Desde el principio la gente dejó de ver cine. Se iba a ver la realidad reflejada en una pantalla hasta que Georges Méliès, un prestidigitador de circo, descubrió que se podían contar mentiras. Inventó entonces el cine de ficción, lo que más vemos hoy. La gente dejó de ver cine para ir a ver el viaje a la Luna y los efectos especiales, que inventó Méliès.
Igual en el periodismo. Seguimos atrapados por el medio: la noticia luce distinta si la vemos en televisión, la oímos por radio o la leemos en la prensa.
Hoy la información está controlada por las grandes corporaciones, los periódicos dejaron de ser artesanía para integrar grandes aparatos industriales en que la noticia se muele y reproduce masivamente manipulada en favor de alguna corporación sin rostro. Excepciones hay, claro, pero ese es el problema precisamente, que son excepciones. Esos aparatos nos convierten en seres industrializados. El fenómeno es viejo y en Venezuela tenemos a gran parte de esta clase media industrializada, gafa, gazmoña, ignorante, pero que cree que se la está comiendo, que es la única gente culta solo porque conoce las marcas de ropa de solo verla de lejos. En síntesis: Primero Justicia.
Y en eso llegó Internet. Lo malo es que no ha terminado de llegar. Hay un fenómeno de blogs en que cada quien tiene su sitio Web para exponer lo que le da la gana, sin supervisión de ningún aparato industrial. Proliferan de modo que tiene alarmadas a las corporaciones, pues la gente ha ido abandonando los periódicos y la televisión, esas industrias de la mentira. Pero junto a los blogs están esas corporaciones mentirosas copando a Internet. Y remedan los viejos medios: los periódicos en Internet remedan el periódico impreso, por ejemplo. Pero Internet permite la integración de las artes que permitió el cine: teatro, literatura, música, mecánica, química, hoy electrónica y siempre los efectos especiales. En Internet no solo cualquiera puede transmitir información, sino que un día vendrá un joven de 17 años e integrará todo en un solo fenómeno: texto, dibujo, pintura, fotografía, sonido, cine, diseño gráfico, como hizo Méliès. Será en un blog y será libre. De eso hablo in extenso en mi Breve teoría de Internet.
