Cuento o razón

Agosto se disfrazó de diciembre

El paisaje parecía una cartelera de la escuela donde en cartulinas, pintaban a los árboles verdes, frondosos y florecidos. Los trazos de diferentes tonalidades de verde, sobresalían en los cerros y en los conucos. El canto de las guacharacas era un concierto que, a pesar del tono grave, de sus trinos, parecían canciones de las mejores, que deleitaban al oído. Todo era frescura y alegría.

Juancho Marcano, quien había llegado temprano al conuco para limpiar el malojo y recoger las berenjenas, los ajíes y los mangos, contemplaba aquello con un brillo de gozo en sus ojos. Mientras que su perro Pipo, luego de recorrer el sembradío, saboreaba unos mangos que le había regalado su amiga y del periodista, la mata de mango.

El reportero sintió muy cerca a su vecino de conuco, su amigo Evaristo, y luego de saludarlo, entablaron conversación.

- Fíjate Juancho, cómo están esos cerros, parece más bien que fuera diciembre, donde esas montañas se ponen verdecitas y hermosas, dijo Evaristo.

- Es increíble, pero te voy a confesar, pero yo desde que tengo uso de razón, aquí en la Tacarigua de Margarita, no había visto jamás un mes de agosto tan extraño y tan bonito como éste, pues en estos tiempos Tacarigua y por ende Margarita era sol y calor, y aquí las plantas se arruinaban en esta época. Ahora llueve o llovizna y el tiempo permanece muchas veces sombrío.

- Así es Juancho, tanto es así que los agricultores que en verdad siembran, viendo el tiempo y la experiencia que se tiene del pasado, no se arriesgaron ahora en sembrar mucho maíz, por el temor que siempre han tenido de perder el trabajo. Aunque, claro, hay sus excepciones.

- En estos tiempos secos, de verano, le decían los viejos, los agricultores en otras épocas, les daba por sembrar en los conucos que estaban hacia las copas de los cerros, pues ahí con una lluviecita y la neblina, se daba el maíz.

Evaristo aprobó la afirmación de Juancho y se despidió. Mientras Pipo, cargó con su bolsa de mangos y acompañó al periodista para el regreso a casa. Ambos venían contentos en el camino.



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Emigdio Malaver

Margariteño. Economista y Comunicación Social. Ha colaborado con diferentes publicaciones venezolanas.

 emalaverg@gmail.com      @Malavermillo

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