En su obra “El Gran Diseño”, el científico británico Stephen Hawking impactó porque expresa que Dios no creó el universo. Realmente todo esa reacción proviene del hecho de que el dogmatismo religioso nos impuso la imagen de un “Dios personal”, que está “allá arriba”, en algún “lugar”, como un viejito con barba.
Ateo significa “sin Dios”, pero una cosa es el concepto que un ser humano posee, subjetivamente, de Eso que es Dios, y otra lo real: la verdad ES lo que ES, dijo una vez San Agustín, y todo lo que ES, es objetivo.
En primero lugar definamos, desde un punto de vista filosófico, el significado de la palabra “TOTALIDAD”, que determina la sumatoria de TODO lo que Es y todo lo que Existe, desde la energía, pasando por los componentes de la realidad subatómica, hasta los entes vivos, incluyendo, por supuesto, al hombre.
La subjetividad está representada por todo lo que el ser humano concibe en su interioridad sicológica. Cuando eso que concibe internamente coincide con lo que se halla fuera de él, entonces, en esa medida, está siendo objetivo.
La religiosidad dogmática, para no hablar del fanatismo, nos vendió y nos impuso, bajo presión como durante la inquisición, el dogma del “viejito que está allá arriba”… Pero toda verdadera religiosidad, aquello que nos despierta la conciencia de totalidad, de Unidad (Religión viene de “religare”, volver a unir, re-vivenciar la UNIDAD, la Totalidad) debe estar fundamentada en el conocimiento y la Fe Viva, es decir, en la convicción profunda de que nuestra vivencia es auténtica.
Cuando Hawking descarta la posibilidad de que Eso que ES Dios haya creado el Universo, se está refiriendo a que todo lo que existe fue surgiendo por inmanencia de la híper-Esencia y la híper-Conciencia de Eso que ES Dios: el Todo, el Ser y el No-Ser. Podría afirmarse, como lo dice Hawking, que el Universo se creó a sí mismo… y cuando sostiene que “Dios no es necesario”, evidentemente no se está refiriendo a la Totalidad, sino al Dios personal y dogmático que nos han impuesto la mayoría de las religiones del mundo, con raras excepciones.
“Todo es un trío de materia, energía y conciencia” dice un pensamiento que ilustra muy bien la esencia de nuestro planteamiento.
El problema de lo planteado por el científico británico, es que descarta, o no menciona, o no refiere eso que ES la Hiperconciencia de la Totalidad, algo que está más allá de la mente mecánica. Tenemos que esforzarnos por expandir nuestra conciencia individual hasta vivenciar la Unidad de Todo, sintiendo que nosotros mismos somos una manifestación del Dios Viviente.