Esa frase siempre me llamó la atención. No vamos a entrar en detalles teológicos o místicos sobre lo que es Dios, sería muy extenso el debate. Algunos definen a Dios como "El Demiurgo Arquitecto del Universo", otros como Alá supremo, Jehová, y muchos creen que es un Señor sentado en un Trono Divino lanzando rayos y centellas sobre nuestro mundo terráqueo. Lo cierto es que, mayoritariamente, tenemos la íntima sensación extrasensorial de que hay "algo" superior que controla y dirige a la humanidad en su fuero interno. En este período de gobierno bolivariano con tendencias socialistas, esa frase es recurrente oírla en los escenarios donde parlamentamos acerca de la llamada revolución bolivariana, impulsada por el señor presidente Chávez. En verdad que aspiramos a una sociedad socialista, a lo venezolano, donde impere la justicia social sin distingos de clases; ese es el sentir de la mayoría del pueblo venezolano.
A través de la historia la humanidad se ha expresado regionalmente exigiendo la implantación de un determinado estilo de gobierno o pidiendo el deslinde de los mismos. Yo no creo que la voz del pueblo sea la voz de Dios. Sí estoy convencido que LA CONCIENCIA del pueblo es la voz de Dios. No todos los pueblos tienen conciencia del tipo de gobernantes que deben regir sus destinos pero siempre habrá un grupo, minoritario o mayoritario, que tendrá la suficiente CONCIENCIA de saber quienes deben llevar las riendas administrativas de un país o región en particular. Cuando Pilatos preguntó si Jesús era culpable o no, el pueblo lo condenó al patíbulo que había sido destinado al bandido Barrabás. ¿Esa fue la voz de Dios? Muchos dictadores implantaron un gobierno a sangre y fuego apoyados por una nutrida multitud y entre esos ejemplos tenemos a Mussolini y a Hitler. En Suramérica sobran los ejemplos, lo mismo que en Centroamérica, donde el oscurantismo se instaló gracias a la complacencia del voto mayoritario de la población. En Venezuela recordamos con languidez las campañas de adecos y copeyanos para llegar a la presidencia. El dictador y asesino de Rómulo Betancourt fue llamado "el padre de la democracia", también contando con el apoyo mayúsculo de la sociedad patria. A ese dictador le siguió "el buenote" de Raúl Leoni, otro lobo disfrazado de oveja. Y ganó por amplia mayoría. No así fueron los triunfos de Caldera y Luis Herrera (ganaron por unos 30.000 votos de diferencia, si mal no recuerdo). El terrorista de Carlos Andrés Pérez ganó dos veces la presidencia con un buen margen en relación al candidato verde. Parecía un Virrey, prometía lo que jamás cumpliría pero, nos preguntamos: ¿Por qué ganaron esos dictadores pseudodemocráticos? Pues simplemente por el hipnotismo colectivo aplicado por la Mass Media para embrutecer al pueblo, para confundirlo, distraerlo, ilusionarlo y crearle vanas expectativas en la mejora de su calidad de vida. Hoy, en pleno siglo 21, hay unos 4 millones de venezolan@s que añoran un gobierno adeco-copeyano, olvidando las gestiones desastrosas y criminales de esa gente tenebrosa que casi arruina al país. ¿Esa es la voz de Dios? No lo creo.
En el Estado Zulia el presidente Chávez apenas ha ganado el referendo presidencial de 2004 y claro, los delegados para la asamblea constituyente del comienzo de su mandato pero de allí en adelante no hemos tenido éxito con nuestros candidatos a la gobernación, por razones varias, pero lo importante es que un grueso de votantes, algo más del 50%, prefiere al bandido de Manuel Rosales y a sus secuaces en la égida del gobierno regional. Todo revolucionario y bolivariano conoce la clase de gente que vive bajo la ropa de ese tahúr de la política, un perfecto imbécil que no sabe ni hablar. Entonces, ¿Ese pueblo zuliano que elige un tipo de gobernante como el de marras, es "la voz de Dios"? Y ni hablar de alcaldes delincuentes que no hicieron NADA de nada en gestiones pasadas y vuelven a ser electos por decisión popular. ¿La voz del pueblo se escucha en "Aló Presidente" y en VTV?
¿Cuál es la voz de Dios?