El hospital de Acarigua-Araure

"La vida es un hospital donde cada enfermo

está poseído por el deseo de cambiar de cama;

éste querría sufrir delante de la estufa

y el otro cree que sanará junto a la ventana"

Charles Baudelaire

 

Tengo más de 40 años visitando este recinto hospitalario. Una parte de ese tiempo, en cuestiones políticas, teniendo la suerte de haber conseguido muchas amistades–obreros, personal de enfermería, de oficina, y médicos– y ahora en otra etapa de mi vida, como paciente, asisto regularmente a cumplir con un tratamiento. El aspecto que presenta esta edificación es triste y lamentable, pero a pesar de esas condiciones sigue albergando a miles de pacientes tan pobres, como las condiciones del mismo hospital, donde a simple vista nos conseguimos esparcido por todos lados la falta de conciencia, en parte alimentada por la grave crisis económica del país, y por la otra, porque ha venido desapareciendo, esa condición mental del ser humano, tan indispensable en cualquiera actividad en la vida; por algo grandes fortunas heredadas se convierten en polvo, cuando los herederos actúan sin importarles el sudor de sus benefactores.

En todo este mar de incertidumbre, conseguimos valiosas excepciones, abnegados profesionales, dispuestos a seguir batallando contra la corriente. Uno de esos ejemplos, es la unidad de nefrología, dirigida por una profesional dedicada en cuerpo y alma –la Dra. Rosa María Campos– en atender el departamento, y la cantidad de pacientes, que acuden en busca de ayuda médica para seguir alargando la vida. Ese importante servicio del hospital universitario "Jesús María Casal Ramos" lamentablemente es el que más depende de la tecnología, y por supuesto de los dólares, y todos sabemos las ataduras, a las cuales estamos sometidos por la moneda estadounidense. Las máquinas para las diálisis, requieren de un mantenimiento preciso, y periódico, y cada día se hace más difícil, sin embargo, siempre está presente en esa prestación la buena atención del personal, a pesar de los reposeros, que nunca han faltado, y ahora tienen un argumento de mucho peso, para seguir haciendo de esta práctica una burla: la falta de transporte.

Este comentario se lo hice llegar a un amigo, el cual ha hecho de este centro de salud, casi su hogar; un obrero con la conciencia muy definida sobre el problema de la salud, quien aprovechó la oportunidad para darme su opinión, por cierto muy valiosa: "Mi amigo, usted lo sabe muy bien; este hospital ha servido para llenarse los bolsillos muchos contratistas del estado, antes de llegar este gobierno, y ahora ha continuado la misma práctica, pero, como no hay dinero, lo poco que inventan es para meterse la plata en el bolsillo. Por la otra parte la falta de conciencia, se nota más en el personal de mantenimiento; veo a obreros que llegan a sentarse, se van y no levantan una paja, ni siquiera para remedio ¿Cómo se mantiene una edificación así? No es que meta la mano por las secretarias, enfermeras, y médicos, pero los que tienen la costumbre de venir, lo hacen por vocación, y enfrentan la situación a pesar de todas las limitaciones"

La opinión de este obrero, la podemos constatar apenas le vemos la fachada a la edificación; todo es abandono, basura, y para completar, los desechos de los servicios los lanzan a la vista de todo el mundo en el estacionamiento; no les importarles el daño causado a la misma institución, y para colmo de males, recientemente hubo un incendio, y los daños quedaron a la vista de todo el mundo, fiel reflejo de la desidia, tanto de las autoridades, como de los encargados del mantenimiento. ¿Para dónde agarra un paciente en medio de esta crisis, con lo caro de los servicios privados? Por supuesto, el dinero ayuda a seleccionar el sitio, pero he visto a personas con recursos económicos buscando refugio en este hospital, porque ingresar a una clínica se requiere de mucho dinero, aparte de lo difícil de conseguir los medicamentos, y cuando aparecen en manos inescrupulosas–los bachaqueros– valen un ojo de la cara.

Nadie puede negar el empeño del gobierno bolivariano –Chávez, y Maduro– por enfrentar la crisis de salud, pero está tarea es titánica frente a este monstruo de mil cabezas; por eso es necesario la conciencia colectiva, con brigadas de voluntarios, o pagas por el gobierno para realizar una cayapa de limpieza, saneamiento en medio de las grandes dificultades; de lo contrario, veremos desfilar a los eternos demagogos, pantalleros, y aprovechadores de oficio, buscando pescar en rio revuelto. Parece increíble, pero en este hospital, funciona un núcleo de medicina de la UCLA, con el nombre "Fernando Delgado" y hasta hace poco, era un punto de referencia para trasplantes de riñones, bajo la acertada dirección de la Dra. Campos, y las manos del Dr. Miguel Riera, médico cirujano; lamentablemente la crisis nos viene arropando, cobrando vidas humanas. Esperamos ver florecer la conciencia en medio de la dificultad. La voluntad ayuda a resolver grandes problemas.



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Narciso Torrealba


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