El IDEA, a los treinta y tres años

1. Estando en Hoyo de la Puerta

En una de esas ocasiones en que uno pudo interactuar con la comunidad de Hoyo de la Puerta, en el municipio Baruta del estado Miranda y a no más de un kilómetro del IDEA, a raíz del derrumbe de terrenos y casas en Diciembre del 2010, uno de los afectados que vivía en esa zona por más de 10 años, y que sabía que su destino era ir a dormir con su familia en las instalaciones del instituto, me pregunto: "¿Y qué es eso, dónde es eso?", le respondí con cierta ingenuidad, "es un centro de investigación, el segundo más importante del país", él me respondió de manera coloquial, "zape gato".

Con esta anécdota, en un país donde muy orgullosamente hablamos de la "ciencia para el pueblo", bien vale la pena hablar un poco del IDEA, de lo que ha sido y es a propósito de sus treinta y tres años de existencia.

2. ¿Cuál fue la razón de crear el IDEA?

El Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) fue creado según Gaceta Oficial No. 31863 el 15 de noviembre de 1979. Fue una idea que se llevó a cabo a la mano del Doctor Raimundo Villegas (para el entonces, Investigador del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, IVIC), con el objetivo de acercar la investigación a las universidades del país y descentralizar esta actividad, que para la época, y en el caso de áreas como la biología y biotecnología, eran desarrolladas básicamente por el IVIC.

Fue entonces, la Universidad Simón Bolívar la que acoge la propuesta y comienza a capacitar a estudiantes de esas áreas en las instalaciones del instituto, sumado a un grupo de estudiantes provenientes de la ULA, la UDO y la LUZ.

La creación del IDEA generó fuertes diferencias con investigadores del IVIC, la idea no era bien vista para quienes ya mantenían luchas de poderes al interno de esa institución. Se sabía que la creación del instituto ampliaría las capacidades de investigación que se venían desarrollando en el país, principalmente en ciencias básicas.

Sin embargo, Raimundo Villegas logra hacer realidad ese proyecto con el apoyo de su esposa Gloria y el de sus hermanos Jorge y Leopoldo.

Con la creación de tres unidades de investigación se intenta descifrar la estructura y funcionamiento del sistema nervioso, asunto este que no era alejado de la realidad sobre los intereses de investigación que venían moviendo a muchos institutos científicos del mundo.

La Unidad de Neurobiología Molecular y la Unidad de Neurobiología Celular, dirigían sus esfuerzos hacia el componente neuronal, mientras que la Unidad de Neurociencias abordaba el problema estudiando un grupo de células muy importantes, acompañantes de las neuronas (las glias), ello incidió a que desde el IDEA se desarrollaran experimentos pioneros en el país y de impacto en las investigaciones de ese campo a nivel internacional.

En el área de biotecnología se iniciaron investigaciones en el campo de las plantas, con la introducción de técnicas novedosas de cultivos y propagación, bajo condiciones de laboratorio controladas. Dichas técnicas fueron aplicadas principalmente para el cultivo de yuca, sabiendo que este era uno de los productos alimenticios de fácil acceso por la población más pobre del país.

También se crea la Unidad de Errores Innatos del Metabolismo (UDEIM). Cabe resaltar que esta es producto de una necesidad que se había reconocido en Venezuela para la época, el fundador del IDEA fomenta la creación de esta Unidad, y la sitúa como un espacio para el desarrollo de actividades de aplicación tecnológica y de servicio en el campo de las enfermedades metabólicas. Se pensaba que esto permitiría al IDEA tener una mayor visibilidad de sus actividades de investigación en la sociedad venezolana. Esta idea nace del encuentro en Madrid de Raimundo Villegas (siendo Ministro de Ciencia y Tecnología en el gobierno de Luis Herrera Campins), con el investigador Federico Mayor, quien dirigía un centro de investigación para hacer la pesquisa neonatal en ese país.

Habría que darle el mejor mérito al Doctor Jorge Villegas quien dirige y crea la plataforma científica de la UDEIM, con la que es posible hasta el día de hoy que el servicio sea una de las actividades más reconocidas e importantes del IDEA, atendiendo y diagnosticando a miles de niños de todo el país.

Para la ampliación de las capacidades de investigación en el área de neurobiología, se creó posteriormente el Centro de Investigación de Biología Marina ubicada en el Parque Nacional Mochima, este sirvió de centro experimental para hacer investigación en esa área utilizando los nervios (axón gigante) de los calamares, fue así como este espacio sirvió de reservorio para esta especie y de objeto de estudio para los investigadores venezolanos y del exterior que tuviesen interés de trabajar en esa área.

Al inicio muchas ideas no fueron claramente definidas, pero existía la voluntad de ampliar los estudios de investigación del IDEA en el campo de las ciencias humanísticas y sociales, la investigadora Gloria Villegas opinaba a este respecto que: "había en los fundadores del IDEA la intención de pensar en el desarrollo biotecnológico de forma integral, el elemento humano debía comprenderse en su integralidad, analizando sus conductas y forma de convivencia en el mundo que le rodea".

Esta es una de las razones por la cual ocurre un acercamiento con intelectuales venezolanos como Luis Castro Leiva y Maíz Vallenilla, quienes participaron en la conformación del Centro de Filosofía y Ciencias Sociales en el instituto.

En cada una de las áreas de investigación que han venido dándole existencia al IDEA, han participado investigadores venezolanos y extranjeros de muy alto nivel reconocidos nacional e internacionalmente. No obstante, fueron los primeros años de la creación del instituto en donde se hizo más notable el relacionamiento internacional de sus científicos en el campo de las investigaciones en biotecnología, fue, sin duda, el mejor tiempo histórico del IDEA, en cuanto a esta actividad se refiere.

3. ¿Qué ha sido y qué es ahora el IDEA?:

El IDEA ha sido una institución desafiante a cualquier intención de desaparecerla o de controlarla plenamente; la institución ha transitado por crisis presupuestarias que la colocaron al borde de cerrar sus puertas. Su cercanía con la Universidad Simón Bolívar (USB) desde su creación y los proyectos científicos y tecnológicos con esta universidad hicieron que se iniciara una pugna por incorporar al IDEA dentro de su estructura organizativa. Asimismo, el Proyecto del Parque Tecnológico de Sartenejas iniciado desde 1992 por el gobierno de turno - nunca culminado - y posteriormente tomado por la universidad, concebía al IDEA como su centro de producción de conocimiento, algo así como un pequeño polo tecnológico.

Todos estos proyectos en los que se involucraba al IDEA, se convirtieron en períodos largos, fueron una encrucijada que afectó su producción científica.

A ello se unió el hecho, de que el instituto no supo cómo acompañarse verdaderamente del Estado, el IDEA se presentaba como una institución en la que siempre habría que darle algo de dinero para el financiamiento de la investigación, lo cual justificaba su existencia.

El instituto ha venido viviendo de forma singular y durante su existencia un conjunto de situaciones extremadamente contradictorias, tanto por la pugna de intereses encontrados al interno de ella, como por la mala lectura que sigue teniendo el Estado al no saber qué hacer con ella y cómo saber aprovechar verdaderamente las capacidades científicas y tecnológicas allí desarrolladas, y es que en el IDEA se ha hecho buena ciencia, una ciencia moderna, inclusive, se hace la ciencia necesaria, tal y como muchos les gusta escuchar, bastaría con saber sobre las investigaciones que se han venido realizando históricamente en el área de salud, agricultura, energía y ambiente.

A ello le acompaña una gran mística, ética y preparación del personal de investigación que allí labora.

Desde su creación y con cierta particularidad a finales de la década de los 80´ y durante la década de los 90´, el IDEA estuvo incorporado dentro de los programas de política pública por parte del Estado venezolano, los cuales buscaban fomentar y fortalecer el sistema científico y tecnológico del país. Una característica importante de esta fase fue que el accionar de la institución dependió para aquel entonces, directamente de las pretensiones y acciones de gobierno en el financiamiento de proyectos de investigación, pero con poca actividad de seguimiento acerca de los resultados que esos proyectos generaron y con mínimo control en los grupos de poder que venían naciendo y estableciendo patrones institucionales con los que se debía hacer ciencia, parte de esta conducta se traduce hoy por hoy, en resistencias importantes por parte de los investigadores para iniciar cambios que fortalezcan la capacidad de investigación del instituto.

Con la creación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONICIT) comienzan  a verse algunas acciones que intentaban fomentar una mejor articulación de la actividad de investigación con las necesidades de la población venezolana, se iniciaba así un período de cambio en la percepción social de la ciencia y con ello el papel de los centros de producción de conocimiento. El Programa de Agendas Industriales fue uno de los mecanismos utilizados para tal fin. Estas nuevas iniciativas exigían un mayor acercamiento del Estado sobre la labor de investigación que se hacía desde el IDEA.

Más recientemente y a la mano del gobierno bolivariano se han venido dictando líneas y diseñando un marco legal y político-estratégico de la ciencia y la tecnología, no obstante la visión que ha acompañado esta tarea se desvirtuó. Más que ayudar a establecer nuevos modos político-estratégicos y organizativos al interno de los centros de investigación, lo que ha hecho es crear dentro de ellas un marco institucional en donde ha dominado la visión político-ideológica de carácter "radical", que ha fragmentado las potencialidades y capacidades humanas y científicas de estos centros. Por esa razón, entre otras, el IDEA no ha podido al interno reorientar sus objetivos y redefinir su rol con base a su historia y a los intereses de la sociedad.

4. Las contradicciones

Al interno del IDEA ciertamente han venido ocurriendo cambios, los cuales  son un reflejo de los mismos que se observan en el resto del aparato estatal del Estado. Cambios que son caracterizados por el mal ejercicio del poder, muy alejado de lo que debiera ser el llevar adelante un proceso de transformación para potenciar las capacidades científicas y tecnológicas.

Esos cambios han sido negativos  y han hecho del IDEA una institución "normal" porque ejerce un comportamiento caracterizado por el abuso de poder, existe pasividad organizativa para generar transformaciones en los ámbitos político, estratégico, organizativo, programático y operativo. Hay una recurrente manera de no saber reconocer los aspectos fundamentales de la gestión tecnológica y del conocimiento y ponerlas a la disposición de su talento humano.

El IDEA no ha sabido comprender los riesgos que genera el financiamiento de proyectos de investigación en ausencia de una plataforma de gestión de investigación y cuando se intentó, la cerraron.

Tampoco el IDEA ha hecho del ejercicio del poder un instrumento para construir un liderazgo que permita superar las tensiones y resistencias que se han acumulado  a lo largo del tiempo.

Insistamos en las cosas "normales" que han venido ocurriendo en la institución en estos últimos años:

1. La gestión estratégica del instituto ha sido sustituida por acciones políticas retaliativas contra el personal de investigación afecto o no al gobierno. Si la tarea de desmontar los grupos de poder dentro del instituto justificaba tales acciones, bien vale la pena señalar que eso ha ocasionado la creación de nuevos grupos de poder, con la diferencia que estos si están con el gobierno.

2. Utilizando la premisa conocida en el país de que "tan malo es dejar la ciencia en manos de los científicos como tan malo es dejarla en manos de los políticos y burócratas",  el esquema central de las políticas por parte del Ejecutivo, dirigidas a crear una "ciencia revolucionaria e inclusiva" ha contado muy poco  con la designación de autoridades en el IDEA con capacidad política y de gestión en el campo de la gestión científica y tecnológica, de allí que se hayan profundizado las diferencias, las resistencias y las inconsistencias al interno del instituto. Todos saben cómo hacer gestión de ciencia y el que no, aprende.

3. El plantear desde el Estado una ciencia inclusiva y revolucionaria ha dado para todo, lo que ha empujado a las instituciones en nombre de "acciones justas y revolucionarias" a tomar decisiones que provocarán a mediano y largo plazo un rezago en las capacidades científicas y tecnológicas de los centros de producción de conocimiento. En la actualidad todos los trabajadores que directa y indirectamente trabaja en las actividades de investigación son considerados personal de investigación, esto incluía a los técnicos de laboratorios y al personal de buena parte de los servicios que presta el IDEA.

Tal acción por muy revolucionaria que pretenda ser, no siempre significa que sea técnica y estratégicamente correcta. Ha sido claramente visible, que todas las personas que trabajan o no en los proyectos de investigación del instituto no siempre facilitan o aportan en la actividad de producción de conocimiento. Es sabido que muchos presentan debilidades en el manejo de herramientas y conocimientos consolidados para ello, mucho más grave, ha sido el descuido de fomentar una política institucional para fortalecer la formación de este personal.

Poco puede hacerse a este respecto cuando se cumple un año más, sin que el personal de investigación del instituto sea evaluado, no ha sido posible medir desde hace varios años el nivel de productividad y desempeño de cada una de las personas involucradas en la actividad de producción de conocimiento.

4. Algo que ha sido común en las instituciones del estado venezolano es la ausencia de números y de estadísticas que describan oficialmente los problemas, avances, riesgos y desafíos de la actividad de conocimiento y de las tareas vinculantes con los objetivos estratégicos del Estado. Después de más de treinta años no existen instancias organizativas al interno del IDEA que maneje indicadores científicos y tecnológicos. La ausencia de este tipo de información ha puesto en riesgo la presentación de proyectos de investigación y el planteamiento de posibles resultados, que muy probablemente ya han sido generados en el desarrollo de proyectos anteriores.

No es un secreto que existen dentro del instituto proyectos que han generado importantes resultados y potenciales espacios de actuación de la ciencia a las necesidades del pueblo, también han generado publicaciones, colaboración internacional, entre otros. Estos proyectos no han sido suficientemente valorados por el Estado para darle continuidad a nuevas y mejores investigaciones, y terminan formando parte de lo que va en las gavetas de los investigadores.

En los proyectos de colaboración internacional como los de Cuba-Venezuela y en los cuales el Estado venezolano ha invertido cuantiosas cantidades de dinero, no es posible tener indicadores acerca de los logros tecnológicos, tampoco de los procesos de transferencia tecnológica desarrollado a través de esta alianza, según los principios del convenio, justamente éste se compone en uno de los principales objetivos de la cooperación.

5. El IDEA ha permanecido alejado de una política de gestión de la investigación adecuada a las exigencias de los centros de producción de conocimiento en el mundo. En la actualidad es posible desarrollar capacidades científicas no sólo por la existencia y desarrollo de proyectos de investigación, sino también a través de acciones orientadas al fortalecimiento de los grupos científicos existentes. Lejos se encuentra la institución de plantearse nuevas formas estratégicas para la transferencia de conocimiento al interno, con la cual se fomente actividades de aprendizaje, asimilación y difusión de saberes, así como la creación real y efectiva de grupos de trabajo de carácter inter y multidisciplinarios. Asimismo, lejos se encuentra de aprovechar estas prácticas para hacer un mejor uso de la infraestructura tecnológica y con ello una mejor distribución de las responsabilidades en el personal de investigación.

6. Desde el 2006 y como parte del convenio Cuba-Venezuela, no se ha culminado y puesto en marcha el Centro de Inmunoproducción Masiva de Anticuerpos (CIMA), proyecto que debió haber sido una de las infraestructuras tecnológicas de su estilo más importantes, comparables con las ya existentes en toda la América Latina; con una infraestructura tecnológica y capacidades de investigación y desarrollo que pudieran tener alcance en la cooperación estratégica con los países del ALBA y los proyectos de cooperación con el sur, para investigar sobre enfermedades tropicales, regeneración de tejidos y enfermedades respiratorias en edad infantil.

7. La planta de surfactante pulmonar, otro de los grandes proyectos del IDEA, y con el que se pretende atacar la mortalidad infantil a causa de enfermedades respiratorias en neonatos, no ha sido posible ponerlo en marcha por sabidas dificultades de la gestión del instituto en generar articulación interinstitucional y acuerdos, así como también la falta de voluntad política del gobierno bolivariano en apoyar las acciones para la ubicación del terreno en donde se construiría la planta de producción de surfactante. Es ahora en el 2012, cuando el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, se dispone por instrucción presidencial a financiar proyectos de escalamiento productivo con base a la investigación, lo cual permite que se retome el proyecto y se le otorgue nuevos fondos para la construcción de la planta.

Es importante resaltar que este proyecto es uno de los pocos que existen en el país  desarrollados mediante actividades de ciencia básica. Bien valdría la pena documentar e informar sobre la fase de investigación del proyecto y los resultados generados que permitieron decidir sobre la creación y puesta en marcha de la planta de surfactante.

9. Siendo neurociencia la principal área de investigación que se desarrolló desde el inicio del IDEA, hoy en día es uno de las áreas con menor apoyo financiero por parte del Estado y de la institución. Se olvidan que allí se encuentra uno de los principales reservorios y plataforma científica del país. Con la Unidad de Pesquisa Neonatal pasa algo parecido, no cuentan a estas alturas con una infraestructura adecuada para su funcionamiento.

5. En honor a los refugiados

 Sin intención de caer en el análisis de las argumentaciones posibles que tuvo el gobierno para decidir colocar al IDEA como refugio Tipo A, y albergar en sus instalaciones en Enero del 2011 a 256 familias afectadas por los derrumbes en los barrios populares de Caracas causados por las lluvias, sospecho que nadie desde el ministerio se le ha ocurrido preguntar sobre: ¿cuánto ha afectado dicha decisión al instituto en el desarrollo de los proyectos de investigación y en el fortalecimiento de la estrategia de colaboración internacional?. Aspecto este tan necesario para cualquier institución que desee hacer ciencia y que pretenda actuar en ámbitos altamente exigentes de la producción de conocimiento como lo es; la biotecnología y la nanotecnología.

Bien valdría la pena que el Estado hiciera esfuerzos para evitar los efectos negativos que esa decisión ha traído a la institución.

También ha sido curioso observar como el discurso desde el propio IDEA de la "ciencia para el pueblo", no ha sido capaz con las 256 familias allí albergadas de articular actividades y proyectos pilotos de inclusión, vinculados con la formación y cultura política, así como de prevención de enfermedades tropicales, cuestiones estas donde el IDEA tendría bastante que aportar. Muy probablemente, los mismos refugiados que cumplirán dos años haciendo vida en el IDEA, sepan poco o nada de lo que allí pasa y se hace.

6. Cerrando

La razón de existencia de las instituciones que producen conocimiento debe tener claridad en la definición de roles, desarrollo y alcance de las capacidades científicas y tecnológicas, pero también en la consideración de las potencialidades que debe otorgar la actividad de gestión para fortalecer su funcionamiento en lo organizativo y programático.

La forma sobre como racional e instrumentalmente se aprovecha y utiliza el proyecto político nacional para adaptar e incorporar al IDEA hacia la transición de una nueva manera de hacer ciencia, ha sido empañada, tanto por la valoración clasista de la ciencia, como por la acción retaliativa hacia los científicos y trabajadores de la ciencia. 

Hoy en día en los espacios del IDEA, y en los de otras instituciones de producción de conocimiento, e incluso dentro de los organismos del Estado, se escucha en voz de las propias autoridades de gobierno, hablar de los científicos: como "los batas blancas".

La política y el poder desde adentro de las instituciones y desde la acción misma de los decisores, son elementos que pueden ser cohesionadores para el funcionamiento y el rol de una institución, pero  también pueden presentarse de manera peligrosa para generar crisis que atentan significativamente en los objetivos y ejercicio de la gestión institucional.

El IDEA se encuentra en una situación en la que tendrá que romper con la "normalidad"; con la forma como ha venido funcionando y cómo ella misma ha hecho que se le piense y se le lea desde afuera.

En el ámbito de la gestión de investigación habrá que tener pulso para diferenciar lo urgente, lo coyuntural, lo de corto, lo de mediano y largo plazo, cada uno de estos niveles tendrán que ser tratados con elementos claros de inclusión y participación en la toma de decisiones, por parte de todos y cada uno de los investigadores.

La posibilidad de proponer una nueva gestión de investigación y un nuevo reordenamiento de la organización interna de las áreas de investigación dependerá de conocer estas resistencias y de colocar las personas más capacitadas para hacer lo que hasta ahora no ha sido posible llevar a cabo.

Potenciar y apoyar la actividad de investigación básica que realiza la institución y que ha marcado históricamente su fortaleza, es una tarea que no puede postergarse. Las actividades de investigación básica son las generadoras de las capacidades actuales para aplicar y desarrollar tecnologías en el instituto, son las propulsoras de la existencia de las capacidades científicas con las cuales es posible plantearse importantes proyectos en el área de la biotecnología y nanotecnología.

Históricamente ha sido la investigación básica la que ha generado logros de alto impacto nacional e internacional.

Habrá  que replantear la gestión organizativa del IDEA para lograr que las instancias burocrático-administrativas sean absorbidas por la actividad de investigación en lo organizativo, programático y operativo, y no al contrario. Hoy en día la nómina administrativa dobla la nómina del personal de investigación.

La dinámica burocrática deberá adecuarse a parámetros de tiempo y oportunidad enmarcado en los objetivos de los proyectos de investigación. Para ello, será igual de necesario integrar la cultura administrativa con la de investigación  y concientizar a los trabajadores de las capacidades científicas y tecnológicas que posee y desarrolla el IDEA. Muchos de estos trabajadores continúan sin saber la razón de ser del instituto.

El IDEA deberá adecuar la experiencia de sus triunfos y derrotas, sus errores políticos, sus ensayos organizativos y sus logros científicos, a los grandes desafíos actuales que el país plantea.

Habrá  que avanzar rápido para colocar la actividad de investigación como la razón de ser de la gestión político-estratégica y despejar toda amenaza para que una gestión de otra naturaleza se desarrolle; habrá que estudiar, aprender y reconocer que la producción de conocimiento merece un trato particular; que requiere formación en gestión  tanto de quienes la fomentan como los que participan (los investigadores y trabajadores en general); fomentar el cambio y transitar a una nueva cultura científica institucional y nacional, incorporando nuevos valores, nuevos conceptos y categorías acerca de la producción de conocimiento.

Se tendrá que valorar que la sociedad venezolana - aún en silencio - exige a las instituciones científicas mejorar su calidad de vida y dar nuevas perspectivas para atacar problemas como el cáncer, las enfermedades neurodegenerativas, la malaria, la alimentación, la contaminación ambiental, la educación y la formación geopolítica, entre muchos otros.

Finalmente, la historia del IDEA no puede ser concebida con reduccionismos, porque algo si es cierto, el IDEA no es producto del pensamiento burgués y clasista, tampoco es el resultado de la cultura científica cuarta republicana, es todo lo contrario, ha sido el resultado de un esfuerzo de un grupo de investigadores encabezados por los Villegas, que independientemente a los intereses que los movieron, enseñaron ética y mística y transmitieron habilidades para investigar y formaron una generación de científico; es una institución que ha tenido cuantiosos recursos en la V República y ha tenido la oportunidad de hacer importantes transformaciones hacia una ciencia moderna y verdaderamente revolucionaria, y ha puesto al frente a fieles del gobierno que han actuado con desconocimiento de la historia de la institución. Adicionalmente se ha carecido de liderazgo capaz de incluir a todos los trabajadores respetando las diferencias políticas y personales.

En estos treinta y tres años se homenajean al fin a los investigadores y fundadores del instituto, que están cerca o ya han podido cumplir 80 años en condiciones de salud bastante difíciles, posiblemente alguno de ellos ni sepa lo que está pasando.

A ellos, pudiera uno o no decirles por qué el IDEA a estas alturas no es más de lo que debió y debe ser.

El autor es: Investigador y Consultor Internacional

rafael.palacios-bustamante@guest.uni-tuebingen.de


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