Ordenanza sobre las Normas del Ejercicio del Cargo del Cronista Municipal |
Vamos a opinar con la misma reflexión que demostró "algo o alguien" -"es una persona capaz de contar con que tiene inteligencia y voluntad"-, sobre la nominación del cargo público de Cronista Municipal.
No nos vamos a meter con los asuntos protocolares o procedimentales del Concejo Municipal. Pero, si del cómo es eso que en la "discusión pública" o "en la primera o en la segunda discusión", se van incorporar cambios en los artículos de la "Ordenanza sobre las Normas del Ejercicio del Cargo del Cronista Municipal".
Eso nos tiene en modo "mucho cuidado" porque se trata de cosas gruesas como las que nos acabamos de informar.
Con eso, "si nos metemos" y con toda la molestia que nos da, es con eso de que "algo o alguien" –"pronombre indefinido que significa 'alguna persona""-, se haya dedicado a la torpe tarea de pretender modificar, transformar o cambiar la propuesta de reforma que presentó la "Fundacion Historia y Patrimonio Sucrense Dr. Ramón Badaracco Rivero", que tiene un carácter compacto, integral y blindado, con los contenidos necesarios y los enlaces adecuados para que la "visión" del nombramiento del Cronista Municipal, se exprese en una "misión" primordial:
"El Cronista Oficial será elegido por concurso público a través de una Comisión de Arbitraje que será designada por la Concejo Municipal, […]. La Comisión de Arbitraje del concurso público tendrá como tarea fundamental el reconocimiento, revisión y estudio de los documentos síntesis curriculares de los aspirantes al cargo de Cronista Municipal, […]".
Que patética la actitud de "algo o alguien", -"una persona cuya identidad no se conoce o no se revela."-, tratando de explicar que ahora lo importante no es la creación de una ordenanza que esté llamada a desempeñar el nuevo papel protagónico del Cronista Municipal, sino a la buena voluntad de los concejales, poniendo interés en sus afiliaciones partidistas –eso que llaman a votar con el dedo en el gatillo-.
Ahora resulta que lo importante es aplicar medidas -aunque parezca un elemento trillado en la retórica política y sociológica-, de volver a la vía del irrespeto de los entes públicos y a la eliminación de la iniciativa de la sociedad civil –hoy más vigente que nunca-.
Confiamos en la buena voluntad de los concejales que son parte de la estructura de la Cámara Municipal, sin tener "nada de cuidado" en sus afiliaciones partidistas. Y confiamos, porque sin duda son seres humanos valiosos que obran o actúan por contraposición al actual retorno al "algo o alguien".
¡Que se abran cien flores y florezcan cien escuelas de pensamiento¡