepa y le guste escuchar; un liderazgo que asuma el diálogo con la población envuelto de la mayor humildad posible.Un liderazgo que no haga de la crítica una razón para perseguir a nadie. Debe ser un liderazgo estudioso,investigador de las causas y soluciones de los problemas. En Carabobo hay miles de mujeres y hombres con ese perfil para organizar un gobierno comunal y socialísta.Así que señor Lacava vaya preparándo sus maletas porque usted será mudado.