Hace ya algún tiempo (creo que el 15 de septiembre de 2011) Carlos Escarrá-Malavé (Caracas, 26 de noviembre de 1957-25 de enero de 2012) entonces Procurador General de la República, actuó como Orador de Orden en los presuntos 459 años de la fundación hispana de la ciudad de Barquisimeto.
Allí habló de la "Era Bicentenario" y lo que este evento historiográfico significa en el presente y el futuro durante el proceso de construcción de la patria nueva, su tono fue ardoroso como quien tiene una firme convicción; también abordó el asunto este de la falsa fundación hispana de la ciudad crepuscular, agregando además que él aprendía mucho también de los testimonios de ancianos y memorialistas, la gente común que busca el sentido de las cosas, es práctica y no se anda por las ramas; por eso sostuvo que la capital del estado Lara mantenía una deuda de gratitud intelectual con el entonces Cronista de Barquisimeto, el poeta don Ramón Querales; exhaustivo historiador que ha dicho hasta la saciedad que el 14 de septiembre de 1552 no se funda esta urbe, sino que su historia es la inmemorial de las etnias en el tiempo prehispánico.
Por eso entendimos nosotros que las autoridades de la era del bicentenario (en 2011 era alcaldesa la Prof. Amalia Sáenz), luego pasó fugaz con más penas que gloria el Ing. Alfredo Ramos, un sujeto que de la extrema izquierda en la juventud pasó luego a la extrema derecha, la señora Teresa Linares que fuera designada por la cámara municipal del Iribarren, una vez que el TSJ destituyera a Ramos por ser el principal activador de la destrucción de su ciudad de la que debía ser su celador y conserje, digamos.
Ahora en 2021 gerencia la alcaldía en Iribarren el abogado Luis Jonás Reyes Flores, persona moderada de carácter que, sin embargo, renombró mediante referéndum consultivo (¿?) la antigua parroquia Juan de Villegas por el de la indígena Ana Soto; y vinieron entonces los contraargumentos de quienes hablan de nuestra innegable herencia hispana y demás ítems por el estilo, pero sea por re o sea por fa, como dicen por ahí, no ha querido pagar la deuda de gratitud y aceptar la crítica de sinceridad y exactitud que, según el Dr. Escarrá, ha hecho el cronista don Ramón Querales, sino que se continúa celebrando una "mentira" y un hito colonial cada 14 de septiembre.
Por otra parte, no han dicho nada al respecto los ínclitos historiadores que por decisión del Consejo Legislativo del estado Lara dizque forman parte del llamado "Centro de Historia Larense", unos sujetos que a excepción de uno o dos de tales miembros, no son historiadores de oficio, sino figuras partidistas con respetables títulos de profesores de castellano y literatura, periodistas, músicos, poetas, cuenta cuentos, entre otras profesiones, según nos han dicho; pero ninguno con obra de investigación en el campo historiográfico; supuestamente sus "méritos" para ser nombrados "individuos de número" en general son nulos, como no sea fidelidad al psuv o ni eso. Muchos, de tan comprometidos que son, se han marchado a otros países (no resistieron junto al pueblo llano, vieron otras oportunidades en otros países, como muchos en los últimos años en Venezuela), de tal suerte que ya seguramente no tienen el foro necesario, ni proyectos, ni nada, que se sepa, son como los ceros a la izquierda de la actual moneda.
En todo caso, esa corporación que ha hecho muy poco o nada contra la mentad colonial que aún persiste en el marco de la Revolución Bolivariana, porque sinceramente, si son asesores en el campo de la historia de quienes tienen el poder político-administrativo, ¿cómo es que permiten "celebrar" el repartimiento de las "Encomiendas"? Subterfugio del derecho indiano mediante el cual los colonos sometieron a sangre y fuego a los nativos y repartían viviendas, tierras y personas.
Comenta en este sentido el Prof. Francisco Cañizales-Lomelli citando a los historiadores Eduardo Arcila-Farías y Ramón Querales que, si así fuera, estudios del historiador español-venezolano o larense e hispanista de tronío –mentalidad colonialista- Hermano Nectario María sostiene que tal repartimiento de indígenas habría sido entre el 15 o 20 de mayo de 1552: el Teniente Gobernador, Capitán General y Alcalde Mayor, repartió 239 títulos de encomiendas que incluyeron 12.558 indígenas pertenecientes a los pueblos de Nogara, Gayón, Guaiquerí, Caquetío, Ayamán, Cámago, Jirhara, y Chipa; asimismo, 1.392 casas, 1585 jefes de familia y 319 principales o caciques. Los beneficiarios de estas encomiendas fueron 39 familias de la empresa conquistadora-colonizadora: 35 españoles, 3 alemanes y un portugués (Cañizales-Lomelli: "La infundada "fundación" de Maracaibo", 2015).
Suponemos que tendrá que ser el próximo año que el abogado Reyes-Flores "se tire otra raya más para el tigre" y cambie la fecha de fundación de Barquisimeto, que la ubique sino hacia el 15 de mayo de 1552, o en 1547; al menos en 1530 en el momento del contacto aborigen con los conquistadores, que según un libro de viajeros (Nicolás de Féderman) es cuando aparece el nombre Variquesemeto. En todo caso, sería previo a un informe de los ínclitos numerarios del Centro de Historia Larense, aunque esta corporación suponemos que volviera a ser reestructurado en razón de ya aquí dicho.
Volviendo a la anécdota inicial de esta crónica, conviene señalar que en aquella ocasión antes de ofrecer su pieza oratoria el Dr. Carlos Esacarrá-Malavé compartió brevemente con unos asomados que merodeábamos por ahí, cerca de la tribuna de honor. Le oímos admirados que él tenía en su haber académico, aparte de sus estudios de abogado (III, IV y V Nivel) una Maestría en Historia de Venezuela en la UCAB, donde también había sido profesor en la Escuela de Derecho, igual que un tal "Luis Chumaceiro", seudónimo del abogado antichavista Tulio Álvarez, en todo caso a ambos los une ser grandes estudiosos, de la UCAB también.
"Así que a mí los historiadores no me pueden caer a coba", decía entre bromas. Era persona de buen humor, además de que sabía usar la ironía y el lenguaje popular, tan rico en metáforas significativas, Haciéndose entender mejor así.
La historia son los hechos registrados documentalmente, como sostenían los positivistas o en la tradición oral y la infundación de Barquisimeto es un infundio, y según sostiene el actual cronista de Iribarren, Sr. Elides J. López Peña (Coro, 1940) esa fecha provisional obedeció que el general Marcos Evangelista Pérez Jiménez, "Presidente constitucional" pidió que para el Cuatricentenario de Barquisimeto establecieran una fecha de fundación porque debía inaugurar el monumento de El Obelisco y justificar así un fraude electoral en 1952; pero ya en 1965 se ponía en duda la tal fecha, ya que según reseña del diario El Impulso:
"Barquisimeto no fue fundado en el año de 1552, fecha que se tomó como cierta para celebrar el Cuatricentenario, sino que para 1547 estaba fundado. Tal se desprende de un valioso documento, del año 1700, localizado ayer en el Registro Principal, cuyo jefe es el periodista y escritor Hermann Garmendia". (El Impulso, Barquisimeto, sábado 10 de abril de 1965, número 19.281. Portada).
"Cabe destacar además el hecho que, según el mismo documento, la jurisdicción de Barquisimeto, de Este a Oeste, estaba comprendida por el Río de Aroa y la Quebrada de Las Guardias; y de Norte a Sur, por el Río Tocuyo, hasta las villas de Acarigua o Río Cojedes" (ídem).
"El documento fue levantado porque un sujeto llamado Antonio González pretendía fundar una villa en Cocorote; y por ello intentaba dividir la jurisdicción. Como Primer Testigo Fiscal y Juez figura el Licenciado Bernardo de Artigas. Este personaje, como se apreciará, desempeñaba varios cargos; era, asimismo, Vicario y Juez Eclesiástico y Sacristán de la Iglesia Parroquial. Cuando se le hiciera –según el documento- una segunda pregunta a este testigo, dijo que sabe por papeles que ha visto y dicho de sus mayores, que Barquisimeto se fundó en el año de 1547. Entre los testigos figuran además Manuel González de Yépez, Cura Rector de esta Iglesia Parroquial. Su testimonio fue igual al del anterior testigo. También figura como testigo el Mariscal de Campo Francisco Miguel Ordoñez" (ob cit).
Llama la atención que las autoridades, alcaldía y cámara municipal de Iribarren ¿la gobernación y el Consejo Legislativo del estado Lara, también?, padezcan de un temor paralizante que les impide tomar cartas el ese asunto. Sería una cuestión hasta didáctica, que nuestra niñez y juventud aprendan que es importante respetar la verdad histórica, contar con aproximaciones más sinceras y tampoco celebrar el coloniaje.