Es lamentable el atraso sindical y político que se ve en Guayana, con sus dirigentes con respecto al resto del país. Quizás esto se deba en líneas, a la traición obrero-sindical de los 90; y sobre todo los últimos 10 años de gobierno bolivariano, los líderes que han dirigido el Estado, no han llenado las expectativas, el primero, el Capitán Rojas Suárez, se convirtió en un traidor, el conjuntamente con Andrés Velásquez representan a la derecha enemiga del país.
No menos feliz ha sido Guayana con el actual gobernador, quien ha confeccionado un gabinete de derecha, integrado por un ex ministro del trabajo patronal y un asesor de empresas (Quebradas y vividoras de “papa-estado”), los cuales han anunciado una serie de medidas de corte efectistas y de derecha, para nada socialistas.
Las medidas de marras, las únicas útiles, son del gobierno nacional, como incorporar al occidente del estado, en donde esta nuestra deprimida capital, a los planes socialistas de la faja petrolera de la Orinóquia, la siderurgica socialista nacional, el tercer puente y otros planes de la nación que indiscutiblemente apoyamos con ardor.
Con respecto a los planes regionales, anuncian unas reducciones de salarios que son saludos a la bandera; el énfasis es el agua, el cual está enmarcado dentro de una concepción de privatización y como lo hicieron Carvajal de AD y Rojas Suárez, en su proyecto “Aguas Bolívar”; desarrollo de este servicio sustentado en el pago de factura, no como retribución social; al mejor estilo de la IV Republica, en la era de oro del neoliberalismo, en los 80, cuando los dueños de la Electricidad de Caracas, plantearon, que nadie podía viajar si no mostraba pago al día de luz; el gobernador propuso, no dar ningún tipo de solvencia si no muestra la solvencia del agua, que mas se podría esperar de unos “asesores genios” neoliberales en medio de “socialistas”. Habrá que revisar una series de empresas, anunciadas con bombos y platillos, en donde el estado pone los reales y los gastos y particulares se embomban; y los planes hayaqueros típicos del populismo adeco, hechos por intermedio de cooperativas, habrá que revisar esas cooperativas, no sea que ese cooperativismo simule tercerización o precarización salarial, por cierto en donde el “nuevo asesor”, es un maestro en la materia.
Y por ultimo, tenemos a un movimiento sindical que es muchacho de mandado de los contratistas y proveedores y de los gerentes corruptos, que se movilizan con miras a desestabilizar a MIBAM y que estos les “honren” los compromisos, incluidas las clínicas y colegios privados; envés de asumir la dirección del MIBAM, convirtiendo a las factorías en unidades de producción socialistas.
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